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miércoles, 18 de diciembre de 2024

Cómo Encontrar Empleo Después de los 45

Aunque los empresarios se quejan de que cada vez tienen más dificultad a la hora de cubrir los puestos de trabajo de oferta, lo cierto es que hay un porcentaje de parados destacable, y una buena parte de ellos son mayores de 45 años. 


No voy a entrar en los motivos por los que el paro en general es tan elevado, pero sí en el que afecta a los sénior. Hay muchos responsables de contratación que siguen pensando que las personas de más de 45 años son inflexibles, no se adaptan bien a lo nuevo, no están suficientemente actualizados (sobre todo en tecnología) o que son menos manejables que los jóvenes. Y puede que tengan razón en algunos casos, pero hay muchas personas que a partir de esa edad desarrollan todo su potencial profesional, porque han ido adquiriendo conocimientos, experiencia y habilidades con el paso del tiempo... y con los errores de los que han ido aprendiendo. Sea como sea, enfrentarse a la búsqueda de empleo cuando ya se han cumplido unas cuantas décadas es algo complicado.


Por eso en este post quiero compartir algunos consejos para buscar empleo después de los 45.


Cómo encontrar empleo después de los 45


Lo primero que debes tener en cuenta es que, aunque sigue habiendo un rechazo a contratar a trabajadores sénior en muchas empresas, hay buena parte de ellas que están buscando precisamente ese tipo de perfil, por todo lo que pueden aportar, y también en contraposición a las exigencias, actitud y resultados de algunos trabajadores más jóvenes.

 

La motivación y el optimismo son realmente importantes a la hora de buscar trabajo, pero todavía lo son más cuando se han superado los 45-50 años. Aunque sigue habiendo prejuicios a la hora de contratar a un sénior, lo cierto es que cada vez es menos habitual, sobre todo en ciertos sectores y puestos. Y en cualquier caso, siempre es posible encontrar el trabajo soñado, independientemente de la edad. Ya tienes las aptitudes, así que únicamente necesitas trabajar la actitud. 


Hombre sénior sonriendo y con herramienta en la mano

 

Analiza cuidadosamente lo que puedes aportar a un nuevo puesto de trabajo, y hazlo de forma realista. Esto te servirá también para actualizar tu currículum.

 

Decide cuáles son tus expectativas y tus metas. Y también sé lo más objetivo posible a la hora de definirlos. Márcate unos mínimos en cuanto a sector, categoría, tareas a desempeñar, salario, horarios y movilidad. Pero no seas inflexible, porque puede que tengas que transigir con un sueldo más bajo y con unas condiciones menos ventajosas, porque son los que, por desgracia, se les están ofreciendo a los más jóvenes que opten al mismo empleo. 

 

También deberías reflexionar acerca de cuáles son tus valores y los que esperas que tenga la compañía para la que trabajes. 

 

Analiza si en lugar de trabajar para otros, prefieres emprender por tu cuenta. Nunca es tarde para crear tu propio negocio. 


Hombre caminando con un maletín en la mano

 

Valora si quieres seguir en el sector en el que trabajabas antes o prefieres cambiar.

 

Haz una lista de empresas en las que te gustaría trabajar. Para ello tendrás que investigarlas, lo que luego te será muy útil a la hora de solicitar el puesto y de realizar las posibles entrevistas. Además, es recomendable que te informes acerca de la rotación del personal, de sus políticas salariales y de si fomentan la prejubilación.

 

Céntrate en sectores y puestos en los que ya tengas experiencia. Aunque nunca es tarde para ampliar tus horizontes, si quieres hacerlo tendrás que formarte y tener en cuenta que tendrás que competir por el puesto con personas más jóvenes que probablemente hayan acumulado más conocimientos y destreza en ese área.

 

Olvídate de entregar el currículum en mano, porque es un método que ya no funciona. La mayor parte de los procesos de selección comienzan con la cumplimentación de un formulario o con un envío online del CV. Es cierto que en algunos casos sí que se siguen aceptando las entregas en mano, como en puestos en pequeños negocios de hostelería, pero debes tener en cuenta que probablemente si te ven en persona antes de revisarlo el currículum termine al final del montón en el mejor de los casos, o en la papelera en el peor.

 

Utiliza los contactos que ya tienes para que te ayuden a buscar un nuevo empleo. En el caso de los mayores de 45 años es la mejor opción, porque en el caso de las plataformas es probable que apliquen el filtro de la edad y no tengas ninguna oportunidad de entrar en el proceso de selección.

 

En cualquier caso, es conveniente que adquieras nuevos conocimientos y habilidades para reciclarte profesionalmente. Lo ideal es que esa formación refuerce y complemente a los que ya tienes.


Mujer sénior delante de una pizarra hablando a otras personas

 

Pon en valor tu formación, experiencia, habilidades y fortalezas a la hora de solicitar un puesto de trabajo. Aunque deberías evitar transmitir el mensaje de que ya lo sabes todo y de que estás por muy por encima de otros más jóvenes que tú. Seguridad y autoestima, sí. Soberbia e inmovilismo, mejor no. 

 

También es importante que no conviertas tu edad en una aptitud, porque no lo es. Lo que realmente tiene relevancia son tus conocimientos, tu saber hacer, tus habilidades y tus logros, no la fecha que figura en tu partida de nacimiento. Hay personas más capaces a los 30 años que otras a los 60.

 

Si todavía no la tienes definida, crea una marca personal potente. Eso significa que debes elegir y utilizar las redes sociales sabiamente para que te sirvan de escaparate. No tienes que estar presente en todas las redes, sino en las que realmente te pueden ayudar a alcanzar el puesto que deseas.


Hombre con canas y vestido con traje

 

Puedes crear un blog o un podcast para mostrar y compartir tus conocimientos y experiencia con los demás.

 

Ten en cuenta que hay plataformas y ofertas de empleo dirigidas a los sénior. 

 

Y ten paciencia, porque puede que encontrar el trabajo que deseas te lleve un tiempo. 


Te deseo mucha suerte en tu búsqueda de empleo, aunque lo realmente efectivo es la combinación de motivación, constancia y esfuerzo.

 

 

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La primera vez que apareció el post Cómo Encontrar Empleo Después de los 50 fue en el blog de Todos Somos Clientes. 

 

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miércoles, 22 de mayo de 2024

Acciones y Actitudes que Son Banderas Rojas para los Reclutadores

Si estás buscando empleo debes tener en cuenta que tu formación, tu experiencia y tus habilidades son importantes, desde luego, pero son factores objetivos. Y es que en todas las interacciones humanas, además de lo que es medible y comprobable, también influyen los factores subjetivos, que el el caso de la selección de personal es lo que espera la empresa del candidato y la percepción del reclutador.

 

Piensa que normalmente el seleccionador tiene una larga lista de candidatos, mucho de ellos con un CV excelente, y que tiene que elegir de la forma más eficiente entre todos ellos. Y para ello suelen centrarse en las señales negativas tanto como en las positivas. 

 

En este post vas a encontrar algunas de las acciones y actitudes que alertan a los reclutadores de que puede que no seas el candidato ideal, incluso teniendo un currículum excepcional. 

  

Acciones y actitudes que son banderas rojas para los reclutadores


Ser demasiado insistente

 

Si solicitas empleo a la misma compañía varias veces en poco tiempo, es posible que dejen de tomar en cuenta tu candidatura. Esto es especialmente problemático si aplicas para diferentes puestos. Puede que perciban que estás demasiado desesperado por conseguir que la empresa te contrate o que si ya te han rechazado en varias ocasiones, no merezca la pena dedicarte tiempo y esfuerzo. 

 

La insignia de "Open to Work" en Linkedin

 

Hablando de desesperación, activar la insignia "Open to Work" en la red social Linkedin echa para atrás a muchos reclutadores precisamente por eso. Incluso los hay que piensan que el hecho de mostrarse tan abierto a ofertas, implica que la persona es poco selectiva con el puesto que desea. 

 

Eso sí, hay opiniones encontradas al respecto, porque hay expertos en recursos humanos que sí lo consideran acertado. 

 

Hombre tras su mesa de despacho con cara inquisitiva
  

La falta de puntualidad

 

Llegar tarde es algo que los reclutadores detestan. Por una parte, es una falta de respeto, por la otra, está malgastando su tiempo y el del resto de los candidatos a los que tenga que entrevistas después. 

 

Aunque, por supuesto, puede ocurrir un imprevisto o una emergencia (justificadas y de peso). Si es así, comunícaselo a la persona con la que estás citado lo antes posible para que te informe de si puede atenderte más tarde o si agenda la entrevista para otro día.

 

No conocer el sector y la empresa 

 

El hecho de que un candidato no se haya molestado en informarse acerca del sector en el que se quiere trabajar, la empresa en concreto e incluso el puesto al que se aplica, demuestra una falta de interés realmente preocupante. En un mundo en el que la información está al alcance de un clic, ese desconocimiento es imperdonable. 

 

No ser capaz de reconocer debilidades y fracasos

 

Tan importante es mostrar los éxitos profesionales que se han alcanzado, como reconocer los puntos débiles que se tienen como los fracasos. No hace falta centrarse en esas facetas menos positivas, pero sí ser capaz de hablar de ellos, de mostrar capacidad de autoanálisis y reflexión, de explicar cómo se está dispuesto a trabajar para solucionarlos, cómo se pueden compensar o cómo se ha aprendido de los fallos. 

 

Echar la culpa a otros

 

El hecho de culpabilizar a otras personas o situaciones de fallos y fracasos es algo que nunca es bien recibido por los seleccionadores. En un puesto de trabajo una persona que culpa a otros de sus errores supone un problema, porque genera un mal ambiente laboral (incluso puede llegar a ser una actitud contagiosa), puede provocar nuevos y más graves fallos, incluso es posible que llegue a esconderlos. 

 

Hablar mal de otras empresas y superiores

 

Muestra una falta de discreción y de lealtad que es posible que se repita en un futuro, y que en muchos casos está conectada con la incapacidad de reconocer debilidades o errores y de echar la culpa a los demás de sus fracasos. 

 

Mostrar aburrimiento

 

El hecho de que la persona muestre que quiere cambir de trabajo porque está aburrido del anterior, suele hacer saltar todas las alarmas del entrevistador. Si tiende a cansarse del puesto de trabajo, lo hará también en el que le ofrece la empresa a la que aplica, y a ninguna empresa le interesan ese tipo de empleados. 

 

Mujer delante de un portátil con cara de aburrimiento

 

No poder ofrecer referencias

 

Si el candidato se muestra remiso a facilitar referencias de sus otros empleos, es posible que la experiencia que dice tener sea falsa o que la relación laboral haya sido muy negativa por una o por ambas partes.  

 

Ser excesivamente exigente al inicio

 

Los candidatos que exigen condiciones iniciales excesivas, antes incluso de que se les haya hecho una primera oferta, no suelen causar una buena impresión. También los que se centran en detalles como las vacaciones o las prestaciones que ofrece la empresa, antes incluso de que el entrevistador haya comenzado con sus preguntas. 

 

Mujer y hombre estrechándose la mano a través de una mesa de despacho
 

No cuidar las redes sociales

 

La mayoría de las empresas investigan las redes sociales de los candidatos para analizar los contenidos que publican, su estilo, su lenguaje, las propias redes en las que publican, los comentarios... Puede parecer algo trivial, pero cómo nos comportamos en redes sociales dice mucho acerca de cómo nos mostramos en público.

 

Hay otras señales, pero que no siempre reflejan a un mal candidato

 

Hay actitudes y falta de ciertas habilidades que son negativas en principio, pero que en ciertos casos no son señales de que el candidato sea inadecuado. 

 

Hay personas que no son capaces de mirar a los ojos, que no son muy habladores o que no se expresan con soltura, que se muestran nerviosos o que no se han vestido de un modo convencional, pero que pueden llevar a cabo determinados trabajos de manera excepcional. Por ejemplo, alguien que no tiene muchas habilidades sociales, pero que tiene una formación y una experiencia apropiadas para el puesto y que no va a tener contacto con el público, puede ser el empleado perfecto para cubrirlo. 


Espero que estos consejos te sean interesantes y útiles, pero sobre todo que consigas tu puesto de trabajo soñado.



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miércoles, 11 de octubre de 2023

Qué No Debería Aparecer en Tu CV

¿Estás buscando empleo o estás pensado en cambiar de empresa o de sector? Si es así, el currículum vitae será una de las herramientas que te ayudarán a conseguirlo. Aunque lo cierto es que no siempre se acierta a la hora de elaborarlo.


Y si es muy importante la información que incluyes en tu CV, tanto o más lo es lo que no debe aparecer en el documento. Si quieres saber qué es lo que te conviene eliminar del currículum, no tienes más que seguir leyendo.


Qué no debería aparecer en tu CV


La redacción


Redacción en primera persona. Se suele hacer así para crear al seleccionador la sensación de que se lo estás contando tú mismo, pero lo cierto es que no funciona de ese modo. La primera persona en el CV ofrece una imagen poco objetiva y poco profesional del candidato. Ojo, que hay quien recomienda la primera persona para redactarlo, porque se centra en la individualidad y en la cercanía. Pero, sobre todo, no mezcles la primera y la tercera persona a lo largo del documento.


▣ Un texto demasiado largo. Lo bueno si breve, dos veces bueno. Piensa que el que revisa tu CV no estudia únicamente el tuyo, sino que tiene que leer cientos, así que todo lo que facilite esa tarea (siempre que aporte la información necesaria, claro) siempre es un acierto. 


▣ Un lenguaje excesivamente informal o vulgar. O por el contrario, una terminología que no sea comprensible por alguien que no tenga formación o experiencia en una materia, entorno o sector determinado. 


El formato


▣ Demasiados tipos de letra y textos destacados. El documento debe ser limpio, claro y conciso, así que todo lo que lo haga parecer desordenado y abarrotado debe evitarse. 


▣ Títulos y encabezamientos obvios en las diferentes partes del CV. Por ejemplo, comenzar el documento con el título de Currículum e innecesario. 


▣ Fuentes anticuadas, como la Times New Roman o Arial (usadas hasta la saciedad), o que sean muy historiadas o poco adultas. Algunas que funcionan bien son la Calibri, Cambria, Garamondo o Lato, entre otras. Un currículum debe ser atractivo por su contenido, pero también por la forma en la que lo presentas. Si es anticuado, poco estético o poco serio, no será tu mejor carta de presentación. 


Manos de mujer tecleando en un portátil


Los datos personales


▣ Documento de identidad. Es un dato delicado que únicamente deberías facilitar cuando te vayan a hacer el contrato. Si cae en malas manos o la información se filtra puedes estar expuesto a suplantaciones de identidad, estafas, etc. 


▣ Número de la Seguridad Social. Ocurre igual que con el documento de identidad, no lo proporciones salvo que sea estrictamente necesario. 


▣ Fecha de nacimiento o detalles que revelen tu edad. Aunque el resto de información proporcionará a cualquiera que lea tu CV una edad aproximada, no conviene poner el foco de atención en tu año de nacimiento.


▣ Estado civil. Nunca consignes si estás soltero, casado, divorciado o viudo, porque no tiene nada que ver con tus capacidades como trabajador. 


▣ Varias direcciones o medios de contacto. Con una sola es más que suficiente. Elimina cualquier información innecesaria o que pueda despistar al seleccionador. 


▣ Dirección postal. No es un dato trascendental, por lo que no debería aparecer. Incluso puede funcionar en tu contra, si el seleccionador te juzga por el lugar en el que vives. 


▣ Un correo electrónico de contacto poco serio. Procura que refleje tu nombre y apellidos, incluso aunque no sean completos. También pueden formar parte de él tu profesión o tu titulación. Y evita los motes, las palabras malsonantes o vulgares o aquellos ininteligibles y que pueden parecer spam. 


▣ Foto de perfil. Aunque hay quien afirma que es una información positiva, hay muchos otros, entre los que me encuentro, que pensamos que es incluirla en el CV es un error. Tu aspecto, salvo que el puesto tenga relación directa con la imagen (modelos, azafatas, actores...), no debería tener ningún peso a la hora de considerarte un candidato idóneo. Únicamente envía fotos si te lo solicitan de forma expresa. 


Tijeras rosas sobre fondo turquesa


La información


▣ Redes sociales que no sean estrictamente profesionales. Y las profesionales únicamente deberían aparecer si están lo suficientemente cuidadas y actualizadas. 


▣ Información falsa. Nunca, bajo ningún concepto deberías mentir en tu currículum, porque más tarde o más temprano saldrá a la luz. Y si el hecho de que se descubra una mentira antes de que te contraten supondrá que te saquen automáticamente del proceso de selección, si se sabe una vez que ya estés trabajando en la empresa, puede acarrearte consecuencias mucho más graves. 


▣ Experiencia profesional que no sea relevante para el puesto al que optes o que se remonte a 15 años atrás o más. Al seleccionador le interesan tus trabajos más recientes, no aquellos que llevaste a cabo recién salido de la universidad. 


▣ Puestos en los que has estado poco tiempo trabajando. Un trabajo en el que has estado contratado un fin de semana o incluso pocos meses, sobre todo si no es destacable, no revela nada de ti. 


▣ Trabajos en prácticas, a menos que no tengas experiencia laboral o seas un recién titulado, o que estés cursando un máster relacionado con el puesto si eres senior. 


▣ Formación sin terminar, a menos que te queden pocas asignaturas o meses para finalizarla. Si no has terminado una carrera, un máster o un curso, aunque hayas ido acumulando conocimientos, es a efectos de un proceso de selección como si no lo hubieses cursado. En la entrevista puedes comentarlo, pero en el currículum es mejor no consignarlo. 


▣ Calificaciones de tu formación. Es un tipo de información que, en caso de ser relevante, puedes proporcionarla en la entrevista personal. 


▣ Idiomas que no domines al menos en un nivel medio-alto. A todos los efectos, si únicamente tienes nociones básicas de un idioma, es como si no lo conocieses en absoluto. 


▣ Uso de Internet o de correo electrónico, porque se da por hecho y no tiene relevancia. 


Portátil abierto sobre una mesa junto a un móvil, un cuaderno de notas y un café


▣ Aficiones y hobbies no relacionados con el puesto al que optas. Es un tipo de información que no aportará nada a tu CV y que sin embargo lo rellenará de forma innecesaria, impidiendo que aquello realmente importante tenga menos protagonismo. Por no hablar de que puede llegar a parecer algo infantil para la persona que se encargue del proceso de selección.


▣ Actividad sindical o política. Es información que casi con toda seguridad funcionará en tu contra. De cara al empresario, tu actividad sindical (totalmente legítima por otra parte) no es precisamente un rasgo atractivo para un candidato por motivos obvios. Y todo lo que tenga que ver con política es un terreno delicado, porque pueden poner al seleccionador inmediatamente en tu contra, aunque sea de una manera inconsciente. 


▣ Información de contacto de tu empresa actual. ¿De verdad alguien piensa que es un dato relevante? Lo único que hace es ocupar espacio en el CV que se podría dedicar a formación, experiencia o habilidades  que realmente lo hagan brillar. Si el seleccionador quiere conocerlo ya te lo preguntará o buscará la información por su cuenta. 


▣ Escribir que tienes referencias disponibles bajo petición. Si la empresa quiere que les proporciones referencias, te lo pedirán a lo largo del proceso de selección. El hecho de utilizar esa coletilla u otra similar suele dar mala imagen y generar poca confianza. 


▣ El motivo por el que quieres cambiar de empresa. Si te lo preguntan o lo consideras relevante, es un dato para comentarlo en la entrevista.


▣ Objetivos y el motivo por el que optas al puesto. Esto debe aparecer en la carta de presentación, no en el currículum. 


▣ Sueldos actuales o pasados. Y tampoco el que quieres recibir por el trabajo ofertado. A la persona que está revisando tu CV no le interesa lo que cobras o lo que cobrabas antes, porque el sueldo que te va a ofrecer es el que puede o quiere pagar. Y tus expectativas respecto al sueldo, es mejor comentarlas en persona que escribirlas en un documento.


¿Tu CV incluye alguno de estos puntos? Reconozco que el mío sí que ha contenido muchos de ellos, aunque ya los he eliminado.



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miércoles, 28 de junio de 2023

Cómo Elaborar un CV Si No Tienes Experiencia Laboral

Puede que nunca hayas tenido un trabajo remunerado antes y que quieras comenzar a buscar un empleo. O que esto le ocurra a tu hijo o a alguien cercano. Si es así, lo primero es elaborar un CV que poder presentar a los reclutadores. Algo que puede suponer un reto si nunca has trabajado antes, porque si buscas plantillas o consejos para redactar un buen currículum, enseguida te darás cuenta que están orientados a personas que tienen experiencia laboral. De hecho, recomienda que el documento se reduzca a una única página... ¡una página! ¡Pero si apenas crees poder llenar la mitad!


Pero que no cunda el pánico, porque puedes elaborar un CV eficiente y atractivo, incluso aunque no tengas experiencia laboral, y que puede ayudarte a conseguir un estupendo primer empleo. Sigue leyendo si quieres saber cómo conseguirlo...

 

Cómo elaborar un CV si no tienes experiencia laboral

 

No te desanimes porque nunca hayas tenido un trabajo remunerado, todo el mundo ha pasado por ello, incluso el reclutador que va a recibir tu currículum. Seguro que tienes cualidades, habilidades y experiencia no laboral que puede ser interesante para una empresa.

 

Ten en cuenta que un currículum vitae podría considerarse un instrumento de marketing. Un instrumento para vender el producto más importante de todos: tú. Por eso es imprescindible que lo cuides al máximo para que tengas éxito.  

 

No tengas un único CV que envíes a todas las empresas, eso no funciona en absoluto. Elabora uno orientado para cada sector y para cada puesto.

 

Comienza el documento con un párrafo breve que funcione como presentación, en el que te describas y expongas tus objetivos.  Debe ser un texto atractivo, un gancho que invite a quien lo tenga delante a seguir leyendo, porque la descripción te muestras como un candidato ideal. 

 

Mujer escribiendo en un portátil

 

Apóyate en tu formación, porque será la base de tu CV. No sólo indiques tus títulos y cursos que hayas realizado, también es conveniente que hagas hincapié en lo que has aprendido, las actividades relacionadas con esa formación que hayas podido realizar y las habilidades que has desarrollado mientras estudiabas. 

 

Si tus calificaciones en alguno de tus cursos han sido reseñables, inclúyelas, especialmente las de las materias que puedan ser relevantes para el puesto al que quieres optar.

 

Analiza cuáles son tus cualidades y habilidades, tanto si son estrictamente profesionales como si no lo son, y haz una lista con ellas. Una vez que la tengas elaborada, elige aquellas que encajen con aquellas que buscan las empresas en las que quieres trabajar.   

 

Las habilidades pueden ser duras o blandas. Las primeras son aquellas que son medibles y reconocidas con un certificado (idiomas, dominio de software...). Las segundas, las blandas, serían las que no se pueden medir, como la buena comunicación, la sociabilidad, la capacidad de organización, el liderazgo, el trabajo en equipo, la creatividad, el pensamiento crítico...

 

No olvides las cualidades y habilidades obvias, pensado que los reclutadores las darán por sentadas, porque no es así. 

 

Como no tienes experiencia, lo ideal sería incidir precisamente en esas cualidades y habilidades (después de la formacion) que realmente son lo que puedes ofrecer al empleador. 

 

Esquema de cómo elaborar un CV, sin experiencia laboral

 

Puede que hayas realizado actividades que no hayan implicado un contrato y el pago de un salario (o una factura), pero con las que hayas aprendido y adquirido experiencia que puedas aportar en un futuro puesto de trabajo. Si has sido voluntario, has colaborado en una publicación estudiantil o has llevado las redes sociales del negocio de algún amigo o familiar, por ejemplo, deberías mencionarlo. No te olvides de explicar el tipo de tareas, el tiempo que estuviste realizándolas, qué aprendiste, qué nuevas habilidades adquiriste...

 

Si perteneces a algún club, asociación o equipo deportivo de forma activa, puedes mencionarlo si puede ser apreciado por el reclutador. 

 

Si publicas contenidos de interés en un blog, podcast o en redes sociales, indícalo. Eso sí, deben ser útiles, de calidad y que sean aptos para todos los públicos. Me explico, que no sean excesivamente polémicos, que no traten de temas delicados (política, religión, sexo... los sospechosos habituales, ya sabes) y que no empleen un lenguaje soez.

 

Incluye detalles personales que te puedan diferenciar del resto de candidatos. Si tienes algún hobby o pasatiempo reseñable, inclúyelo. 

 

Analiza cuidadosamente cada oferta de trabajo para saber exactamente qué es lo que está buscando la empresa que oferta el empleo. Eso es mucho más importante de lo que parece, porque debes orientar tu currículum para convencer al reclutador de que cumples sus requisitos y que eres un candidato ideal.

 

El formato podría ser el mismo que en el caso de cualquier CV, pero haciendo hincapié en la formación y las habilidades. 

 

Persona escribiendo "CV" en un papel en blanco

 

Utiliza palabras claves en el documento que tengan que ver con los requisitos recogidos en la oferta de empleo. 

 

El documento debe ocupar una única página, aunque es muy recomendable que adjuntes una carta de presentación.  

 

Cuida la redacción y la ortografía al máximo.

 

Procura que el diseño del currículum sea atractivo y con un punto original (sin demasiadas estridencias, salvo que optes a un puesto creativo) que lo diferencia del resto.


Ahora ya tienes las herramientas, así que puedes comenzar a redactar tu CV para que sea un éxito.



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miércoles, 29 de marzo de 2023

Cuidado con las Ofertas de Trabajo Fraudulentas (II)

Conseguir un empleo es una de las metas de buena parte de la población, sobre todo en momentos de crisis. Si al aumento del paro se se añade un número creciente de personas que han tenido que cerrar sus negocios, encontrar un trabajo se convierte en un reto. Y como en todos los casos en los que existe una necesidad, siempre aparecen los delincuentes y desaprensivos que quieren aprovecharse de ella.

 

A continuación encontrarás algunos consejos para protegerte de las ofertas de trabajo fraudulentas. Ya te hablé de este asunto hace unos años, pero he querido volver sobre ello porque están aumentando en número y en sofisticación.  


Cuidado con las ofertas de trabajo fraudulentas (II)


Desconfía si te ha llegado una oferta de trabajo y no has iniciado ninguna búsqueda previamente. Si no has introducido tus datos y tu CV en ninguna plataforma u oficina de búsqueda de empleo, no has publicado ninguna demanda de trabajo en redes sociales o no has recurrido para ello a tu red de contactos, toma con muchísima precaución cualquier propuesta. 

 

Si no te suena el nombre de la empresa que te ofrece trabajo, haz una búsqueda en Internet para comprobar si esta existe. Si la compañía no tiene ninguna presencia en la Red y su nombre no aparece por ninguna parte, hay muchísimas posibilidades de que la propuesta sea falsa.

 

Busca información acerca de la empresa para comprobar a qué se dedica, las opiniones de clientes y de antiguos empleados, la imagen que proyecta, su trayectoria... Fíjate en las opiniones y comentarios en los que se hable de su capacidad y seriedad a la hora de pagar o si hay alguien que hable de un posible fraude.

 

Comprueba si la página web a la que te remitan es legítima o hay algún detalle que te haga desconfiar. 

 

Presta atención al dominio del correo electrónico. Si es uno genérico (gmail, yahoo, etc.), deberías recelar, y mucho. Ninguna empresa seria utiliza este tipo de dominios para enviar comunicaciones de ningún tipo.  


Mujer delante de una pantalla en una web de búsqueda de empleo

 

Fíjate en la redacción y en la ortografía en el caso de las ofertas que te lleguen por escrito. A cualquiera se le puede colar una errata, pero si los fallos son importantes, lo más seguro es que detrás haya un intento de estafa. Y si la propuesta es legítima, quizás no te interese trabajar para una empresa capaz de publicar un texto tan mal redactado. 

 

Si no te facilitan datos acerca del puesto que te ofrecen o estos son muy vagos, deberías sospechar. También deberían saltar tus alarmas si la actividad de la empresa es dudosa o incluso roza la ilegalidad.


Valora si el salario que ofrecen es el que se paga habitualmente por el trabajo que debes desempeñar o por el perfil profesional que requieren. Si es mucho más elevado, es casi seguro que se trata de una estafa. Si es mucho más bajo, también es un engaño, porque efectivamente el trabajo existe, pero te quieren explotar vilmente.

 

Nunca facilites datos como el DNI (o equivalente) o tu número de la Seguridad Social. Estos datos únicamente deberían ser necesarios cuando te vayan a contratar. Te recomiendo también que no los incluyas directamente en tu CV y que evites rellenarlos en las plataformas de búsqueda de empleo, porque no hay ninguna razón para que tengas esa información sin necesidad de ir a formalizar la contratación (o que necesiten realizar algún tipo de investigación para algunos puestos muy concretos y de cierta responsabilidad).

 

Tampoco proporciones tu número de cuenta, a menos que ya hayas firmado el contrato y lo necesiten para ingresarte tu nómina. 

 

Si te solicitan datos como los anteriores u otros que sean igualmente sensibles (e innecesarios en ese punto del supuesto proceso de selección) de forma apremiante, niégate.

 

Si te piden datos que ya están disponibles en tu CV y que tendrían que tener ya en su poder, tus alarmas deberían saltar inmediatamente. Si te han llamado o escrito porque han estudiado tu currículum y puede que encajes en el proceso de selección... ¿para qué te los van a volver a requerir?

 

Mujer con la mano sujetándose la barbilla delante de un portátil

 

Si te requieren dinero para trabajar, niégate. Hay empresas que, por ejemplo, solicitan a sus candidatos que paguen por un supuesto curso de capacitación o una licencia o certificado imprescindibles para cubrir el puesto. 

 

También deberías negarte si te piden que trabajes gratis durante un tiempo, puesto que es algo ilegal... e inmoral. Esto también lo puedes encontrar si buscas proyectos como freeelance en algunas plataformas.

 

Los trabajos que ofrecen desde el extranjero para trabajar desde casa (no hablo de teletrabajo, por supuesto) pueden esconder un fraude, así que tómalos con cautela. Especialmente si ofrecen actividades poco especializadas, a las que dedicar pocas horas y ganando salarios enormes. 

 

Las entrevistas telefónicas muy cortas o incluso inexistentes, pero en las que te piden muchos datos sin facilitarte ninguna información a ti, suelen esconder un fraude. 

 

Si no te dan el nombre de la empresa que te va a contratar, deberías desconfiar. La única excepción son las empresas de recruiting que están buscando candidatos y que tienen órdenes de su cliente de mantener cierta confidencialidad hasta que el proceso de selección está avanzado. 

 

Espero que nunca tengas que enfrentarte a una oferta de trabajo falsa, pero, si ocurre, al menos me gustaría que estos consejos te ayuden a detectarla y actuar en consecuencia.


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jueves, 10 de marzo de 2022

Cómo Afrontar un Despido

Todos en algún momento hemos sido despedidos o lo seremos en el futuro. Y a pesar de que esto puede ser devastador desde el punto de vista económico en una buena parte de los casos, no debería serlo también para la autoestima ni para el ánimo de quien lo experimenta. Porque, aunque no lo parezca, un despido es una oportunidad para aprender y para crecer como persona y como profesional. 

 

En otro orden de cosas, es importante saber cuáles son tus derechos y obligaciones para que, además de ser un momento delicado a nivel económico, personal y profesional; no te dejes engañar o cometas errores que puedan acarrearte consecuencias desagradables.

 

En este post quiero darte algunas claves para afrontar el momento de un despido que espero que te sean de utilidad... y que tengas que utilizar poco (o nada) a lo largo de tu vida profesional.


Cómo afrontar un despido

 

Pregunta de forma directa y serena cuál es el motivo del despido. Pide con educación y buena actitud que te lo expliquen con detalle. Si no sabes cuál es la razón de que quieran prescindir de tus servicios te quedarás con la duda y eso aumentará tu inseguridad y, además, no podrás aprender de tus errores. Algunas frases que te pueden ser útiles en esa situación: "¿Me podría detallar los motivos de mi despido, por favor?", "¿Sería tan amable de darme las razones de su decisión para que pueda mejorar en el futuro?", "Lamento mucho tener que dejar la empresa, ha sido una etapa muy importante para mí, por lo que me sería muy útil conocer cuáles son los motivos de mi despido"...

 

Ante esa petición puede que no te digan la verdad, pero incluso una mentira puede ser muy reveladora. Quizás quieran justificar tu despido con excusas o falsas razones. Si es así, sabrás a qué atenerte en caso de que quieras recurrir a la vía legal. 

 

Si preguntas sobre los motivos del despido, debes estar dispuesto a encajar las críticas que pueda hacerte tu empleador, tanto si son fundadas como si no lo son. Escucha con atención y no te pongas a la defensiva.

 

Empleador y empleado manteniendo una conversación

 

En cualquier caso, da las gracias por las explicaciones que te proporcione tu empleador.

 

Analiza de forma honesta y desapasionada las críticas a tu desempeño o a tu actitud. Si tienen una base, aprovecha para aprender y mejorar.

 

En algunos casos el despido no tendrá que ver ni contigo ni con tu desempeño, puede que esté motivado porque la empresa esté pasando dificultades económicas, porque esté experimentando cambios estructurales o reestructuraciones de algún tipo. Si se ha dado cualquiera de estas circunstancias, aprovecha para aprender de ese contexto para futuros trabajos. 

 

Si el despido no tiene que ver con tu desempeño ni con tu rendimiento, quizás puedas llegar a un acuerdo con la empresa. Puede que tengan otros puestos vacantes a los que puedas acceder, aunque tengas que cambiar de categoría o tengas que reciclarte. O incluso puede que os convenga a ambas partes llegar a un pacto económico, reduciendo el sueldo o el horario, cambiando parte de la remuneración económica por otros beneficios, etc. 


Aunque te comuniquen el despido de forma verbal, pide que lo hagan también por escrito (la empresa está obligada). En la carta debe figurar el motivo, si es objetivo o si es disciplinario, la fecha en la que será efectivo, etc. 

 

Presentando documentación a la empleada para su despido


El empleador debe generar dos copias de la carta, una para él y otra para el trabajador. Ambas cartas deben ser iguales y el trabajador debe firmar su copia (se recomienda incluir la fórmula no conforme siempre). Es importante fijarse en la fecha del despido, porque a partir de ella se comenzarán a contar los plazos para recurrirlo si es necesario. Además del no conforme y la firma, es fundamental que escribas la fecha en la que recibes la carta, también por cuestión plazos (preaviso, recursos...).

 

Ten en cuenta que hay dos tipos de despido: el objetivo y el disciplinario. El objetivo es en el que el empleador despide al trabajador por motivos económicos, técnicos, de producción, por ineptitud, falta de adaptación, etc. El disciplinario cuando el trabajador, según la empresa, ha incumplido de forma grave sus obligaciones laborales: falta de disciplina u obediencia, disminución reiterada y voluntaria del rendimiento, faltas de asistencia o puntualidad continuadas, actitudes ofensivas o violentas, acoso...


Negocia de forma inteligente tu salida de la empresa. Mi consejo es que antes de aceptar nada consultes con un abogado laboralista, merece la pena pagar por una consulta e ir sobre seguro en este asunto. Eso no significa que después tengas que llegar a un juicio con la empresa obligatoriamente, sino que tendrás información para poder reclamar una indemnización justa (en caso de despidos improcedentes), cerciorarte de que el finiquito es el correcto (en el caso de despidos procedentes) y para obtener unas buenas condiciones de salida más allá de las económicas.


En el caso de que consideres que es un despido no justificado, es imprescindible que consultes con un abogado, y también que contrates sus servicios para que te ayude a llegar a un acuerdo o que te represente si se llega a juicio.


Si prevés que te van a despedir o te han dado ya el preaviso, guarda toda la información que vayas a necesitar cuando te vayas. Eso no significa que robes datos confidenciales o propiedad intelectual o material a la empresa, porque no es ni ético ni legal, por supuesto. Pero sí que debes hacer con todo lo que es legítimamente tuyo (documentos, títulos y diplomas, fotografías, libros técnicos, manuales, objetos personales...) y que probablemente no puedas recuperar cuando abandones tu puesto. Y también te recomiendo que borres o destruyas cualquier información de carácter personal que tengas en el ordenador del trabajo o en la mesa de tu despacho.


Facilita la transición a la empresa y a tus compañeros. Pon al día a la persona que te vaya a sustituir, enseñándole lo básico para desempeñar tu puesto. La vida da muchas vueltas y puede que tengas que volver a pedir trabajo en la misma empresa o puede que te encuentres con jefes o compañeros en otra compañía más adelante. Y ten presente que es muy posible que pidan referencias a las personas con las que has trabajado cuando quieras acceder a otro empleo, por lo que siempre conviene dejar el anterior con cierta elegancia.


Personas ante un documento y un ordenador conversando

 

Recopila toda la documentación necesaria para presentarla en la Oficina de Empleo. Puede que consigas trabajo enseguida, pero no está de más tener todos los documentos en regla para poderlos presentar en tiempo y forma, por si necesitas cobrar la prestación por desempleo. Recuerda que si el despido se ha considerado procedente o has pedido la baja de forma voluntaria no tendrás derecho a esta prestación. 

 

Calcula el finiquito antes de aceptarlo. Este debe estar compuesto por los días que hayas trabajado desde que cobraste tu última nómina y hasta el último día que hayas trabajado, las pagas extras que te correspondan hasta el fin de la relación laboral, las vacaciones que te queden por disfrutar, etc. Ten en cuenta que una cosa es el finiquito, que es lo que te debe el empleador sea cual sea el motivo del despido, independientemente de que te vayas tú o de que te despida él; y otra diferente es la posible indemnización. Por cierto, deben entregártelo (y firmarlo tú) el último día de trabajo.


Persona manejeando una calculadora

 

El empresario te debe proporcionar la última nómina y un documento en el que detalle todos los conceptos del finiquito y las cantidades que debes percibir, así como un justificante del pago. 


Si el fin de la relación laboral es amistoso, sería interesante que preguntases si en la empresa estarían dispuestos a facilitarte referencias (buenas, claro) en caso de que sean necesarias en un futuro proceso de selección.


Comienza a preparar la búsqueda de un nuevo empleo lo antes posible. Analiza qué tipo de trabajo quieres conseguir, actualiza tu currículum, comienza a mover tu red de contactos, comienza a buscar en plataformas y redes sociales seguras y confiables, crea alertas de trabajo, actualiza tus conocimientos si lo consideras necesario para conseguir tu puesto ideal, mejora tus habilidades o aprende otras nuevas, practica tus habilidades y respuestas para futuras entrevistas de trabajo...

 

Cuando te pregunten por el motivo de tu despido en una entrevista de trabajo, no mientas, pero tampoco te extiendas en las explicaciones. Si no ocultas las razones, los empleadores no suelen querer profundizar más en ellas. 


Y, sobre todo, no dejes de tener confianza en ti mismo y en tus capacidades


Información de interés:

Estatuto de los Trabajadores

 

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La primera vez que apareció el post Cómo Afrontar un Despido fue en el blog de Todos Somos Clientes.


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