Cuando contrates un servicio, en la medida de lo posible, evita pagar toda la factura por adelantado. Especialmente en el caso de reformas, instalaciones, reparaciones, tintes, arreglos de ropa y servicios de similares características.
En caso de servicios tales como reformas e instalaciones que tienen una duración larga, intenta dividir el pago en diferentes partidas o certificaciones.
Con ello te garantizaras que el contratista acelera el trabajo para cobrar la siguiente certificación y, en caso de que haya algún desperfecto, puedas hacer presión para su arreglo al retener el siguiente pago.
En este caso, mi consejo es que dejes una pequeña cantidad justo para el final del servicio, que te permitirá retener el pago hasta que des tu conformidad con el mismo. Pide recibo del pago de cada partida por separado. Y, por supuesto, define los pagos en el contrato de prestación de servicios, con sus plazos y penalizaciones (para ambas partes) en caso de incumplimiento.
En el caso de tintorerías, composturas de ropa, enmarcación de cuadros, etc., el no pagar por adelantado te permitirá reclamar que se repita el servicio, en caso de no estar conforme con él, con toda libertad. Guarda siempre la nota de encargo del servicio, por si tuvieses que hacer valer tus derechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estamos encantados de que nos dejes tus aportaciones, porque tu opinión es importante para nosotros. Sólo te pedimos que, por favor, no publiques links ni contenidos publicitarios de ningún tipo, porque estos no serán publicados. Si deseas anunciarte, contacta con nosotros previamente. Gracias.