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miércoles, 14 de junio de 2023

Iniciar Sesión con una Cuenta en RR.SS. y Otros Servicios: Ventajas e Inconvenientes

Cuando accedes a una aplicación o servicio en la web por primera vez, lo más probable es que te obliguen a crear una cuenta si quieres usarla. Eso requiere más o menos tiempo, facilitar datos (a veces muchos) y confirmar la cuenta, ya sabes de qué te hablo. Y es algo incómodo, y que a veces es un incordio, porque necesitas acceder a la app o la web con cierta urgencia.


Aunque hay una fórmula que promete ahorrarnos tiempo y molestias, que es registrarnos utilizando la cuenta de Google o Apple o de las principales redes sociales. De esa manera, con un único perfil, podremos registrarnos y acceder a muchas aplicaciones y plataformas. Y lo cierto es que este sistema tiene muchos pro, pero también cuenta con sus contras. 


Para que puedas decidir si utilizarlo o no, en este post quiero comentarte cuáles son las ventajas y los inconvenientes de registrarte o iniciar sesión con tus cuentas en servicios on-line o redes sociales.

 

Iniciar sesión con una cuenta en RR.SS. y otros servicios: ventajas e inconvenientes

 

Cómo funciona

 

Es una forma de gestionar y unificar más de un servicio con una misma cuenta, utilizando servicios de autenticación basados en identidad federada. Para ello emplean el estándar OAuth u Open Standard of Authorization (Estándar Abierto de Autorización). 

 

Permite compartir información de cuentas entre apps y webs. 

 

El servicio al que se quiere acceder pide al usuario la autenticación, y éste le solicita a un servicio de autenticación federada (Google, Apple o a una red social) un aval para que nos identifique y comparta ciertos datos con el servicio, una vez que ha verificado que quien se quiere registrar con el perfil realmente somos nosotros. 

 

El servicio ante el que te autenticas tendrá acceso a determinada información, pero nunca a tu contraseña de acceso para Google, Apple o la red social. 


Lupa sobre un teclado de ordenador


Ventajas

 

Se reduce el número de identificaciones que utilizamos.

 

Evita tener que rellenar datos y formularios, con las molestias y pérdida de tiempo que requiere.

 

Puede ser la opción más segura si el servicio no es muy fiable, especialmente si va a haber intercambio de datos bancarios o sensibles, puesto que las grandes corporaciones suelen tener medidas de seguridad más fiables.

 

Inconvenientes


Puedes perder el control sobre tus datos. 


Pueden utilizar tus datos para otros fines distintos para los que has dado tu consentimiento.

 

Google, Apps o la red social tendrán todavía más datos sobre ti, puesto que sabrá que aplicaciones o sitios visitas. Y eso implica que sabrá qué haces, qué te gusta, qué compras, qué vistes... Te perfilarán más y mejor, y lo harán con tu beneplácito.


Si hay un ataque, los ciberdelincuentes tendrán acceso a mucha información del perfil o cuentas, aunque no puedan conseguir tu password. Si el ataque ocurre, únicamente tendrías que cambiar la contraseña y hacer control de daños. 


Iniciar sesión


Algunos consejos


No te instales apps ni te registres en servicios sin ton ni son, valora si realmente vas a hacer uso de ellos. Si no es así, es mejor que los evites.

 

Valora los permisos que le concedes a cada aplicación. Procura ser lo más restrictivo posible, lo justo para que funcione como debe, nada más. Si hay algún permiso importante que es necesario y es posible, elige la opción de que funcione únicamente cuando usas la app. 


Revisa las aplicaciones y servicios de forma periódica para comprobar si los permisos que has concedido son necesarios. Además, ten en cuenta que cada cierto tiempo se cambian las políticas de privacidad y condiciones, por lo que conviene saber si ha cambiado algo. También debes hacerlo con las actualizaciones. 


Cierra las cuentas que ya no uses y con las que hayas registrado con servicios de los proveedores de Internet o redes sociales. Y también en las que te hayas registrado sin usarla, desde luego. 

 

Móvil con apps sociales y café al lado

 

No utilices este método para acceder a apps y servicios que vayas a usar una única vez o de forma muy puntual. Tampoco lo hagas si no son muy confiables.  

 

Puedes crear una cuenta en Apple, Google o en redes sociales únicamente para hacer uso de la autenticación federada. No aportes más información de la necesaria al crearla, si la uses para otros fines. Así podrás mantener tu privacidad y tu seguridad.


Espero que esta información te ayude a decidir si te registras o no utilizando servicios de autenticación con identidad federada. Respetando cualquier elección, personalmente no la utilizo nunca, y no lo hago por motivos de privacidad.


 

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miércoles, 17 de mayo de 2023

Cómo Afecta Tu Huella Digital a la Búsqueda de Empleo

Seguro que sabes lo que es la huella digital, o al menos has oído hablar de ella. Pero... ¿sabes realmente la repercusión que tiene en tu vida?

 

Y es que tu huella digital en Internet tiene más importancia de la que crees, puesto que no sólo afecta a tu vida privada, también lo hace, y mucho en tu vida profesional. De hecho, privado e Internet son dos términos que son bastante incompatibles ahora mismo. 

 

En este post quiero compartir contigo cómo puede llegar a afectar esa huella que dejas en Internet en tu búsqueda de empleo.

 

Cómo afecta tu huella digital a la búsqueda de empleo

 

Qué es la huella digital

 

Es el conjunto de acciones y de presencia que se tiene en la Red y que dice de ti quién eres, cómo te muestras a los demás, cómo te ven los otros, cómo interaccionas con ellos, tu forma de actuar, tus intereses, tus hobbies, tus filias y tus fobias, tus contactos... Es un rastro que se va dejando en Internet y que puede rastrearse hasta ti. Ahí es nada. 

 

¿Realmente tiene consecuencias a la hora de buscar trabajo?

 

Los reclutadores pueden tener acceso a tu huella digital, y con mucha frecuencia lo hacen. Desde googlearte hasta visitar tus perfiles en redes sociales (incluso aunque no seáis contacto), incluso pueden utilizar otros medios según el tipo de empleo al que optes. Piensa que más de un 50% de ellos van a rastrear tu huella digital en mayor o menor medida.

 

Mujer con un portátil y un cuaderno de notas al lado

 

Consejos para cuidar tu huella digital

 

Ten en cuenta que cuidar tu imagen digital no es un sprint, es una carrera de fondo que requiere inteligencia, esfuerzo, trabajo y tiempo.

 

Dedícale tiempo a pensar en la imagen que quieres transmitir, con qué imagen quieres presentarte al mundo, las habilidades y conocimientos que quieres promocionar, los defectos que te gustaría minimizar (que no esconder)...

 

Revisa de forma objetiva todo lo relacionado con tu huella digital, y hazlo desde el punto de vista más objetivo posible.  

 

Separa en Internet tu vida privada y tu vida profesional. Ten distintos perfiles para cada una de ellas.

 

Piensa detenidamente si lo que vas a hacer público te conviene:  la información que compartes, los comentarios que haces, los grupos a los que te unes, en dónde te registras o los likes que regalas. 

 

Portátil, taza de café, bloc de post it y papeles arrugados

 

Procura que el nombre de tu perfil te describa y te represente, y no sea demasiado "especial" o provocador.

 

Revisa tus publicaciones, tus imágenes y vídeos, los grupos, los comentarios propios y ajenos, cómo te han etiquetado otros, los debates y conversaciones en los que has participado, tus contactos...

 

Evita publicar todas tu vida (y la de los demás) en las redes sociales, porque siempre es una mala idea. Es una forma de exponerse sin necesidad y que entraña riesgos en cuanto a a tu privacidad y tu seguridad. 

 

Evita los comentarios groseros o negativos, los insultos, los que implican opiniones políticas o ideológicas extremos, las críticas despiadadas, el postureo integral...

 

Ya sé que lo que se publica cuando se es muy joven, incluso cuando se es todavía adolescente, puede no ser lo más adecuado, pero puede pasar factura más adelante. Por eso es tan importante informar a niños y adolescentes de lo que puede suponer un mal paso para su futuro. 

 

Ten mucho cuidado con las críticas o comentarios negativos de tu empresa, jefes o compañeros, tanto los presentes como los pasados. Cualquier reclutador que vea una miríada de comentarios mordaces sobre aquellos con los que trabajas o has trabajado, probablemente no te incluya en ningún proceso de selección.  

 

Ten en cuenta que compartir información sobre tu empresa, jefes, clientes o compañeros sin su autorización puede vulnerar su derecho a la privacidad, la propiedad intelectual o industrial. Y en muchos casos puede que te hayan hecho firmar algún contrato de confidencialidad o secreto, por lo que puedes encontrarte en un verdadero problema si no mantienes la debida discreción.  


Hombre en redes sociales

 

Pide a los demás que no te etiqueten sin tu conocimiento ni tu permiso.

 

Escribe siempre de forma correcta, evitando las faltas de ortografía y gramática. 

 

Participa en conversaciones sobre temas de los que tenga conocimiento, que te interesen y en las que puedas aportar algo. 

 

Procura publicar siempre que puedas contenido relevante. Eso no significa que todo lo que compartes sea muy serio y sesudo, pero sí que tenga valor, incluso si tiene que ver con el humor o el entretenimiento.  


Hombre publicando contenido en su smartphone

 

En redes sociales configura tu privacidad del modo más restrictivo posible, pero que no afecte al rendimiento profesional que puedas obtener de ellas.

 

Haz un listado de las redes sociales en las que estás presente y valora si deberías tener perfiles en todas ellas, o quizás debas cerrar algunas. Aquellas en las que no tengas actividad, las que no ofrezcan la imagen que quieres transmitir o que no encajen ya contigo, es mejor cerrarlas. 

 

Analiza tu perfil en las diferentes sociales en las que estés presente. Si no te sientes capaz de ser lo suficientemente objetivo, puedes pedir ayuda a alguien que te ofrezca su opinión. Esa persona debe ser ecuánime, sincera (que no sincericida) y debe apreciarte realmente. Y, por supuesto, tiene que estar al día en redes sociales, porque es difícil ofrecer una crítica certera sin haber entrado jamás en una. 

 

Iconos de redes sociales

 

Tu huella digital también incluye las webs que has visitado, las apps que te has descargado, las compras que has realizado, el contenido que has publicado en blogs y otras plataformas para compartirlo, las cookies que permites... 

 

Deja de visitar webs que puedan ser negativas para tu imagen personal y profesional. 

 

Elimina todo aquello que te pueda perjudicar y que no encaja con los que quieres que se sepa de ti.

 

Si hay algo realmente delicado y que no puedes eliminar por tus propios medios, ejercita el derecho al olvido que todos tenemos en Internet. No es fácil, de hecho. Muchas veces no se consigue, pero es importante que todos (intentemos) hacer valer nuestros derechos. 

 

Si no puedes retirar algún contenido o información incómoda, prepárate para hacerle frente en la entrevista de trabajo. En caso de que te pregunten por ello, no te pongas a la defensiva, ofrece una explicación honesta y profesional (minimizando los daños, pero sin mentir).

 

Cuida tu huella digital todo lo posible, es más importante de lo que puede parecer a primera vista. 


 

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miércoles, 5 de abril de 2023

Consejos para Usar las Redes Sociales de Forma Responsable

Las redes sociales tienen muchos seguidores, pero también muchos detractores, como casi todo aquello que combina tecnología y comunicación. Aunque lo cierto es que tanto los partidarios como los detractores hacen uso de ellas, porque incluso muchos de los que reniegan públicamente con orgullo de esas redes las usan en privado.


Lo cierto es que pueden ser tan útiles como perversas, como la mayor parte de los grandes inventos, y quizás la diferencia no la marcan las propias redes, sino el uso que hacemos de ellas. 


En este post quiero reflexionar acerca de los beneficios y desventajas de las redes sociales y algunos consejos para usarlas de forma responsable.

 

Consejos para usar las redes sociales de forma responsable

 

¿Positivas o negativas?

 

Las redes sociales son positivas, por supuesto, porque permiten contactar con otras personas, retomar el contacto con aquellos a los que quizás habíamos perdido la pista, ampliar relaciones y enviar mensajes. También son muy útiles como escaparate para nuestras actividades profesionales o para nuestros negocios, pero también pueden esconder ciertos riesgos. 

 

Pueden generar problemas de salud, tanto físicos como mentales, crear adición, ser utilizados para estafar o acosar a los usuarios o simplemente hacerte perder tiempo de forma innecesaria.  


Cómo usar las redes sociales de forma responsable

 

Infórmate acerca de los riesgos y del funcionamiento de las redes antes de usarlas, y luego actúa en consecuencia. 

 

Revisa las condiciones de uso del servicio. 

 

No confíes en la configuración de privacidad de las redes sociales. Aunque merece la pena configurarla correctamente, lo cierto es que no te asegurará que puedan ver el contenido que publicas, copiarlos, hacer capturas de pantalla o compartirla con otras personas.

 

Utiliza las redes sociales para construir una imagen personal y profesional, siempre desde el punto de vista positivo y productivo. 

 

Persona utilizando una red social con el portátil y el móvil en la mano

 

Márcate unas características principales por las que quieres que te conozcan y ciñe los contenidos, el estilo y el tono de lo que publicas a esas características. 

 

Nombra tus cuentas de una forma coherente e inteligente. El nombre es tu tarjeta de visita y forma parte de tu imagen personal y profesional.

 

Son una herramienta y deben funcionar como tal, no convertirse en una forma de esclavitud. 

 

Ten siempre presente que el control de las redes sociales lo debes tener tú. Si quieres tomarte unas vacaciones, crees que debes limitar su uso o si tomas la decisión de cerrar tu perfil, hazlo. 

 

No tienes obligación de estar conectado constantemente, créeme.

 

Es importante administrar el tiempo que le dedicamos a las redes sociales. Si no eres capaz de hacerlo por ti mismo, puedes recurrir a técnicas y aplicaciones que ayuden a controlar tu actividad en ellas. 

 

Desactiva las notificaciones en tu teléfono, tablet u ordenador. Te harán estar pendiente de ellos y perderás el tiempo o dejarás de prestar atención a lo que te rodea. 

 

No caigas en la trampa del scroll infinito, porque las redes están diseñadas para ello. Para evitarlo no hay nada mejor que utilizarlas siempre con un fin, no para pasar el tiempo. No deben ser un sustituto del entretenimiento genuino o paliativo del aburrimiento, porque termina en adición. 

 

No sigas por defecto las sugerencias de las redes sociales y toma la decisión de qué ver o a quien seguir por ti mismo. 

 

Evita caer en el clickbait. Hay una gran cantidad de titulares que están diseñados para llamar la atención del usuario: contenidos escandalosos, truculentos o controvertidos. Y detrás de esos titulares no hay más que un cebo para incautos, porque el contenido no tiene nada que ver con lo que prometían. 

 

Analiza las emociones y sentimientos que te produce el uso de las redes sociales. Si son negativos, evita utilizarlas o al menos controla qué ves y cuánto tiempo pasas en ellas.

 

No te lleves el teléfono al dormitorio por la noche y no lo consultes unas horas antes de meterte en la cama. La luz azul de este tipo de dispositivos te impedirá conciliar el sueño si lo usas poco antes de irte a dormir. Por otra parte, el hecho de consultar tus RR.SS. te mantendrá entretenido y despierto más tiempo del necesario, con lo que perderás horas de sueño.

 

Ten mucho cuidado con el famoso FOMO (Fear of Missing Out) o miedo a perderse algo, porque es el camino más directo a descuidar tu trabajo o tus relaciones. Y al final siempre te perderás algo... y no ocurre nada por ello.

 

No descuides tu vida off-line. Mantén el contacto directo con otras personas, practica tus habilidades sociales y disfruta de la compañía de otros, es más importante de lo que quieres. 


Fila de personas abstraidas con sus smartphones

 

Lo que publicas en redes sociales forma parte de tu imagen personal, pero también de la profesional, porque cualquiera relacionado con tu trabajo puede tener acceso a la información que publiques, de forma legítima si los contenidos son públicos, o de otras maneras menos lícitas sea cual sea la configuración de privacidad que hayas establecido. 

 

Si no quieres que algo se sepa o se comparta, no lo publiques, ni siquiera con tus amigos o contactos más íntimos. 

 

Si no dirías algo en persona, no lo hagas en las redes sociales.  

 

No hables de otros, especialmente si vas a aportar información u opiniones que a ti no te gustaría que se difundiese y que les pueda humillar o perjudicar. 

 

No utilices las redes sociales para descargar tu ira, tu odio o tu frustración, porque es algo que perjudicará a tu imagen personal y profesional, o incluso constituir un delito.  

 

Respeta la opiniones y las ideas de los demás, del mismo modo en que debes exigir que los demás te respeten a ti. 


Mujer con smartphone en la mano, delante de un portátil en un estudio de artista

 

Tampoco te aconsejo que hables de penas o desgracias, porque ofrecerá de ti una imagen vulnerable que pueden aprovechar algunos desalmados y oportunistas. Si quieres desahogarte, hazlo en persona y únicamente con aquellos de tu entera confianza. 

 

No publiques nada que sea delictivo, y tampoco lo compartas.

 

No aceptes a cualquiera que quiera ser tu contacto. Si no le conoces de nada, lo más probable es que no te aporte nada. Si no lo harías en persona, ¿por qué hacerlo on-line?

 

Compartir demasiada información es malo para ti, porque conseguirán elaborar un perfil tuyo mucho más ajustado y más sesgada será la información que recibas, y más fácil será que puedan engañarte o estafarte.

 

Nunca compartas información de terceros de forma innecesaria, maliciosa o sin su permiso. Además de violar su intimidad, puedes perjudicarles más de lo que piensas.

 

Mujer con móvil en la mano, mirándolo con cara de desagrado

 

Ten cuidado con los contenidos que publicas de otros, porque pueden estar sujetos a derechos de autos, propiedad intelectual o industrial. 

 

Nunca facilites información acerca de tus vacaciones o tus planes. Si quieres hacerlo, es mejor que lo hagas a posteriori, puesto que evitarás posibles robos en tu domicilio. Por otra parte, hacer alarde de viajes y actividades muy ostentosas, pueden ponerte en la diana de los envidiosos... y los delincuentes. 

 

Los contenidos públicos y que puedan ver los amigos de tus amigos, pueden ser peligrosas. Procura restringir el acceso al máximo. 

 

En principio desconfía de todo aquello que aparezca en las redes sociales, porque hay contenidos que se utilizan para manipular (ingeniería social), se miente o se maquilla mucho la realidad. No quiere decir que todo sea mentira, pero sí que conviene contrastar la información por otros medios. 

 

Sigue únicamente a quien te aporte algo positivo y que te inspire de algún modo. 

 

No sigas a perfiles que te resulten negativos, que te causen estrés por cualquier motivo o que te disgusten de algún modo.

 

No regales likes y dislikes a diestro y siniestro. Por una parte, estás facilitando una información preciosa a las redes acerca de lo que te gusta y lo que no, con lo que el perfil que tienen de ti cada vez es más preciso. Por la otra, es una forma de alimentar a ciertas personas que son esclavos de lo que otros opinan de ellos y sus publicaciones.

 

Persona sosteniendo un smartphone con un "me gusta" sobre él

 

No asocies los me gusta con tu autoestima. Tú eres mucho más que un like o un dislike

 

Cierra siempre la sesión cuando consultes tus cuentas en equipos de uso público o compartido. 

 

Si te ves afectado de algún modo negativo, denuncia. 

 

Las redes sociales no tienen por qué ser negativas si se usan con un objetivo y de forma responsable. 

 


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miércoles, 24 de agosto de 2022

¿Conviene Permitir el Uso de Redes Sociales a los Trabajadores?

Empresarios, empleados y redes sociales son una combinación difícil de gestionar de una forma satisfactoria para todas las partes. Muchos empleadores no son muy partidarios de que sus trabajadores utilicen las redes sociales durante su jornada laboral. Y muchos empleados no pueden (y no quieren) dejar de hacerlo. Por otra parte, la mayoría de las empresas tienen perfiles en redes sociales y requieren de la colaboración de los trabajadores, al menos de algunos de ellos, para mantenerlos activos y eficientes. Un equilibrio difícil de mantener, sin duda. 


En este post quiero comentarte cuáles son los inconvenientes y las ventajas para la empresa a la hora de permitir el uso de las redes sociales por parte de sus empleados, así como algunos consejos para no equivocarse.

 

Personalmente creo que lo ideal es conjugar los intereses del empresario y el empleado, sin prohibir el uso de sus redes sociales personales, pero exigiendo responsabilidad y sentido común. 


¿Conviene permitir el uso de redes sociales a los trabajadores?


Inconvenientes

 

El uso de las redes sociales durante la jornada laboral, salvo que hacerlo esté incluido en los cometidos por los que se ha contratado al trabajador, implica restar tiempo de trabajo efectivo. Evidentemente, no ocurre nada por consultar las notificaciones una o dos veces y que esto lleve 5 o 10 minutos, pero lo habitual es que esos minutos realmente se conviertan en horas. 

 

Incluso el hecho de consultar las redes sociales durante unos instantes, puede hacer que el trabajador perder la concentración y repercutir negativamente en tu trabajo. 

 

Cuando se comparte información acerca del trabajo del mismo modo en que una buena parte de usuarios hace con su vida privada, puede convertirse en un serio problema para la empresa. Hablar abiertamente del propio trabajo, de los proyectos que se están acometiendo, de la política de la empresa, de los rumores acerca del estado financiero de la compañía, de los jefes o compañeros puede poner en riesgo su imagen empresarial y personal, su privacidad, su seguridad e incluso su integridad en casos extremos. Por no hablar de que se pueden estar violando cláusulas de confidencialidad recogidas en el contrato laboral. 

 

Por otra parte, el uso de redes sociales en dispositivos propiedad de la empresa puede conllevar el riesgo de ciberataques. 

 

Iconos de redes sociales

 

Beneficios

 

El hecho de que el trabajador tenga permiso explícito (aunque con limitaciones y normas) para utilizar sus redes sociales, es un gesto de confianza y autonomía por parte de la empresa que se suele agradecer.

 

En muchos casos, el uso de redes sociales puede facilitar el trabajo de los empleados, sobre todo si deben consultar noticias, novedades o información relativa a clientes, proveedores o competidores. 

 

Para la empresa puede ser una manera excelente de mejorar su imagen a través de los empleados que utilicen las redes sociales, siempre que se haga de forma segura, respetuosa y correcta.  

 

Puede mejorar la comunicación interna y la interacción entre el personal de la compañía, si se fomenta un uso adecuado. 


Persona consultando redes sociales con el portátil y un smartphone en la mano


Consejos para no equivocarse

 

La empresa debería establecer unos códigos éticos internos o de buena conducta para el uso de las redes sociales (dentro de una política del uso de Internet, herramientas digitales y dispositivos) durante la jornada laboral que sea clara y racional. Y el trabajador debería consultarla y respetarla. 


También se pueden llevar estos códigos éticos internos o de buena conducta al propio convenio colectivo.

 

El empleado debería consultar cuáles son las políticas de la empresa en cuanto al uso de los dispositivos y de la red de la empresa.

 

El trabajador debería revisar su contrato y todas sus cláusulas, también las relativas a lo que puede compartir relacionado con la empresa y lo que no a través de cualquier medio, incluidos los digitales.

 

Mujer consultando su smartphone mientras está delante de un portátil

 

Si el trabajador no tiene claro si puede usar las redes sociales, así como qué puede publicar y qué no, debería consultarlo antes con el departamento de Recursos Humanos.

 

Ante la duda, mi consejo es que el empleado no utilice redes sociales (personales) durante la jornada laboral y no que comparta nada que tenga que ver con el trabajo, los jefes o los compañeros. 

 

Si finalmente el trabajador va a compartir algo relacionado con sus proyectos o con la empresa en general, debería evitar hacerlo de forma pública, limitando el acceso a un grupo concreto y (relativamente) controlado. 

 

Es recomendable pedir que se desactiven las notificaciones, tanto en el smartphone como en el PC o portátil, para que no distraigan al trabajador ni al resto de los compañeros. 

 

Es importante que el empleado tenga claro que los comentarios ofensivos o desagradables sobre la empresa, superiores o compañeros, sobre todo si lo hace de forma pública, porque puede ser motivo incluso de despido.

 

¿Qué opinas tú al respecto? Me interesa conocer qué piensas, tanto si eres empresario como si eres trabajador.  


 

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miércoles, 14 de abril de 2021

Qué Riesgos Corres Si Facilitas Demasiada Información en Internet

A la mayoría de nosotros nos molesta que otros curioseen en nuestra vida privada. Nos quejamos de que nuestros padres (o nuestros hijos) quieran controlarnos. Odiamos que nuestros compañeros/cuñados quieran fiscalizar hasta la más pequeña decisión que tomamos. Nos fastidian los vecinos a los que les gusta más una mirilla o una ventana que una serie de Netflix. 

 

Nos encanta mantener a salvo nuestra privacidad y nuestra intimidad. Pero... ¿por qué entonces compartimos todo tipo de información, incluso la más delicada, en Internet? Porque lo hacemos (casi) todos.

 

Y esa forma despreocupada de facilitar información a diestro y siniestro no sólo pone en riesgo nuestra privacidad y nuestra intimidad (esa que no quieres compartir off line bajo ningún concepto), también pone en peligro tu dinero y tu seguridad personal. 

 

Si quieres saber más acerca de las consecuencias de compartir demasiada información en Internet, te invito a que continúes leyendo. 


Qué riesgos corres si facilitas demasiada información en Internet


Qué consecuencias puede tener el hecho de compartir demasiada información


Tu información personal es muy valiosa para las empresas, puesto que la van a utilizar para venderte más y mejor. Con ella son capaces de elaborar perfiles sumamente certeros: edad, género, poder adquisitivo, ubicación geográfica, hábitos de compra, gustos personales... Y eso no tiene nada que ver con lo que suelen alegar (mejorar la experiencia de compra, presentar productos más interesantes...), sino de venderte la moto.

 

Los expertos en ingeniería social utilizan esa información para manipular a los incautos usuarios. Cada dato, cada perfil que se sigue, cada like, cada comentario, todo ello ayuda a perfilar al usuario... y a dirigirle hacia donde les interesa.

 

Tus datos también son de lo más útiles para los ciberdelincuentes. Los utilizan para fines tan peligrosos para ti y tu seguridad como:


  • Robo de tu dinero o de tu casa.
  • Pueden acceder a tu cuenta corriente, usar o pedir en tu nombre tarjetas, solicitar créditos...
  • Usurpación de identidad.
  • Pueden reconstruir tu identidad juntando las piezas que poco a poco vas dejando en línea.
  • Acoso.
  • Extorsión.
  • Ataques y secuestros.


Cibercriminal semiescondido detrás de una máscara

 

Información que no deberías compartir, salvo cuando sea estrictamente necesario


Evita compartir el número de tu DNI, pasaporte o NIE cuando no sea absolutamente necesario. Y en la mayor parte de los casos no lo es. Por sí mismo tu identificación informa de tu nombre, de tus apellidos, de tu edad, de tu domicilio... ¿te imaginas la cantidad de cosas (malas) que se pueden hacer con esos datos? Y si además le sumas otra información que hayas proporcionado empeora, créeme.

 

Tampoco se debe compartir el número de la Seguridad Social o de la sociedad médica con la que trabajes. Esta información se puede usar para cometer todo tipo de delitos, también para hacerse pasar por ti y aprovecharse de tus coberturas.

 

No facilites tu teléfono a cualquiera. Ni el fijo, ni el móvil. Ambos datos pueden usarse de tal modo que te perjudiquen. En el mejor de los casos a quien se lo facilites puede usarlo para venderte sus productos cuando lo desee, o incluso puede cedérselo a otros (muchos) para que hagan lo mismo. ¿O no te has preguntado por qué te llaman tantos teleoperadores para darte la tabarra a cualquiera hora? También puede emplear el teléfono fijo para comprobar si estás en casa. O para completar tu perfil si quieren suplantar la identidad. O para acosarte.

 

Si tienes que proporcionar tu número de teléfono con frecuencia cuando haces compras on-line o cuando trabajas con ciertos servicios, puedes usar dos números. Procura que el móvil que uses para este fin no tenga la geolocalización activada, incluso que no tenga ni Internet. 

 

Tampoco des sin ton ni son tu dirección de correo electrónico en sitios web o aplicaciones poco fiables. Mi consejo es que para esos casos te crees una dirección de email gratuita para ellos. Así evitarás spam, correos maliciosos y otros ataques en tus cuentas principales. Es fundamental que manejes esta cuenta secundaria con mucho cuidado, que no abras correos extraños, que no sigas enlaces sospechosos, que revises cuidadosamente cada correo que te llegue, que seas paranoico por definición con todo lo que te llegue... Ni te imaginas lo útil que es este truco.

 

Aunque es obvio, es importante recordar que no se deben proporcionar números de cuenta corriente o de tarjetas de crédito en lugares no seguros. Esto es aplicable a las páginas web no seguras, a las aplicaciones que no deban tener esos datos y que sean potencialmente peligrosas, a cuentas de mensajería instantánea no verificadas, en redes sociales, etc. Esa información puede llevar a los delincuentes a hacerse fácilmente con tu dinero. Ojo con ello.

 

Documentos confidenciales

 

También hay otro tipo de información que no parece tan delicada a primera vista, pero que sí que lo es cómo datos de tu vehículo (matricula, modelo, año de fabricación...), pólizas de seguros, etc.

 

Evita compartir sin necesidad información laboral. Es muy útil para personas que quieran suplantar tu identidad, para estafarte si estás buscando empleo, etc.

 

No facilites tu ubicación si no es necesario. Nadie tiene porqué saber dónde estás en cada momento. Las empresas lo pueden usar para conocer tus hábitos de vida y consumo para utilizarlos en su beneficio. Los criminales los emplearán para saber cuándo no estás en casa y poder hacer de las suyas O para acosarte o atacarte, porque saben dónde y cuándo hacerlo.


Hay información que se solicita (redes sociales, apps, retos virales...) o que se comparte de forma voluntaria que puede parecer inofensiva y no lo es en absoluto. Un ejemplo: el nombre de tu mascota o la ciudad en la que naciste suelen ser la respuesta a preguntas de seguridad de muchos servicios en línea. 

 

El nombre de tus hijos o de tu pareja pueden informar de tus contraseñas o incluso servir a los delincuentes que se dedican a los falsos secuestros virtuales. Sí, esos en los que te llaman a casa y te dicen que tienen a tu hijo, dándote su nombre y apellidos.

 

Hombre delante de una pantalla del ordenador


También hay otros datos que se pueden utilizar para averiguar las contraseñas de muchas personas: equipo de fútbol, vehículo (modelo o matrícula), escuela o universidad en la que se ha estudiado, libros que te han marcado, comida o bebida favorita, etc.

 

Las fotos pueden ponerte en riesgo a ti y a las personas que aparezcan en ellas. Pueden usarse para usurpar tu identidad, entre otras cosas. También pueden emplearse para rastrear dónde y con quiénes estás, qué haces, qué lugares suelen visitar, etc. Y estoy hablando únicamente de fotos inofensivas. 

 

Si ya se trata de fotos más comprometidas, los malos puede usarlas para acosarte o extorsionarte. Y los buenos, los reclutadores, pueden ver en esas fotos delicadas la razón perfecta para sacarte ipso facto de un proceso de selección. 

 

Y mucho ojo con las fotos de tus hijos, sobrinos, nietos o de otros niños, porque los pederastas y pedófilos pueden usarlas para traficar con ellas. O peor todavía, para localizarles en persona. Las fotos llevan metadatos, con lo que se puede obtener mucha información, incluso dónde y cuándo se ha tomado. Si a eso se le añaden otros datos como el nombre del niño, es una forma de ponérselo más fácil a esos depravados si se quieren acercar al pequeño para ganarse su confianza.

 

La información controvertida de sesgo político o religioso, la de tipo sexual o cualquiera potencialmente delicada, puede ponértelo difícil con tus futuros empleadores.

 

Por favor, antes de compartir información en Internet, valora si es realmente necesario y las consecuencias que puede tener para ti.

 


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miércoles, 6 de mayo de 2020

Cosas que (Nunca) Deberías Compartir en Redes Sociales

El anonimato que proporcionan las redes sociales cambia cómo percibimos y valoramos nuestra privacidad e incluso la de los demás. Y también evita que nos tomemos en serio la seguridad.

 
Tendemos a pensar que lo que publicamos únicamente lo vemos nosotros y unos pocos amigos, que podemos expresarnos sin inhibiciones y que nada de lo que posteemos tendrá consecuencias. Pero no, la realidad es muy diferente, porque lo que publicamos puede tener consecuencias negativas para nosotros mismos y para otras personas.

 
Y que no se me malinterprete, soy partidaria de las redes sociales. Las considero útiles, entretenidas... e inevitables. Pero sí que pienso que no hay que confundirlas con las relaciones cara a cara, ni con un parapeto en el que escudarse para hacer lo que nadie se atrevería a decir en persona.

 
Creo que hay utilizarlas con mesura, con un objetivo definido, con respeto hacia uno mismo y hacia los demás y teniendo en cuenta las consecuencias. Porque hay consecuencias, positivas y negativas. Y las negativas lo son todavía más que en persona, porque permanecen en Internet casi de forma perenne, mientras que hay palabras que se las lleva el viento, o al menos.

 
Y los efectos adversos de un mal uso de las redes sociales afectan a lo personal, pero también a lo profesional.

 
Desde luego, todos somos libres de expresarnos como consideremos oportuno. Y haciendo uso de esa libertad de expresión en este post quiero compartir aquello que considero que nunca deberías compartir en redes sociales, para no tener que sufrir las consecuencias.


Cosas que (nunca) deberías compartir en redes sociales

 
¿Me acompañas en este recorrido?

 
Tu fecha de nacimiento completa

 
Si bien a todos nos gusta que nuestros amigos en redes sociales nos feliciten por nuestro cumpleaños, facilitar la fecha completa puede facilitarle las cosas a quienes quieran robar tu identidad.

 
Tu dirección completa

 
¿Irías dando tarjetas con tu dirección personal a todo el mundo por la calle? ¿Por qué hacerlo entonces on-line? Es una información realmente delicada que hará las delicias de cualquier tipo de malhechores que quieran robarte, atacarte, secuestrarte o robar tu identidad.

 
Tu número de teléfono

 
Tu teléfono personal no debería aparecer en las redes sociales de forma pública. Te hace objetivo de spammers y vendedores de todo tipo, y también de los delincuentes. Cruzando tu número con otros datos pueden completar tu perfil y darte más de un susto.


Smartphone

 
Tu ubicación

 
Comunicar a todo el mundo dónde estás en cada momento es una muy mala idea. Por una parte, los ladrones pueden utilizar esta información para robar tu casa mientras estás fuera. Por otra, puedes ser una víctima fácil de acosadores y otros delincuentes que puedan atacarte. 


Imagina que publicas tu ubicación y tu recorrido mientras haces running por una zona poco poblada y hay alguien que quiere hacerte daño... no te digo más. Aunque también es importante para tu privacidad. Quizás no quieres que tu jefe, tus padres o tu pareja sepa siempre dónde estás.


Ya sabes, desactiva la geolocalización.


Geolocalización

 
Las palmas de tus manos

 
Aunque te parezca de ciencia ficción, lo cierto es que una foto de las palmas de tus manos bien procesada por un ciberdelincuente puede convertirse en una imagen de tus huellas dactilares que luego pueda usarse para desbloquear dispositivos o acceder a servicios. No es fácil, pero no es imposible, así que cuidado con ello.


Tus llaves


Publicar una foto de tus llaves puede convertirse en un robo, aunque no lo creas. Con una imagen pueden replicártelas en poco tiempo con una impresora 3D.


Vacaciones

 
No es nada conveniente compartir nada sobre tus vacaciones, al menos hasta que vuelvas. Ni tu destino antes de viajar, ni cuánto tiempo vas a estar fuera, ni imágenes tuyas en el aeropuerto, ni las puestas de sol ni los cócteles a pie de piscina... nada.


Mujer esperando sentada en una piedra con una maleta a sus pies


Este tipo de información les está dando una información preciosa a los delincuentes, porque saben que tu casa está vacía. Y averiguar tu dirección es mucho más fácil que lo que piensas... 


Por cierto, esto es aplicable a la vida off-line.

 
Los nombres de tus hijos o de tus mascotas


Aunque te pueda parecer una tontería, los nombres de tus peques o de tu perro, les sirve a los ciberdelincuentes. Si te preguntas para qué, la respuesta es sencilla: para hacerse con tus contraseñas. Hay muchas personas que los utilizan para crear sus passwords o incluso para las preguntas de seguridad.  


Y lo más importante: compartir los nombres completos de tus hijos les pone en peligro fuera y dentro de las redes.
 

Información bancaria

 
Aunque evitar compartir datos bancarios es de cajón, hay quien lo hace. Y no sólo hablo de compartir el banco con el que trabajas o tu cuenta, también la tarjeta de crédito. Una simple foto de tu tarjeta le facilita el número y la caducidad a cualquiera que quiera hacer una compra o robar tu identidad.


Hombre alargando con la mano su tarjeta de crédito

 
Información financiera

 
Publicar cuánto ganas, cuánto debes o cuál es tu situación financiera es un error. Si tu situación es buena, puedes ser víctima de delincuentes de todo pelaje (extorsiones, secuestros físicos o virtuales...), e incluso de sablazos de familiares o amigos. Si es mala, es fácil que te intenten vender préstamos más o menos legales, o incluso que te quieran embarcar en estafas o negocios ilegales. También la ostentación en fotos, comentarios o lugares que frecuentas también aportan indirectamente ese tipo de información, así que ten mucho cuidado con ello.

 
Contar todo sobre ti

 
Dar pelos y señales de todo lo que haces, de todo lo que piensas y de todo lo que te ocurre no es una buena idea. No sabes quién va a leerlo y cómo lo va a interpretar. Y tampoco qué va a hacer con esa información que tan alegremente se comparte. Ni te imaginas lo que se puede hacer con todos esos datos si se tienen malas intenciones. Incluso en el mejor de los casos, puede que las personas que lean tus confesiones no se sientan cómodas leyéndolas.


Pregúntate si le contarías todo lo que sucede en tu vida a esa persona que está sentada a tu lado en el autobús o a esa otra que está detrás de ti en la fila para comprar entradas en el cine... ¿verdad que no lo harías? Pues tampoco lo hagas en las redes sociales. No todo justifica un like.


Puerta metálica con la frase: todo lo que necesitamos son más likes

 
Postear lo que no debes sobre otros

 
Si tu amiga te ha contado que está embarazada, tu hermano ha reconocido que es gay o si el marido de tu compañera de trabajo le es infiel... no lo comentes públicamente. Probablemente esas personas quieran decidir a quién se lo cuentan, no que se pregone a los cuatro vientos. La privacidad propia es importante, la de los otros lo es más todavía. Dentro de estos otros, están la imágenes de tus hijos, sobre todo las de ellos.

 
Imágenes o vídeos propios inadecuados

 
Una foto o un vídeo comprometido pueden traerte consecuencias negativas para tu imagen personal e incluso para la profesional. Pueden convertirte en diana para el ciberacoso, entre otras cosas. También pueden acarrearte problemas con tu pareja, con tu familia o con tus amigos. Y ten en cuenta que los reclutadores consultan las redes sociales de los candidatos y una imagen inapropiada puede ser la responsable de que no consigas ese puesto que tanto deseas.

 
Imágenes con metadatos


Los metadatos de las fotos facilitan información de lo más interesante para los cibermalos, entre ellas la ubicación, así que bórralos antes de subirlas. 

 
Imágenes o vídeos ajenos

 
Si has tomado fotos o vídeos de otros, o incluso son ellos los que te los han enviado, no los compartas sin su permiso. Además de estar incumpliendo la ley y poderte enfrentar a las consecuencias, estarás poniendo en riesgo la privacidad y la dignidad de otras personas. Ten presente que una foto comprometida puede dañar irreversiblemente la imagen de los demás si se comparten sin ton ni son. No hagas a los demás lo que no querrías que te hiciesen a ti.


Persona sacando una foto a otra en una terraza

 
Contenidos ofensivos

 
Publicar contenido notoriamente ofensivo siempre es una mala elección. Y no hablo de temas que puedan ser más o menos controvertidos, sino de aquellos que sabemos sin lugar a dudas que van a molestar profundamente a muchos: religión, discriminación, intolerancia, sexismo... Aunque en la mayoría de los casos lo que ofende no es la opinión, sino la manera de formularla.

 
Opiniones sobre tu empresa o sobre tu jefe

 
El hecho de desahogarse laboralmente en las redes sociales es una pésima idea. Cualquier compañero poco discreto, alguien de recursos humanos o incluso tu propio jefe puede leerlo... y ya te imaginas las consecuencias. 


También conviene evitar hablar demasiado acerca de tu empresa y de lo que haces en ella, porque puedes estar violando el acuerdo de confidencialidad.

 
Bulos

 
Cualquier cosa que parece un bulo, suena a bulo y huele como un bulo... es un bulo. Ante cualquier sospecha de que la información que te ha llegado sea falsa, no la compartas. Si lo haces estarás colaborando con aquellos que están interesados en extenderlo.


Muro con la frase: si la verdad se repite lo suficiente se convierte en política

 
Política

 
Significarse políticamente puede tener consecuencias más negativas de lo que piensas. Además de atraer comentarios desagradables por personas que piensan de otro modo, puedes molestar innecesariamente a amigos y familiares, sobre todo si las opiniones son muy agresivas. No es cuestión de ser hipócrita o de no poder expresarse, sino de ser cauto y respetuoso. 


También debes tener en cuenta que, como ya te mencionado antes, los reclutadores revisan las redes sociales de los candidatos, y puede que una opinión contraria a la suya o que sea muy violenta, puede cerrarte las puertas en esa empresa. Mi consejo es que si quieres significarte, que estás en tu derecho, lo hagas con respeto... y releyendo lo que vas a publicar antes.

 
Mala ortografía

 
Nadie está libre de cometer un error, pero los textos repletos de faltas de ortografía e incorrecciones actúan en tu contra. Son nefastos para tu imagen, especialmente para la profesional.

 
¿Qué opinas tú de estas recomendaciones?



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