miércoles, 29 de marzo de 2023

Cuidado con las Ofertas de Trabajo Fraudulentas (II)

Conseguir un empleo es una de las metas de buena parte de la población, sobre todo en momentos de crisis. Si al aumento del paro se se añade un número creciente de personas que han tenido que cerrar sus negocios, encontrar un trabajo se convierte en un reto. Y como en todos los casos en los que existe una necesidad, siempre aparecen los delincuentes y desaprensivos que quieren aprovecharse de ella.

 

A continuación encontrarás algunos consejos para protegerte de las ofertas de trabajo fraudulentas. Ya te hablé de este asunto hace unos años, pero he querido volver sobre ello porque están aumentando en número y en sofisticación.  


Cuidado con las ofertas de trabajo fraudulentas (II)


Desconfía si te ha llegado una oferta de trabajo y no has iniciado ninguna búsqueda previamente. Si no has introducido tus datos y tu CV en ninguna plataforma u oficina de búsqueda de empleo, no has publicado ninguna demanda de trabajo en redes sociales o no has recurrido para ello a tu red de contactos, toma con muchísima precaución cualquier propuesta. 

 

Si no te suena el nombre de la empresa que te ofrece trabajo, haz una búsqueda en Internet para comprobar si esta existe. Si la compañía no tiene ninguna presencia en la Red y su nombre no aparece por ninguna parte, hay muchísimas posibilidades de que la propuesta sea falsa.

 

Busca información acerca de la empresa para comprobar a qué se dedica, las opiniones de clientes y de antiguos empleados, la imagen que proyecta, su trayectoria... Fíjate en las opiniones y comentarios en los que se hable de su capacidad y seriedad a la hora de pagar o si hay alguien que hable de un posible fraude.

 

Comprueba si la página web a la que te remitan es legítima o hay algún detalle que te haga desconfiar. 

 

Presta atención al dominio del correo electrónico. Si es uno genérico (gmail, yahoo, etc.), deberías recelar, y mucho. Ninguna empresa seria utiliza este tipo de dominios para enviar comunicaciones de ningún tipo.  


Mujer delante de una pantalla en una web de búsqueda de empleo

 

Fíjate en la redacción y en la ortografía en el caso de las ofertas que te lleguen por escrito. A cualquiera se le puede colar una errata, pero si los fallos son importantes, lo más seguro es que detrás haya un intento de estafa. Y si la propuesta es legítima, quizás no te interese trabajar para una empresa capaz de publicar un texto tan mal redactado. 

 

Si no te facilitan datos acerca del puesto que te ofrecen o estos son muy vagos, deberías sospechar. También deberían saltar tus alarmas si la actividad de la empresa es dudosa o incluso roza la ilegalidad.


Valora si el salario que ofrecen es el que se paga habitualmente por el trabajo que debes desempeñar o por el perfil profesional que requieren. Si es mucho más elevado, es casi seguro que se trata de una estafa. Si es mucho más bajo, también es un engaño, porque efectivamente el trabajo existe, pero te quieren explotar vilmente.

 

Nunca facilites datos como el DNI (o equivalente) o tu número de la Seguridad Social. Estos datos únicamente deberían ser necesarios cuando te vayan a contratar. Te recomiendo también que no los incluyas directamente en tu CV y que evites rellenarlos en las plataformas de búsqueda de empleo, porque no hay ninguna razón para que tengas esa información sin necesidad de ir a formalizar la contratación (o que necesiten realizar algún tipo de investigación para algunos puestos muy concretos y de cierta responsabilidad).

 

Tampoco proporciones tu número de cuenta, a menos que ya hayas firmado el contrato y lo necesiten para ingresarte tu nómina. 

 

Si te solicitan datos como los anteriores u otros que sean igualmente sensibles (e innecesarios en ese punto del supuesto proceso de selección) de forma apremiante, niégate.

 

Si te piden datos que ya están disponibles en tu CV y que tendrían que tener ya en su poder, tus alarmas deberían saltar inmediatamente. Si te han llamado o escrito porque han estudiado tu currículum y puede que encajes en el proceso de selección... ¿para qué te los van a volver a requerir?

 

Mujer con la mano sujetándose la barbilla delante de un portátil

 

Si te requieren dinero para trabajar, niégate. Hay empresas que, por ejemplo, solicitan a sus candidatos que paguen por un supuesto curso de capacitación o una licencia o certificado imprescindibles para cubrir el puesto. 

 

También deberías negarte si te piden que trabajes gratis durante un tiempo, puesto que es algo ilegal... e inmoral. Esto también lo puedes encontrar si buscas proyectos como freeelance en algunas plataformas.

 

Los trabajos que ofrecen desde el extranjero para trabajar desde casa (no hablo de teletrabajo, por supuesto) pueden esconder un fraude, así que tómalos con cautela. Especialmente si ofrecen actividades poco especializadas, a las que dedicar pocas horas y ganando salarios enormes. 

 

Las entrevistas telefónicas muy cortas o incluso inexistentes, pero en las que te piden muchos datos sin facilitarte ninguna información a ti, suelen esconder un fraude. 

 

Si no te dan el nombre de la empresa que te va a contratar, deberías desconfiar. La única excepción son las empresas de recruiting que están buscando candidatos y que tienen órdenes de su cliente de mantener cierta confidencialidad hasta que el proceso de selección está avanzado. 

 

Espero que nunca tengas que enfrentarte a una oferta de trabajo falsa, pero, si ocurre, al menos me gustaría que estos consejos te ayuden a detectarla y actuar en consecuencia.


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miércoles, 22 de marzo de 2023

Cómo Usar el Correo Electrónico de Forma Segura

El correo electrónico es una de las herramientas más habituales para intercambiar mensajes con otras personas. Si bien es cierto que las aplicaciones de mensajería instantánea y otras formas de enviar mensajes a través de redes sociales le han quitado parte de su clientela al email, también lo es que sigue siendo imprescindible. De hecho, en el ámbito laboral o a la hora de realizar muchas actividades y gestiones en Internet es algo imprescindible. 


Y como todo lo que utiliza la Red, además de muy útil y cómodo, también esconde riesgos y amenazas para nuestra seguridad y nuestra privacidad. Hay más personas de las que debería que emplean el correo para manipularnos en el mejor de los casos, y para atacarnos en el peor. 


Aunque la seguridad nunca puede ser total, sí que podemos poner la mayor cantidad de trabas posibles a aquellos que quieren amenazar nuestra privacidad, nuestra libertad de elección y nuestra seguridad (tanto on como off-line).


Por eso en este post quiero darte algunas claves para usar tu correo electrónico de forma segura. Son sencillos y cualquiera puede ponerlos en práctica.

 

Cómo usar el correo electrónico de forma segura

 

No facilites tu dirección de correo electrónico a cualquiera. Si no le darías tus señas postales a la primera persona que te encontrases por la calle, ¿por qué hacerlo con tu email?

 

Tampoco facilites información innecesaria en Internet, porque se utiliza la ingeniería social para cruzar esos datos y crear un perfil tuyo realmente ajustado a la realidad. Ese perfil será una herramienta de lo más eficiente para los que quieren venderte algo, incluidas la política y la ideología).  Pero también lo pueden utilizar los que quieren atacarte de algún modo (robándote tu dinero o tu identidad, o incluso con intenciones más perversas), porque sus correos fraudulentos serán sumamente creíbles para ti. 

 

Evita utilizar el correo electrónico para enviar información delicada. Si tienes que hacerlo, procura configurar tu correo de una manera lo más segura posible y cifra los datos que vayas a intercambiar.

 

No tengas una única dirección de email para todo. Crea más de una para utilizarlas para diferentes fines. Por ejemplo, ten una para las compras y reservas en Internet, una para solicitar información, otra para la familia, otra distinta para los amigos... De esa forma te será más fácil controlar la información que envías y que recibes. Y si hay algún problema, podrás cerrar la cuenta afectada sin afecta a todas las facetas de tu vida. 

 

Persona consultando el correo en su smartphone

 

Separa la dirección de correo del trabajo de las de uso personal. Esto es muy importante desde el punto de vista de la seguridad, pero también lo es a la hora de evitar equivocaciones graves a la hora de enviar mensajes a quien no se debe. 

 

No utilices nunca tu email de trabajo para uso personal, nunca, porque es muy probable tener más de un disgusto.

 

Configura tu cuenta para que sea lo más segura y restrictiva posible.

 

Protege tu cuenta con una contraseña fuerte. Además debes evitar prácticas poco seguras como apuntarla en un post-it y pegarla en la pantalla (y sé que estás sonriendo ahora mismo, porque alguna vez lo has visto... o lo has hecho), compartirla "generosamente" con los demás o no cambiarla con cierta frecuencia. 

 

Protege tu cuenta con doble factor de autenticación o 2FA para una mayor seguridad.

 

Establece filtros antispam para deshacerte de la mayor parte de correos no deseados de tu bandeja. Procura ir ajustando su rigor poco a poco, hasta que consigas eliminar la mayor parte de basura, sin que haya correos legítimos que acaben catalogados como spam. Y revisa de forma periódica estos filtros para irlos adaptando a las nuevas prácticas de los remitentes malintencionados.

 

Presta atención a cualquier correo electrónico que llegue a tu bandeja. Ya sé que siempre tenemos prisa y mucho trabajo que atender, pero un email que esconda ransomware o que esconda phishing puede salirnos muy caro. 

 

Bandeja de correos entrantes

 

Acostúmbrate a leer la cabecera de los correos, porque te puede aportar más información de la que piensas. Mira cuál es el emisor, los servidores por los que ha pasado hasta llegar a ti, el cliente del correo que se ha utilizado para enviar la comunicación...

 

Fíjate siempre en el remitente, en el asunto, en el estilo, en la redacción, en la ortografía... Si algo hace saltar tus alarmas, investiga un poco más. O directamente borra el correo.

 

Presta atención al remitente, pero tampoco lo tomes como una garantía de legitimidad del envío, porque en muchos casos suplantan direcciones de tu agenda, o incluso la tuya propia (email spoofing). Incluso se utiliza el cybersquatting para registrar un dominio muy similar al de una empresa o entidad real.

 

Presta especial atención a los mensajes que lleven adjuntos o enlaces, porque son las puertas a un posible ataque.

 

Desconfía siempre que los emails que impliquen pagos, cobros, facturas y todo aquello relacionados con dinero.

 

Las entidades bancarias nunca envían mensajes en los que tengas que facilitar datos acerca de tu cuenta corriente, ni te pedirán tu PIN ni tu contraseña. Tampoco te solicitarán otros datos personales... ¡porque ya los tienen! Para evitar este tipo de ataques, no abras ningún adjunto ni sigas ningún enlace de las comunicaciones bancarias. Lo mejor es entrar en tu banca electrónica y revisar el buzón y/o notificaciones, o incluso llamar directamente a tu banco (al número que ya tienes o el que busques tú en Internet, no al que aparezca en el correo).  

 

Desconfía de las comunicaciones de la DGT (Dirección General de Tráfico), de la AEAT (Agencia Tributaria), de la Seguridad Social o de la Policía Nacional (salvo que hayas pedido alguna cita o estés esperando algún mensaje). Los ciberdelincuentes están utilizando estos organismos para llamar la atención de los destinatarios, que los suelen abrir sin pensar.

 

Recela también de los avisos de llegada de paquetes que requieren pagos de algún tipo, incluso en aduanas. Si no has hecho un pedido últimamente, no hay ninguna razón para prestarles atención. Si has hecho compras on-line, ya sabes que te suelen enviar SMS o mensajes legítimos con el tracking para que puedas hacer el seguimiento en la propia plataforma de la mensajería. 

 

Últimamente también están llegando mensajes de supuestos abogados con comunicaciones de denuncias que, por supuesto, son fraudulentos.

 

Los correos que te informan de que has ganado algo o que has sido seleccionado para recibir cupones u ofertas especiales también son engañosos prácticamente en un 100% de los casos. Ante la duda, entra en la web oficial de quien ha realizado el sorteo o concurso o de quien ofrece el descuento o cupón, así podrás verificar si lo que afirman es real. Si no has participado en ningún sorteo o concurso... ¿por qué vas a haber ganado algo? Y si nunca has sido cliente de ese proveedor... ¿por qué te va a hacer una oferta o un descuento si no tiene siquiera tus datos?

 

Los mensajes que tienen que ver con relaciones afectivas o sexuales de personas que no conoces, en caso todos los casos implican un engaño.

 

Ojo con los correos que lleven asuntos muy atrayentes o escandalosos, porque están diseñados para llamar tu atención y que los abras sin plantearte nada más que saber lo que esconden. 

 

Notificación de correos entrantes

 

Si consultas tu correo en la web, procura no utilizar ordenadores de uso público, utiliza una VPN, ten cuidado de que no se vea la contraseña cuando la teclees, elimina los archivos de la carpeta de descargas, borra la caché y cierra la sesión cuando termines.  


Y para terminar, te recomiendo los cuatro básicos de fondo de armario de la seguridad: instala un buen antivirus, usa un antimalware, actualiza su sistema operativo y herramientas y haz copias de seguridad.


Espero que estos consejos te sean útiles a la hora de usar tu correo electrónico de forma más segura.


 

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miércoles, 15 de marzo de 2023

25 Frases Inspiradoras sobre Seguridad

Vivimos tiempos inciertos, eso es innegable. Aunque quizás habría que preguntarse cuándo la Humanidad ha dejado de enfrentarse a momentos de incertidumbre. Quizás por ello la mayoría prefiere evitar el riesgo y el peligro, y busca a toda costa sentirse confiado y a salvo. No hay más que ver la ingente cantidad de normativas, protocolos, mecanismos, dispositivos, herramientas e información que hay a nuestra disposición para alcanzar la tan ansiada seguridad (casi) total. 

 

Y todo ello es muy positivo, por supuesto, pero... ¿cuál es su verdadero precio? Personalmente creo que debemos llegar a un término medio que nos permita evitar el riesgo de un modo razonable, pero sin perder demasiada libertad ni nuestra propia esencia en el proceso. 


Te invito a leer mis 25 frases favoritas sobre la seguridad, que creo que sirven para reflexionar sobre este concepto. 


25 frases inspiradoras sobre seguridad

 

1.- “La seguridad no es un artefacto, es un estado mental”.
 

Eleanor Everett


 

2.- “La seguridad es el principal enemigos de los mortales”.
 

William Shakespeare


 

3.- “El deseo de seguridad se opone a toda empresa grande y noble”.
 

Tácito


 

4.- “Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar”.
 

Paulo Coelho


 

5.- “Sólo en el crecimiento, la reforma y el cambio, paradójicamente, se puede encontrar la verdadera seguridad”.
 

Anne Morrow Lindbergh


 

6.- “La seguridad genera estancamiento”.
 

Andy Warhol


 

7.- “La normalidad es un camino pavimentado. Es cómodo para caminar, pero no crecen flores en él”.
 

Vincent Van Gogh


 

8.- “La seguridad es principalmente una superstición. No existe en la naturaleza, ni los hijos de los hombres en su conjunto la experimentan. Evitar el peligro no es más seguro a largo plazo que la exposición directa. La vida es una aventura atrevida o no es nada”.
 

Helen Keller


 

9.- “La tarea psicológica que una persona puede y debe establecer por sí misma no es sentirse segura, sino ser capaz de tolerar la inseguridad”.
 

Erich Fromm


 

10.- “Debemos buscar la seguridad en nosotros mismos y debe ser forjada por nuestra propia mano”.
 

William Wordsworth

 

Cartel en el que se lee: "Difficult roads lead to beautiful destinations"

 

11.- “Haz, exactamente, lo que harías si te sintieras más seguro”.
 

Meister Eckhart


 

12.- “El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va”.
 

Antoine de Saint-Exupéry


 

13.- “La libertad y la seguridad no se encuentran tanto en lo que tenemos, sino en lo que podemos crear mediante la confianza”.
 

Robert Kiyosaki


 

14.- “Las personas desean aprender a nadar y al mismo tiempo mantener un pie en el suelo”.
 

Marcel Proust


 

15.- “La repetición nos hace sentir seguros y el cambio nos hace sentir libres”.
 

Robert Hass


 

16.- “Aquellos que pueden renunciar a la libertad esencial para obtener un poco de seguridad temporal no merecen ni la libertad ni la seguridad”.
 

Benjamin Franklin


 

17.- “El hombre medio no quiere ser libre. Simplemente quiere estar a salvo”.
 

H. L. Mencken


 

18.- “Si quieres seguridad total, ve a prisión. Allí te alimentan, te visten, te dan atención médica, etc. Lo único que falta es… libertad”.
 

Dwight Eisenhower

 

Candado cerrado

 

19.- “Si el dinero es tu esperanza de independencia, nunca la tendrás. La única seguridad real que un hombre tendrá en este mundo es una reserva de conocimiento, experiencia y habilidad”.
 

Henry Ford


 

20.- “Seguridad no es tener cosas, es saber manejarlas”.

 

Susan Jeffers


 

21.- “Si has construido castillos en el aire, tu trabajo no tiene por qué perderse; ahí es donde deberían estar. Ahora pon los cimientos debajo de ellos”.
 

Henry David Thoreau


 

22.- “El único hombre del que desconfiar, en cualquier caso, es el hombre que nunca comete un error, nunca comete una equivocación garrafal, nunca falla en lo que intenta hacer. O es un farsante, o se queda con lo seguro, lo probado y lo trivial”.
 

Peter Drucker


 

23.- “La precaución es el camino a la mediocridad. La mediocridad deslizante y desapasionada es todo lo que la mayoría de la gente piensa que puede lograr”.
 

Frank Herbert


 

24.- “Puedes sentirte muy seguro en el estanque en el que te encuentras, pero si nunca te aventuras fuera de él, nunca sabrás que existe el océano o el mar”.
 

C. Joybell C.


 

25.- “La seguridad no es el destino que buscamos, más bien es un retiro al que escapamos”.
 

Craig D. Lounsbrough

 

¿Qué opinas de estas frases? ¿Estás de acuerdo con ellas o discrepas?

 


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miércoles, 8 de marzo de 2023

Cómo Redactar una Carta de Renuncia Voluntaria

La carta de renuncia es un documento imprescindible si te decides a abandonar tu puesto de trabajo, independientemente del motivo por el que lo haces.

 

Despedirse de una forma adecuada es más importante de lo que la mayoría piensa. Si vas a buscar empleo en otra empresa, es probable que pidan referencias tuyas. Y, como se suele decir, la vida da muchas vueltas y puedes reencontrarte con antiguos jefes y compañeros, por lo que conviene abandonar cualquier trabajo de una forma cordial en la medida de lo posible.

 

En este post encontrarás algunos consejos para redactar una carta de renuncia de forma eficaz y adecuada.

 

Cómo redactar una carta de renuncia

 

Antes de nada

 

Ten en cuenta que de forma general hay un plazo de 15 días de preaviso para dejar un puesto de trabajo, aunque deberás revisar tu contrato de trabajo o el convenio colectivo que te corresponde.

 

Recoja o no recoja tu convenio la necesidad de preaviso, lo cierto es que avisar con antelación de que vas a dejar el trabajo es una cortesía que conviene tener con la empresa (y con los compañeros, que también se verán afectados por tu marcha). Este período dependería del tiempo que llevas en la empresa, que oscilará entre los 15 y los 60 días. Si llevas menos de 6 meses, lo lógico sería avisar con 15 días, por ejemplo. Y si has estado en el puesto más de 2-3 años, quizás sería adecuado dar un plazo de 2 meses.

 

También puedes despedirte sin preaviso, aunque no es lo más recomendable, porque puede tener consecuencias (penalización económica en el finiquito). En todo caso, siempre es aconsejable entregar una carta de renuncia.


La redacción


Antes de redactar la carta, párate a reflexionar un tiempo, porque renunciar a un trabajo es una decisión importante. Piensa en qué quieres transmitir y cómo pretendes llevarlo a la práctica. 


Ordenador con café, cuadernito de notas y bolas de papel

 

La carta de renuncia debe ser breve, incluyendo una serie de datos fundamentales, pero sin aportar información innecesaria. 

 

Utiliza un tono formal, incluso aunque en la empresa o en el departamento el trato sea muy familiar y distendido. Es una carta que se conserva en el archivo y que puede llegar a manos de otra persona diferente a la que has dirigido la carta. Por ejemplo, se la puedes dirigir a tu jefe directo y acabar en la mesa del despacho del director de recursos humanos. 

 

Al final de este texto, justo después del apartado de posts relacionados, encontrarás un enlace a nuestra página de modelos en la que te podrás descargar los correspondientes a cartas de renuncia voluntaria.

 

Siempre dos copias

 

Recuerda que debes redactar dos copias de la carta, una para la empresa y otra para ti. Pide que te la firmen y/o sellen, y te pongan la fecha de recepción cuando la entregues.

 

A quién se dirige

 

Normalmente se debe dirigir al director de recursos humanos o al director general de la empresa, aunque también puedes remitírsela a tu jefe directo o al de tu departamento. Todo dependerá de cuál es la operativa interna de la compañía.  


Cómo se envía

 

Lo ideal es entregarla en mano, aunque también puedes enviarla por correo electrónico o incluso correo postal o burofax.

 

Tres personas sentada en un despacho, mientras dos de ellas se estrechan la mano

 

Si vas a enviarla por correo postal, hazlo por un medio en el que quede constancia del envío y la entrega. Si hay un período de preaviso, es recomendable cerciorarse de cuándo se mandó y cuándo se recibió. 


Qué debe incluir


  • Tus datos personales.
  • Datos del destinatario de la comunicación.
  • La fecha en la que escribes la carta de renuncia.
  • Una fórmula de saludo.
  • Un párrafo en el que indiques el motivo de la misiva: tu intención de renunciar al puesto.
  • La descripción del puesto que ocupas.
  •  La fecha en la que causarás baja de forma efectiva.
  • También sería conveniente añadir otro párrafo en el que te pongas a disposición de la empresa para formar e informar a la persona que ocupe tu puesto, así como tu intención de finalizar o dejar encauzados todos los proyectos que de los que estés encargándote hasta el momento. Esto, evidentemente, únicamente debes incluirlo si estás en disposición de hacerlo, porque no siempre será posible.
  • Finaliza agradeciendo a la empresa el que te hayan permitido formar parte de su plantilla, así como la experiencia y conocimiento que has obtenido gracias al equipo y a la compañía, y cualquier otro motivo por el que quieras expresar gratitud y reconocimiento. 
  • Una fórmula de despedida.
  • Tu nombre y apellidos, tu número de identificación y tu firma manuscrita.


Qué deberías evitar

 

Mencionar tu futuro puesto de trabajo, especialmente si te vas a la competencia. Si vas a emprender tu propio negocio o vas a cambiar por completo de profesión, quizás sí que puedas referirte a ello someramente, porque así comprenderán mejor tu renuncia y, quién sabe, quizás la empresa termine siendo un futuro cliente. 

 

Hombre con cartera en la mano de espaldas y caminando

 

Si no vas a poder finalizar los proyectos que tienes comenzados (o no quieres hacerlo) o si no vas a formar a quien te sustituya, no lo indiques, porque la imagen con la que despedirás es de alguien mentiroso y poco colaborador.

 

Si te vas por desavenencias o problemas laborales serios, mi consejo es que pienses muy bien qué escribirás en el apartado de agradecimiento, porque debe sonar lo más sincero posible. Si te marchas por este tipo de motivos, mi consejo es que agradezcas de forma breve e impersonal tu paso por la empresa.

 

¿Te han sido útiles estos consejos? ¿Te gustaría aportar alguno más?



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¿No sabes cómo comenzar a redactar un documento? Pues no dejes de pasar por la pestaña de modelos de documentos de nuestro blog.  

 

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miércoles, 1 de marzo de 2023

Consejos para Organizar las Apps en Tu Smartphone

¿Cuántas aplicaciones y herramientas tienes instaladas en tu smartphone? Si eres un usuario promedio, probablemente tengas muchas, o puede que muchísimas. ¿Y encuentras rápidamente la que buscas cuando lo necesitas, o quizás debes contratar los servicios de un detective privado para localizar esa app que necesitas? Si tienes instaladas muchas aplicaciones y las tienes desorganizadas, es muy posible que te cueste localizar una en concreto.

 

En este post quiero darte algunos consejos para organizar las apps en tu smartphone que espero que te sean tan útiles como a mí. 


Consejos para organizar las apps en tu smartphone

 

Aunque te cueste, lo primero es deshacerte de todas las apps y herramientas que te has instalado en algún momento y que no usas nunca. Al fin y al cabo es el mismo criterio que se debe seguir a la hora de organizar un armario: sacar todo fuera, clasificar lo que usas y aquello de lo que debes deshacerte, y eliminar esto último sin pestañear. 

 

Mantén siempre las apps que utilizas con mucha frecuencia en la pantalla de inicio, así las tendrás siempre a la vista. Tendrás que elegir sabiamente cuáles son estas aplicaciones, porque tienes un espacio limitado, tenlo en cuenta.  

 

Puedes consultar todas las aplicaciones que tienes instaladas en tu listado o cajón de aplicaciones, en el que podrás verlas ordenadas.

 

Si tienes la posibilidad de anclar determinadas aplicaciones independientemente de la pantalla en la que te sitúes, puedes hacerlo si las que usas muy frecuentemente son pocas.  


Persona sosteniendo un smartphone en la mano


Puedes organizar las apps y otras herramientas por orden alfabético, aunque puede ser un inconveniente si no te acuerdas exactamente del nombre.


Otra forma de ordenación es situar las de un mismo tipo en una zona concreta de cada pantalla. Puede colocarlas en línea, en forma de cuadrícula o incluso a pantalla completa si tienes muchas instaladas. 


Y también puedes utilizar mi sistema favorito: la organización por carpetas. Crea carpetas y arrastra las apps y herramientas que pertenezcan a un mismo tipo para tenerlas mejor localizadas. Sigue un sistema lógico y nombra o describe cada carpeta de una forma práctica y coherente. 

 

Smartphone y café

 

Puedes utilizar el buscador que tanto Android como iOS tienen disponible, que aparece si estás en la pantalla de inicio, deslizando hacia la derecha (o hacia arriba), según el caso.


En caso de que utilices el asistente digital de tu teléfono, pide que abra la aplicación que no encuentras.

 

Si hay aplicaciones que no usas frecuentemente, pero no quieres deshacerte de ellas por el motivo que sea, siempre puedes ocultarlas para que no te agobien ni ocupen espacio en tu pantalla. No siempre podrás hacerlo, porque no es una opción disponible para todos los dispositivos.  


Tener un smartphone organizado te ahorrará más tiempo y esfuerzo del que puede parecer a primera vista.



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¿Sufres Diógenes Digital?

 

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