Unas veces por falta de información y otras por exceso de ella, no atinamos con lo que debemos hacer (y lo que no) para tener una actitud realmente eco-friendly. Y en la mayor parte de los casos lo único que hace falta es sentido común.
Para que puedas ejercer esta actitud respetuosa con el ser humano y el medioambiente en tu espacio de trabajo, a continuación encontrarás algunos consejos. Estos tips no tienen la intención de sentar cátedra medioambiental, sólo de contribuir con nuestro pequeño granito de arena a cuidarnos más a nosotros mismos y a nuestro planeta.
En el trabajo diario
La actitud eco-friendly afecta a todos: empresarios, autónomos y trabajadores. Sin el concurso de todos, no se pueden llevar a cabo buenas prácticas en este sentido... bueno, ni en ningún otro. Se conscientes de ello es el primer paso.
No imprimas nada salvo que sea estrictamente necesario. Todavía hay quien necesita tocar los documentos para saber que son reales, pero debería ser una práctica a extinguir... lo antes posible. Tenemos a nuestro alcance cada vez más dispositivos que nos permiten llevar nuestros documentos encima sin necesidad de tenerlos en papel: portátiles, tablets, teléfonos móviles, etc. Ahora incluso hay herramientas que permiten validar documentos sin necesidad de estampar la firma en papel, así que habrá que aprovecharlos.
Utiliza las opciones de vista previa en los documentos antes de darle a la opción de imprimir. Son bastante fiables y evitarás eso de imprimir para ver cómo queda.
Recicla el papel. Salvo en el caso de documentos confidenciales o con datos de carácter personal que deban ser destruidos, recicla los documentos que ya no necesitas como papel de notas.
Seguro que tienes mil cuadernos y libretas sin usar en la oficina. Utilízalos para tomar notas, hacer listas o plasmar ideas. Yo misma he utilizado uno de los cuadernos que me suelen dar en cursos de formación o como regalo promocional para tomar notas y ordenar mis ideas a la hora de escribir este post.
Instala contenedores para separar los distintos residuos. Así facilitarás la separación y posterior reciclaje de los mismos. Estos contenedores deben estar identificados y ser fácilmente accesibles.
Recicla de forma adecuada los aparatos eléctricos y electrónicos, los cartuchos de tinta y tóner, los fluorescentes, las baterías de móviles o las pilas. Ten un contendor específico para ellos y luego llévalos al punto limpio o a los lugares de recogida habilitados.
Emplea el transporte público siempre que puedas. No sólo ahorrarás energía y dinero, incluso a veces ahorrarás tiempo. Los atascos a determinadas horas, la dificultad de encontrar aparcamiento y demás sospechosos habituales del día a día, se evaporan cuando se toma el metro, el tren o el autobús.
Evita las reuniones innecesarias. Siempre que puedas sustituye una reunión no imprescindible por una llamada, un e-mail o una videoconferencia. No sólo ahorrarás en tiempo y en dinero, también lo harás en desplazamientos.
El espacio
Procura que las paredes estén pintadas o recubiertas con productos no tóxicos, puesto que pueden ir liberando poco a poco compuestos volátiles en el ambiente, malos para la salud y malos para el medioambiente. Importante: lee cuidadosamente las composiciones y pide consejo en las tiendas especializadas.
Utiliza materiales sostenibles y libres de tóxicos en los muebles de la oficina.
El mobiliario no sólo debe ser estético, sino también funcional. La mejor opción: los muebles modulares. De esa forma podrás adaptarlos a las nuevas necesidades y trasladarlos sin problemas. Eso evitará que tengas la tentación de tirarlos.
Evita las moquetas y alfombras de fibras artificiales, porque son muy nocivas para la salud. Y también para el medioambiente durante sus procesos de fabricación.
Si utilizas textiles en la decoración (cortinas, estores, tapizados...), procura que sean de fibras naturales y sostenibles. Y que se puedan lavar fácilmente. Así evitarás tener que utilizar la limpieza en seco, que no es lo más recomendable, salvo que se haga en establecimientos verdes o con productos respetuosos para la salud y el entorno.
Recicla todos los elementos decorativos que puedas. Dales una nueva vida con una mano de pintura o una pequeña dosis de DiY.
Si tienes que librarte de muebles o decoración, opta por revenderlos o donarlos. Y, en último extremo, utiliza los sistemas de recogida gratuita de trastos viejos que suelen tener los ayuntamientos.
Siempre que puedas, opta por la iluminación natural. De ese modo ahorrarás energía y, además, el ánimo de todas las personas que estén en la oficina mejorará.
Apuesta por la iluminación LED |
Cambia las bombillas incandescentes y fluorescentes por iluminación LED, porque es mucho más eficiente. Y, como norma, procura que la iluminación artificial imite a la natural (evitando las luces frías), de esa forma todas las personas que trabajen en el espacio se sentirán mucho más confortables.
Mantén las lámparas y sus pantallas protectoras bien limpias. Así la suciedad no bajará la intensidad de la iluminación. Parece una obviedad, pero es algo que se nota... y mucho.
Apaga todas las luces y dispositivos (ordenadores, impresoras, escáneres...) cuando no los utilices. Es más eco-friendly y más seguro.
Este es mi miniventilador... |
Una sugerencia: en verano utiliza pequeños ventiladores para refrescar cada puesto de trabajo. Parece mentira, pero son de lo más útil y evitan en muchas ocasiones tener que poner en marcha el aire acondicionado.
No tapes las salidas de la climatización con objetos o mobiliario, porque estarás tirando la energía.
En el WC
Instala en los baños herramientas para hacer un uso más sustentable del agua. Hablo de los dispositivos que se suelen colocar en las griferías e inodoros para ahorrar agua. No es una gran inversión, pero que sí implica un ahorro considerable de agua.
Utiliza jabones de manos respetuosos con el ser humano y con el medioambiente.
En cuanto al secado de manos, es más eco-friendly el uso de secamanos eléctricos, sobre todo si son de aire frío. La única pega es que las manos no siempre se quedan completamente secas con estos dispositivos. Para optimizar su trabajo, te aconsejo que una vez que te hayas lavado las manos, las sacudas enérgicamente unas cuantas veces sobre el lavabo y luego te las seques. De ese modo eliminarás una gran parte de la humedad y el secado por aire será más eficiente. Y un consejo extra: los secamanos por aire resecan mucho la piel, así que no te olvides de aplicarte crema hidratante con frecuencia.
La limpieza
Utiliza productos de limpieza respetuosos con la salud de las personas y el medioambiente. Es importante que no liberen sustancias nocivas en el entorno una vez aplicados y que no contengan productos que contaminen los acuíferos.
Como medida higiénica, barata y tradicional, procura ventilar siempre que se pueda la zona de trabajo.
Evita los ambientadores químicos tradicionales. Los quemadores de aceites esenciales bio, las bolas de maderas impregnadas de estos mismos aceites, las hierbas aromáticas o las cáscaras de cítricos son alternativas más saludables y efectivas.
Comida y bebida
Utiliza botellas reciclables para el agua, así evitarás consumir más envases innecesarios. Y cuando digo reciclables, no me refiero a reutilizar mil veces las botellas de plástico en las que viene envasada el agua mineral, puesto que no es una práctica saludable. Esas botellas acumulan todo tipo de bacterias, puesto que no podemos lavarlas y desinfectarlas como en el caso de otros materiales: cristal, aluminio, etc. Y, por supuesto, es mejor con contribuir a que se evite el consumo indiscriminado de plásticos.
No utilices tazas de cartón o plástico para tomarte tus cafés e infusiones. Es mejor tener una taza de loza o de cristal que puedas reutilizar constantemente. No sólo es una actitud más eco-friendly, tu salud te lo agradecerá y tu paladar también. Porque un café sabe mil veces mejor en una taza de porcelana que en una de plástico y ésta no libera compuestos tóxicos en la bebida.
Restringe las peticiones de comida a domicilio a un mínimo razonable. No sólo por tu salud, sino porque suelen generar una multitud de residuos: bolsas, envases, cartonaje, folletos publicitarios... Es más económico y eco-friendly llevarse la comida de casa.
Hablando de la comida, te recomiendo que utilices envases reutilizables. Son más económicos y tu comida se mantendrá en perfectas condiciones más tiempo. No sólo están los típicos tupper o tarteras, cada vez hay más oferta para que puedas llevarte cualquier tipo de comida al trabajo: envases especiales para bocadillos o sandwiches, recipientes con múltiples separaciones para distintos platos o para contener caldos o cremas, etc.
Evita los envases monodosis |
Evita los envases monodosis: café, azúcar, edulcorantes, leche, galletas... No sólo son mucho más caros, además requieren envases más numerosos y elaborados. Es mejor comprar envases más grandes, aunque requieran que toda la oficina haga un uso más responsable y escrupuloso de ellos.
Información de interés:
10 leyes ambientales que toda empresa debería conocer (Blog Comunidad ISN)
Manuales de buenas prácticas ambientales en las familias profesionales (Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente)
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La primera vez que apareció este artículo fue en el blog de Todos Somos Clientes.
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