Ya hablamos en un post anterior sobre
la escucha activa, aunque ahora me gustaría profundizar un poco más en este
tema que nos concierne a todos: clientes y proveedores, tanto en el terreno
profesional como personal. Una escucha activa nos proporciona una mejor comunicación con el otro y una información que, de otra forma, no conseguiríamos.
¿De qué sirven costosísimos estudios de mercado o acciones de marketing si no escuchamos a nuestro cliente? ¿De qué vale recibir a un comercial que nos quiere ofrecer un producto si no vamos a escuchar, de verdad, lo que nos dice para decidir si nos interesa lo que realmente vende?
Es importante
saber qué acciones debemos realizar y evitar para mejorar nuestra capacidad de
escucha activa. Aquí os dejo unos consejos para conseguirlo:
Qué sí debes hacer para practicar la escucha activa...
- Disponte, desde el inicio de la comunicación, a escuchar con todos tus sentidos.
- Muestra interés y presta toda tu atención.
- Elimina distracciones y ruidos.
- Ten en cuenta que la atención crece al principio y al final del mensaje y merma en el ecuador del mismo, por lo que es importante mantener voluntariamente la atención durante toda la recepción.
- Muestra que comprendes lo que siente el otro.
- Escucha con todos tus sentidos las ideas principales y sepáralas de las secundarias.
- Reformula el mensaje del interlocutor y formula preguntas abiertas para ampliar la información.
- Mantén el contacto visual.
- Expresa con palabras que estás escuchando: “Sí”, “claro”, “ya veo”, “humm”, “siga, por favor” ofrecen al emisor la sensación de ser escuchado.
- Expresa con lenguaje gestual que estás prestando atención: asiente con la cabeza, inclina el cuerpo hacia el interlocutor como gesto de interés, mantén el contacto visual o haz gestos con las manos.
Y qué no debes hacer…
- No interrumpas al otro.
- No intentes ser el protagonista o ponerte como ejemplo cuando la otra persona necesita hablarte.
- No ofrezcas ayuda o soluciones prematuras sin que el otro haya terminado de expresarse, evitando el “síndrome del experto”.
- No contra-argumentes: si el otro te dice que tiene un problema no le respondas con que tú tienes uno mayor.
- No te distraigas.
- No prejuzgues.
- No respondas con estereotipos.
- No ordenes, adviertas o amenaces.
- No muestres que los sentimientos del otro son inapropiados: seguro que alguna vez has tenido algún problema más o menos serio y alguien bienintencionado te ha dicho algo como “eso no es nada” o “por qué te preocupas por una tontería como esa” ¿cómo te hizo sentir?
- No olvides que tú también eres emisor, así que trata al otro como te gusta que te traten a tí.
Aquí te dejo un vídeo muy interesante
acerca de los 6 errores más comunes a la hora de escuchar que os ampliará esta información:
Si no puedes ver el vídeo, por favor, pincha aquí
Muchas Gracias Me Sirvivo Mucho
ResponderEliminarMuchas gracias a ti. Me alegro de que te haya servido de ayuda. Saludos.
EliminarGracias me sirvio mucho
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Estoy encantada de que este post te sirviese de ayuda. Un saludo y este post está abierto para ti. ¡Hasta pronto!
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