Es un consejo que a algunos nuevos emprendedores puede sorprenderles porque, por una parte desean recortar los gastos al mínimo y, por otra, porque tienen un cierto complejo de superhéroes ;) y piensan que pueden con todo. Pues bien, nada más lejos de la realidad. Si no tenemos conocimientos profundos (y actualizados) de contabilidad, finanzas, fiscalidad, derecho laboral o trámites administrativos; llevar nosotros mismos ese tipo de asuntos no sólo no supondrá un ahorro, si no que puede acarrearnos muchos gastos: multas, sanciones, recargos, demandas, etc. Y, por otro lado, dedicar tiempo y esfuerzo a esos asuntos nos impide hacer lo que de verdad importa: producir.
Pero, ojo, una mala asesoría puede ocasionarnos aún más problemas que hacerlo por nuestra cuenta. Y aquí habla la voz de la experiencia.
Para ayudarte a elegir una buena asesoría, en este post encontrarás 14 consejos que te pueden ser útiles. En esta primera parte veremos los 7 primeros:
Pide opinión a tus amigos y conocidos |
2.- Con la misma precaución y por los mismos motivos, es conveniente tomar en cuenta las referencias que podáis pedir del asesor. Por supuesto, es mejor pedir opinión y referencias que ir a ciegas.
3.- La empresa y las personas con las que vayas a trabajar te deben inspirar confianza, porque vas a dejar asuntos importantes en sus manos. Y eso no quiere decir que te deban caer simpáticos, te deben parecer honestos, profesionales y correctos en el trato. Si además conectáis a nivel personal, miel sobre hojuelas. Una sugerencia: fíate de tu intuición. La intuición no es un término metafísico, es una forma de registrar ciertos datos y detalles de manera subconsciente y que son capaces de alertarnos sobre algo (en sentido positivo o negativo); aunque también hay que utilizar la razón, por supuesto.
4.- Algo que también debes tener en consideración es si tenéis la misma forma de ver las cosas o, al menos, si será capaz de respetar la tuya. Hace un tiempo me entrevisté con un asesor (estaba seleccionando uno en aquel momento) que casi me llamó descerebrada porque quería cumplir escrupulosamente con mis obligaciones fiscales. Por supuesto, no le contraté... y sigo durmiendo tranquila.
¿Ofrece calidad en su atención al cliente? |
6.- Exige que el personal tenga la titulación y experiencia necesaria para el servicio que requieres. Un becario tiene que aprender, claro, pero no haciéndose responsable de tu negocio.
7.- Desconfía si la asesoría tiene otras actividades paralelas, porque siempre irá en perjuicio tuyo. He visto ya de todo: asesoría + inmobiliaria, asesoría + grupos de networking (piramidal), asesoría + empresa de software... y todas, todas, traen problemas para el cliente. Por una parte, los esfuerzos y atención se dispersan y se resta calidad en el servicio; por otra, se intenta aprovechar al cliente, vendiéndole sí o sí la actividad paralela.
Y hasta aquí los 7 primeros consejos, nos vemos en la próxima entrega.
También te puede interesar:
14 Consejos para Contratar una Asesoría con Acierto (II)
Desde luego una persona autónoma está perdiendo dinero al no dedicar a ofrecer sus servicios en las horas que está dedicando a intentar llevar lo que le llevaría una asesoría o gestoría, además de no tener en la mayoría de los casos conocimientos muy profundos de las materias
ResponderEliminarEfectivamente, ese tiempo que se dedica a encargarse de temas contables y fiscales, el autónomo lo "roba" a lo que de verdad tiene que dedicarse: a producir. Saludos.
Eliminar