miércoles, 27 de mayo de 2020

Qué Es una Notificación Fehaciente y para qué Sirve

Seguro que has oído eso de que las palabras se las lleva el viento, y generalmente es cierto. Incluso la palabra escrita, si queremos que realmente quede constancia de ella y deseamos utilizarla como prueba.


Te pongo un ejemplo. Cuando te casas y dices el consabido sí, consiento ante el funcionario que celebra el matrimonio, levanta un acta del hecho, que se registra convenientemente. Y primero has tenido que aportar una documentación que acredita la identidad tanto de ti como de tu pareja y completar un expediente matrimonial. Eso se hace así, porque tu sí, consiento, dicho con tanta ilusión ante el juez o el concejal, no tiene validez legal si no se pone por escrito y se sigue determinado protocolo.


Pues bien, cuando envías un documento o una notificación de la que quieres que quede constancia de su contenido, de quién la envía y de quién la recibe y cuándo lo hace, también se deberán de cumplir ciertos requisitos. En caso contrario, no servirá como prueba si necesitas recurrir a la vía judicial o incluso al Sistema de Arbitraje.


A las comunicaciones que sí cumplen determinados requisitos y que tienen valor probatorio se les denomina fehacientes. Si quieres saber más acerca de este tipo de notificaciones, te invito a que sigas leyendo, porque son necesarias tanto en la vida personal como en la profesional.


Qué es una notificación fehaciente y para qué sirve


Qué es


Es una comunicación en la que se identifica al emisor de la misma, al receptor, el contenido literal enviado y la fecha y hora en la que se ha entregado.


En muchas vías de comunicación que cuentan con acuse de recibo se cumplen casi todos los requisitos anteriores, aunque el que marca la diferencia en las comunicaciones fehacientes es que se garantiza que el documento (o documentos) que envía el emisor es que el que recibido el receptor.


También es fundamental que el medio por el que se realiza la comunicación fehaciente sea reconocido como tal y pueda ser utilizar judicialmente como prueba. Y no todos lo son.


Quién puede enviar una comunicación fehaciente


Tanto las personas físicas como las empresas.


Comunicaciones que se consideran fehacientes


  • Burofax postal o electrónico con acuse de recibo y certificación de contenido.

  • Actas de requerimiento notarial.

  • Telegrama con acuse de recibo. (1)

  • Carta entregada en mano (2 copias), una para el destinatario y otra para el emisor) con acuse de recibo expreso por parte del interesado, la fecha y hora de la entrega y sellado en la copia del remitente.

  • SMS certificados. (2) (4)

  • E-mails certificados. (3) (4)


(1) Ojo, porque los telegramas con acuse de recibo acreditan la recepción de los mismos, con la identidad de quien lo recibo y la fecha y hora en que lo hace, pero no permite adjuntar documentos.
(2) Algunas empresas permiten enviar correos electrónicos certificados con depósito y testimonio del contenido depositado durante un plazo determinado.
(3) Algunos operadores permiten enviar los mensajes con contenido certificado mediante la firma digital del emisor.
(4) En cualquier caso, tanto los correos electrónicos como los SMS certificados deben estar intervenidos por prestadores de servicios de certificación de confianza y que sigan un protocolo que garantice la integridad del contenido, así como la identidad de emisor y receptor. En caso contrario, su valor fehaciente será menor y se corre el riesgo de que sean desestimados en caso de llegar a la vía judicial al ponerse en duda su valor probatorio. 


Sello de goma


Y las que no son comunicaciones fehacientes


Cualquier notificación en la que no se puede garantizar si la comunicación ha sido recibida por el destinatario y cuándo lo ha hecho y/o no se puede confirmar el contenido literal del envío, por lo tanto no se puede considerar una notificación fehaciente. Lo importante es tener en cuenta que, sea razonable o no, los medios de comunicación siguiente no tienen una buena acogida jurisprudencial.


  • Cartas enviadas por correo ordinario.

  • Cartas certificadas con o sin acuse de recibo.

  • Fax.

  • Telegramas sin acuse de recibo.

  • E-mails no certificados.

  • SMS no certificados.

  • Mensajes enviados por WhatsApp u otros sistemas de mensajería instantánea.

  • Comentarios en redes sociales.


Para qué emplear notificaciones fehacientes


  • Siempre que necesites hacer valer tus derechos.

  • Comunicaciones importantes con la Administración.

  • Reclamaciones de pago a clientes o arrendatarios.

  • Quejas o reclamaciones ante servicios de atención al cliente o ante proveedores.

  • Si quieres desistir en el caso de compras por Internet o por teléfono.

  • Cancelaciones o cambios en las condiciones de contratos, incluidos los mercantiles y los de compra-venta.


Contrato


Algunos consejos


Guarda siempre el acuse de recibo y la certificación del texto de las comunicaciones fehacientes. En algunos casos, como en el del muchos servicios de burofax on-line, podrás solicitar una copia, pero en otros no podrás tener un duplicado y por lo tanto no podrás hacerlo valer cuando sea necesario.


Antes de elegir un medio para emitir comunicaciones fehacientes, cerciórate de que realmente podrás utilizarlas judicialmente.


Cuando se trata de la Administración, infórmate de las vías que acepta para enviarle notificaciones fehacientes.


Acuérdate de estas notificaciones cuando te convenga que quede constancia probatoria de lo que envías.




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miércoles, 20 de mayo de 2020

Consejos Infalibles para una Entrevista de Trabajo OnLine Exitosa

Las videollamadas y videoconferencias son cada vez más frecuentes, de eso no hay duda. Y han llegado para quedarse. Son más eficientes que la entrevista cara a cara para todas las partes implicadas,  porque se ahorran tiempo, dinero y desplazamientos, incluso si los interlocutores están en diferentes regiones o países.


Y si esta forma de comunicarse se usa en las reuniones de trabajo o en la vida personal cada vez con más frecuencia, también se ha vuelto imprescindible en el caso de las entrevistas de trabajo.


Por eso en esta entrada quiero darte algunos consejos infalibles para conseguir una entrevista de trabajo on-line que sea exitosa.


¿Me acompañas?


Consejos infalibles para una entrevista de trabajo on-line exitosa


Tómatelo en serio


Debes tomarte una entrevista online tan en serio como una en persona.


No asocies la videoconferencia para optar a un empleo con las que tienes con tu familia o tus amigos. Si estás acostumbrado a las reuniones de trabajo online, no te supondrá un problema, pero si siempre que usas las herramientas de videollamadas lo haces de manera informal, puedes sentirte demasiado "cómodo" y arruinar la entrevista.


Preparación, preparación, preparación


Prepárate la entrevista tal y como lo harías si fuese off-line.


Aunque pueda parecer una obviedad, debes conocer el sector al que pertenece la empresa. Si has trabajado en él anteriormente, no tendrás ninguna dificultad, pero si no es así, al menos tendrás que conocerlo aunque sea en la teoría. ¿Cómo si no alguien va a creer que quieres trabajar en ese sector o en esa empresa?


Averigua todo lo que puedes sobre la empresa en la que deseas trabajar.


El encuentro on-line te da una ventaja, porque es probable que tengas el nombre de tu entrevistador. Así también podrás investigarle en Internet para conocerle un poco mejor.


Prepárate un guion con posibles preguntas y respuestas. No es para que las leas como un papagayo, sino para que te sientas seguro y puedas recurrir a tus notas si te ves en un aprieto.


Consulta previamente los detalles de la entrevista. Evidentemente debes conocer el día y la hora (ojo si hay cambios de huso horario). Pero también es importante que sepas si la reunión es de audio y vídeo o sólo de audio, cuántas personas participarán, sus nombres, la duración de la reunión, qué tipo de herramienta usan...


Tecnología


Procura usar un ordenador portátil o de sobremesa en lugar de una tablet o un smartphone. Estos últimos tienen peor visibilidad, tanto para ti como para tu interlocutor. Por no hablar de que moverás más el dispositivo


Asegúrate de que tienes instalada la aplicación que se va a emplear durante la videoconferencia. Si no la tienes, descárgatela. No lo hagas en el último momento por su hubiese algún problema.


Smartphone con teclado de portátil, cascos y app para videollamadas


También conviene que estés familiarizado con la aplicación para poder manejarla adecuadamente. Si nunca las has usado antes, puedes probar antes con alguien de tu confianza para comprobar cómo funciona.


Comprueba los altavoces, el micrófono y la cámara. Deben funcionar y estar bien configurados.


Hablando de cámara... el objetivo debe estar limpio, no digo más.


Verifica la conexión a Internet, porque debe ser lo suficientemente potente para que la comunicación no se vea mermada con interrupciones o cortes.


Usa auriculares en lugar de recurrir a los altavoces de tu ordenador, te asegurarás que el sonido sea de más calidad.


El escenario


Procura que la cámara esté a la altura de los ojos. Si está muy baja, saldrás en la pantalla con papada, aunque no la tengas. Si está muy alta, te verás forzado a mirar a la cámara de una forma poco natural.


También conviene cuides el encuadre para que tu imagen aparezca bien centrada en la pantalla.


Comprueba que la iluminación es correcta. Ni demasiado baja ni demasiado intensa. Y procura que la luz no sea cenital y que no forme sombras sobre tu cara. Lo ideal, que la iluminación venga de frente a ti.


No te pegues contra la pared, procura tener algo de espacio detrás de ti, tanto por la sensación que transmitirás como por la toma de la cámara.


Cuida el fondo. El entorno no debe darle al entrevistador una mala impresión o distraerle de lo que digas.


Hablando de fondo, evita por todos los medios tener una ventana detrás.


La puntualidad


Como en el caso de las reuniones off-line, sé puntual. Llegar con mucha antelación es tan inconveniente como hacerlo demasiado tarde. Unos 5-10 minutos es algo ideal.


Mujer manejando el portátil con un reloj de pulsera


Comprueba la zona horaria de la reunión, porque si te confundes no llegarás a tiempo a tu cita.


Silencio


Cuando vayas a mantener la entrevista, procura que no haya sonidos que puedan interferir en la comunicación, distraerte a ti o a tu interlocutor o transmitir una mala imagen. Evita por lo tanto los lugares con mucho ruido como cafeterías, centros de coworking o calles concurridas. Cierra la puerta de la habitación en la que estés e informa a todos los que estén alrededor de que necesitas silencio y tranquilidad. Pide que atiendan las llamadas al teléfono o a la puerta por ti. Y, por supuesto, evita que durante la reunión estén en la habitación ni niños ni mascotas.


Silencia el teléfono móvil y retira el fijo para que no te molesten las posibles llamadas


Silencia también las notificaciones, tanto del smartphone como del ordenador.


Mantén el micro en silencio mientras que no estás hablando para que no se cuelen sonidos indeseados.


El vestuario


Vístete adecuadamente para la entrevista. No te relajes por el hecho de que estés en casa. Y no hagas eso tan común de ponerte ropa formal en la parte superior y llevar prendas muy informales o descuidadas en la inferior. Si tienes que levantarte para buscar algún documento o para colocar mejor la cámara se verá todo. Por otra parte, el hecho de estar completamente vestido influirá en tu actitud ante la reunión. Te hará tomarte más en serio la entrevista... y a ti mismo.


Mujer trabajando con el portátil en la cama
Ten mucho cuidado con el lugar y con el vestuario en el que mantienes la comunicación


Evita las rayas o los tejidos con patrones que puedan crear efectos extraños en la pantalla. Si no estás seguro de si será así, haz una prueba previamente, por si tuvieses que cambiarte de ropa.


La voz


A la hora de hablar, hazlo vocalizando bien y de forma pausada. Los fallos del micro y los problemas con la conexión pueden hacer que no se te entienda bien.


Lenguaje gestual


No te muevas demasiado ni lo hagas rápidamente, porque las demoras en la conexión o las deficiencias de la cámara convertirán esos movimientos en algo confuso e incómodo para el que lo ve.


Evita juguetear con bolígrafos o con otros objetos que haya sobre tu escritorio. El movimiento y los ruidos pueden distraeros a ambos. Y ten en cuenta que en muchos casos, cuando estamos jugando con algo, tendemos a mirarlo mientras hablamos... imagina lo que pensaría en ese caso tu interlocutor.


Mira a la cámara cuando hables, no a la imagen del entrevistador que aparece en la pantalla. Y es muy fácil hacerlo, porque es más fácil asociar al interlocutor con esa imagen que con la lente de la cámara. Si no haces, la otra persona tendrá la sensación de que no estás atento a la conversación. Mirar a la cámara es el equivalente a mirar a los ojos a la otra persona, no lo olvides.


Procura abrir la ventana en la que aparece el entrevistador justo debajo de la cámara, así te será más fácil mirarle directamente.


Hombre manteniendo una videollamada


No te olvides de sonreír. Es fácil hacerlo cuando no tenemos a otra persona enfrente, así que relájate y permite que la sonrisa aparezca en tu rostro.


Siéntate de forma que estés cómodo, pero con corrección. Evita repantingarte en la silla, hacerla girar constantemente... Esas cosas que la mayoría hacemos cuando nadie nos mira.


No te distraigas


No aproveches para mirar si te ha entrado una notificación en el teléfono o en el ordenador. Es una falta de respeto hacia el entrevistador y te hará perder el hilo de lo que estás diciendo tú o de lo que está hablando tu interlocutor.


Silencia las ventanas emergentes para que no te entretengan durante la entrevista.


Sólo me queda desearte mucha suerte en tu próxima entrevista de trabajo on-line.




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miércoles, 13 de mayo de 2020

25 Frases Inspiradoras sobre el Miedo

Creo que no hay nada más democrático que el miedo. Nos acompaña a lo largo de la vida a todos, ricos o pobres, mujeres y hombres, niños y mayores, con o sin formación, empleados y parados...


Y podemos sentir miedo de muchas cosas, con o sin motivos. A la enfermedad, a la muerte propia o de los seres queridos, al abandono, al rechazo, al desamor, al cambio, a perder el trabajo, a no contar con ingresos suficientes, a perder el control, a no ser capaz de realizar una tarea, a suspender un examen, a hablar en público... Los miedos son infinitos.


Lo peor de todo es que, tal y como dice el saber popular, el miedo es libre, pero el que lo sufre no lo es. Si no se canaliza y se resuelve adecuadamente, es capaz de tomar el control de nuestras decisiones, incluso de nuestra propia vida. Pero si el miedo se reconoce, se conoce y se supera, nos hace más fuertes.


Si quieres reflexionar acerca de tus temores, sean los que sean, en este post comparto contigo mis 25 frases preferidas sobre el miedo y el coraje.


25 frases inspiradoras sobre el miedo


1.- “Los miedos que no enfrentamos se convierten en nuestros límites”.

Robin Sharma


2.- “Los límites, como los miedos, a menudo son solo una ilusión”.

Michael Jordan


3.- “A nada se le debe temer en la vida, sólo se le debe comprender”.

Marie Curie


4.- “No tengas miedo de tener miedo. Tener miedo es una señal de sentido común. Solo los idiotas completos no le temen a nada.

Carlos Ruiz Zafón


5.- “Nunca sabes lo fuerte que eres... hasta que ser fuerte es la única opción que tienes”.

Cayla Mills


6.- "El que no vence todos los días el miedo no ha aprendido el secreto de la vida".

Ralph Waldo Emerson


7.- “El que haya superado sus miedos será verdaderamente libre”.

Aristóteles


8.- “No se puede cambiar todo lo que se enfrenta, pero nada se puede cambiar hasta que se enfrenta”.

James Baldwin


9.- “Enfréntate a tus miedos, enuméralos, conócelos y solo entonces podrás dejarlos de lado y seguir adelante”.

Jerry Gille


Hombre mirando hacia el vacío desde una cumbre


10.- “Enfrenta tus miedos y deja de permitir que la mente te mantenga cautivo”.

Mooji


11.- "Si intentas deshacerte del miedo y la ira sin saber su significado, se harán más fuertes y volverán".

Deepak Chopra


12.- “Solo hay una cosa que hace que un sueño sea imposible de lograr: el miedo al fracaso”.

Paulo Coelho


13.- “No tengas miedo de tus miedos. No están ahí para asustarte. Están ahí para hacerte saber que algo vale la pena”.

C. JoyBell C.


14.- “La inacción genera dudas y miedo. Acción genera confianza y coraje. Si quieres vencer el miedo, no te sientes en casa y pienses en ello. Anda y busca algo qué hacer”.

Dale Carnegie


15.- “Solo aquellos que se arriesgarán a ir demasiado lejos pueden descubrir hasta dónde se puede llegar”.

T. S. Eliot


16.- “Ser valiente no es la ausencia de miedo. Ser valiente es tener ese miedo pero encontrar la manera de superarlo”.

Bear Grylls

Escritorio con pizarra que tiene escrito "Be brave"


17.- “El valor no es la ausencia de miedo, sino el juicio de que algo más es más importante que el miedo”.

Ambrose Redmoon


18.- “De algunos se cree que son valientes por que tuvieron miedo de escapar”.

Ralph Waldo Emerson


19.- “El coraje no es tener fuerza para continuar, sino continuar cuando no tienes fuerza”.

Napoleon Bonaparte


20.- “No tengo miedo a las tormentas; porque estoy aprendiendo a manejar mi barco”.

Louisa May Alcott

Mujer con las manos sobre la boca y la barbilla reflexionando


21.- “La curiosidad conquistará el miedo más todavía que la valentía”.

James Stephens


22.- “La valentía es contagiosa. Cuando un hombre adopta una posición firme, las columnas vertebrales de los demás se enderezan también”.

Billy Graham


23.- “Asustado es cómo te siente sientes. Valiente es lo que haces”.

Emma Donoghue


24.- “Aquel quien pierde sus riquezas pierde mucho; aquel quien pierde a un amigo pierde más; pero el que pierde el valor lo pierde todo”.

Cervantes


25.- "Puedes descubrir lo que más teme tu enemigo al observar los medios que usa para asustarte".

Eric Hoffer



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miércoles, 6 de mayo de 2020

Cosas que (Nunca) Deberías Compartir en Redes Sociales

El anonimato que proporcionan las redes sociales cambia cómo percibimos y valoramos nuestra privacidad e incluso la de los demás. Y también evita que nos tomemos en serio la seguridad.

 
Tendemos a pensar que lo que publicamos únicamente lo vemos nosotros y unos pocos amigos, que podemos expresarnos sin inhibiciones y que nada de lo que posteemos tendrá consecuencias. Pero no, la realidad es muy diferente, porque lo que publicamos puede tener consecuencias negativas para nosotros mismos y para otras personas.

 
Y que no se me malinterprete, soy partidaria de las redes sociales. Las considero útiles, entretenidas... e inevitables. Pero sí que pienso que no hay que confundirlas con las relaciones cara a cara, ni con un parapeto en el que escudarse para hacer lo que nadie se atrevería a decir en persona.

 
Creo que hay utilizarlas con mesura, con un objetivo definido, con respeto hacia uno mismo y hacia los demás y teniendo en cuenta las consecuencias. Porque hay consecuencias, positivas y negativas. Y las negativas lo son todavía más que en persona, porque permanecen en Internet casi de forma perenne, mientras que hay palabras que se las lleva el viento, o al menos.

 
Y los efectos adversos de un mal uso de las redes sociales afectan a lo personal, pero también a lo profesional.

 
Desde luego, todos somos libres de expresarnos como consideremos oportuno. Y haciendo uso de esa libertad de expresión en este post quiero compartir aquello que considero que nunca deberías compartir en redes sociales, para no tener que sufrir las consecuencias.


Cosas que (nunca) deberías compartir en redes sociales

 
¿Me acompañas en este recorrido?

 
Tu fecha de nacimiento completa

 
Si bien a todos nos gusta que nuestros amigos en redes sociales nos feliciten por nuestro cumpleaños, facilitar la fecha completa puede facilitarle las cosas a quienes quieran robar tu identidad.

 
Tu dirección completa

 
¿Irías dando tarjetas con tu dirección personal a todo el mundo por la calle? ¿Por qué hacerlo entonces on-line? Es una información realmente delicada que hará las delicias de cualquier tipo de malhechores que quieran robarte, atacarte, secuestrarte o robar tu identidad.

 
Tu número de teléfono

 
Tu teléfono personal no debería aparecer en las redes sociales de forma pública. Te hace objetivo de spammers y vendedores de todo tipo, y también de los delincuentes. Cruzando tu número con otros datos pueden completar tu perfil y darte más de un susto.


Smartphone

 
Tu ubicación

 
Comunicar a todo el mundo dónde estás en cada momento es una muy mala idea. Por una parte, los ladrones pueden utilizar esta información para robar tu casa mientras estás fuera. Por otra, puedes ser una víctima fácil de acosadores y otros delincuentes que puedan atacarte. 


Imagina que publicas tu ubicación y tu recorrido mientras haces running por una zona poco poblada y hay alguien que quiere hacerte daño... no te digo más. Aunque también es importante para tu privacidad. Quizás no quieres que tu jefe, tus padres o tu pareja sepa siempre dónde estás.


Ya sabes, desactiva la geolocalización.


Geolocalización

 
Las palmas de tus manos

 
Aunque te parezca de ciencia ficción, lo cierto es que una foto de las palmas de tus manos bien procesada por un ciberdelincuente puede convertirse en una imagen de tus huellas dactilares que luego pueda usarse para desbloquear dispositivos o acceder a servicios. No es fácil, pero no es imposible, así que cuidado con ello.


Tus llaves


Publicar una foto de tus llaves puede convertirse en un robo, aunque no lo creas. Con una imagen pueden replicártelas en poco tiempo con una impresora 3D.


Vacaciones

 
No es nada conveniente compartir nada sobre tus vacaciones, al menos hasta que vuelvas. Ni tu destino antes de viajar, ni cuánto tiempo vas a estar fuera, ni imágenes tuyas en el aeropuerto, ni las puestas de sol ni los cócteles a pie de piscina... nada.


Mujer esperando sentada en una piedra con una maleta a sus pies


Este tipo de información les está dando una información preciosa a los delincuentes, porque saben que tu casa está vacía. Y averiguar tu dirección es mucho más fácil que lo que piensas... 


Por cierto, esto es aplicable a la vida off-line.

 
Los nombres de tus hijos o de tus mascotas


Aunque te pueda parecer una tontería, los nombres de tus peques o de tu perro, les sirve a los ciberdelincuentes. Si te preguntas para qué, la respuesta es sencilla: para hacerse con tus contraseñas. Hay muchas personas que los utilizan para crear sus passwords o incluso para las preguntas de seguridad.  


Y lo más importante: compartir los nombres completos de tus hijos les pone en peligro fuera y dentro de las redes.
 

Información bancaria

 
Aunque evitar compartir datos bancarios es de cajón, hay quien lo hace. Y no sólo hablo de compartir el banco con el que trabajas o tu cuenta, también la tarjeta de crédito. Una simple foto de tu tarjeta le facilita el número y la caducidad a cualquiera que quiera hacer una compra o robar tu identidad.


Hombre alargando con la mano su tarjeta de crédito

 
Información financiera

 
Publicar cuánto ganas, cuánto debes o cuál es tu situación financiera es un error. Si tu situación es buena, puedes ser víctima de delincuentes de todo pelaje (extorsiones, secuestros físicos o virtuales...), e incluso de sablazos de familiares o amigos. Si es mala, es fácil que te intenten vender préstamos más o menos legales, o incluso que te quieran embarcar en estafas o negocios ilegales. También la ostentación en fotos, comentarios o lugares que frecuentas también aportan indirectamente ese tipo de información, así que ten mucho cuidado con ello.

 
Contar todo sobre ti

 
Dar pelos y señales de todo lo que haces, de todo lo que piensas y de todo lo que te ocurre no es una buena idea. No sabes quién va a leerlo y cómo lo va a interpretar. Y tampoco qué va a hacer con esa información que tan alegremente se comparte. Ni te imaginas lo que se puede hacer con todos esos datos si se tienen malas intenciones. Incluso en el mejor de los casos, puede que las personas que lean tus confesiones no se sientan cómodas leyéndolas.


Pregúntate si le contarías todo lo que sucede en tu vida a esa persona que está sentada a tu lado en el autobús o a esa otra que está detrás de ti en la fila para comprar entradas en el cine... ¿verdad que no lo harías? Pues tampoco lo hagas en las redes sociales. No todo justifica un like.


Puerta metálica con la frase: todo lo que necesitamos son más likes

 
Postear lo que no debes sobre otros

 
Si tu amiga te ha contado que está embarazada, tu hermano ha reconocido que es gay o si el marido de tu compañera de trabajo le es infiel... no lo comentes públicamente. Probablemente esas personas quieran decidir a quién se lo cuentan, no que se pregone a los cuatro vientos. La privacidad propia es importante, la de los otros lo es más todavía. Dentro de estos otros, están la imágenes de tus hijos, sobre todo las de ellos.

 
Imágenes o vídeos propios inadecuados

 
Una foto o un vídeo comprometido pueden traerte consecuencias negativas para tu imagen personal e incluso para la profesional. Pueden convertirte en diana para el ciberacoso, entre otras cosas. También pueden acarrearte problemas con tu pareja, con tu familia o con tus amigos. Y ten en cuenta que los reclutadores consultan las redes sociales de los candidatos y una imagen inapropiada puede ser la responsable de que no consigas ese puesto que tanto deseas.

 
Imágenes con metadatos


Los metadatos de las fotos facilitan información de lo más interesante para los cibermalos, entre ellas la ubicación, así que bórralos antes de subirlas. 

 
Imágenes o vídeos ajenos

 
Si has tomado fotos o vídeos de otros, o incluso son ellos los que te los han enviado, no los compartas sin su permiso. Además de estar incumpliendo la ley y poderte enfrentar a las consecuencias, estarás poniendo en riesgo la privacidad y la dignidad de otras personas. Ten presente que una foto comprometida puede dañar irreversiblemente la imagen de los demás si se comparten sin ton ni son. No hagas a los demás lo que no querrías que te hiciesen a ti.


Persona sacando una foto a otra en una terraza

 
Contenidos ofensivos

 
Publicar contenido notoriamente ofensivo siempre es una mala elección. Y no hablo de temas que puedan ser más o menos controvertidos, sino de aquellos que sabemos sin lugar a dudas que van a molestar profundamente a muchos: religión, discriminación, intolerancia, sexismo... Aunque en la mayoría de los casos lo que ofende no es la opinión, sino la manera de formularla.

 
Opiniones sobre tu empresa o sobre tu jefe

 
El hecho de desahogarse laboralmente en las redes sociales es una pésima idea. Cualquier compañero poco discreto, alguien de recursos humanos o incluso tu propio jefe puede leerlo... y ya te imaginas las consecuencias. 


También conviene evitar hablar demasiado acerca de tu empresa y de lo que haces en ella, porque puedes estar violando el acuerdo de confidencialidad.

 
Bulos

 
Cualquier cosa que parece un bulo, suena a bulo y huele como un bulo... es un bulo. Ante cualquier sospecha de que la información que te ha llegado sea falsa, no la compartas. Si lo haces estarás colaborando con aquellos que están interesados en extenderlo.


Muro con la frase: si la verdad se repite lo suficiente se convierte en política

 
Política

 
Significarse políticamente puede tener consecuencias más negativas de lo que piensas. Además de atraer comentarios desagradables por personas que piensan de otro modo, puedes molestar innecesariamente a amigos y familiares, sobre todo si las opiniones son muy agresivas. No es cuestión de ser hipócrita o de no poder expresarse, sino de ser cauto y respetuoso. 


También debes tener en cuenta que, como ya te mencionado antes, los reclutadores revisan las redes sociales de los candidatos, y puede que una opinión contraria a la suya o que sea muy violenta, puede cerrarte las puertas en esa empresa. Mi consejo es que si quieres significarte, que estás en tu derecho, lo hagas con respeto... y releyendo lo que vas a publicar antes.

 
Mala ortografía

 
Nadie está libre de cometer un error, pero los textos repletos de faltas de ortografía e incorrecciones actúan en tu contra. Son nefastos para tu imagen, especialmente para la profesional.

 
¿Qué opinas tú de estas recomendaciones?



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