Al igual que os iré comentando casos reales de establecimientos y profesionales que ofrecen una buena atención al cliente, también lo haré con los que no, siempre desde mi punto de vista.
A continuación os relato tres malas experiencias que he vivido en distintos centros de estética:
Caso 1
Una esteticista que, en una cabina contigua, estaba instruyendo a unas empleadas nuevas y les comentaba que la aparatología y otros elementos que se usan en la depilación láser hay que limpiarlos delante de la clienta mientras está aún en la cabina, "para que vea que aquí está todo limpio y esterilizado".
Veredicto: cuando se trata de salud y estética, se sobreentiende que el material está limpio y esterilizado cuando se usa con un cliente. Y si se desea reforzar aún más la sensación de salubridad, lo más adecuado es desinfectarlo antes de usarlo con el cliente. Hacerlo cuando se finaliza el tratamiento y en presencia del cliente, puede darle la sensación de que le están llamando "poco limpio". Resultado: no volví a trabajar con ese centro.
Caso 2
Otra situación, habitual, puesto que me ha pasado en dos ocasiones, es que la esteticista te hable de su ideología política de forma entusiasta en la primera visita. Si las opiniones coinciden, miel sobre hojuelas, pero si no... se crea una situación difícil. La clienta puede optar por callar y sentirse incómoda o por iniciar una discusión, llamémosle agria.
Veredicto: cuando se está atendiendo a un cliente es importante seguir una de las reglas básicas de la urbanidad: no se habla de política, de religión, de fútbol o de sexo. Se puede hablar de cualquier tema, mientras no sea espinoso y, aún así, esté presentado con respeto. Muchos clientes en este situación optan por callar durante el tratamiento y no volver y, otros, pueden decantarse por la discusión y, por supuesto, no volver.
Caso 3
Por último, otra estheticienne, se permitió durante un tratamiento facial hablar muy, muy mal de otra clienta a la que yo misma había recomendado ese centro y a esa persona. Sin palabras.
Veredicto: es imprescindible en cualquier campo, pero más en el de la salud y la estética, mantener la confidencialidad y la discreción a toda costa. En este caso, esta esteticista consiguió perder a dos clientas en una sola tarde y a alguna más a posteriori, cuando las ex clientas fueron igual de poco discretas que ella y se comentó cuál era su forma de trabajar.
Buenos dias
ResponderEliminarSoy esteticien En estos momentos se presenta un problema muy serio en el sector de la estética no me refiero a la estética medica si no a los institutos de estetica con la apertura de locales regentados por personas orientales sin tener ningún conocimiento de estetica y lo he comprobado he preguntado si tienen algun diploma o certificado que les acredite para realizar tratamientos faciales y manicuras y la respuesta fue que es eso no tienen ni idea hable con el propietario y me comento que no saben que se tiene que tener conocimientos de estetica que solo es pagar los impuesto y pedir autorizacion al ayuntamiento y listo realizan su trabajo de forma impirica poniendo en riesgo a la clienta que va a su local NO ME PARECE JUSTO NI LEAL el que permitan abrir estos locales sin personal cualificado la estética se va a volver como los restaurantes o las tienda todo a cien que hay por todo lado NO ESTOY EN CONTRA QUE ABRAN CENTROS DE ESTÉTICA lo que me preocupa es que no sean profesionales en la rama de la estética ES NORMAL ESTO ?
Buenas tardes.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo. Es una vergüenza que se abran supuestos institutos de belleza, centros de depilación y similares que no cumplen la normativa técnico-sanitaria en ningún cas. De hecho, incluso llegan a ofrecer entre sus servicios masajes terapéuticos realizados por personas no tituladas, con los peligros que conlleva.
Y lo peor de todo no es que se abran, sino que no los termimen cerrando los ayuntamientos correspondientes.
Sólo hay que leer las normativas municipales y estatales al respecto para darse cuenta de que no cumplen ningún requisito.
Esto únicamente se acabará cuando los consumidores y los profesionales a los que hacen competencia desleal denunciemos este tipo de locales. Y también cuando los usuarios dejemos de utilizar estos servicios y acudamos a centros que cumplan la normativa que se exige a estos establecimientos y peronas que los atienden. No puede ser que por ahorrarnos unos euros (no demasiados en realidad) nos pongamos en manos de personal no cualificado que puede poner en riesgo nuestra salud. Los profesionales de la estética, en cualquiera de sus ramas, deben estudiar, pasar unos exámenes y unas prácticas, algo que los consumidores deberíamos exigir a cualquiera que cuide nuestra piel, nuestro cabello o nuestras uñas.
Y esto no tiene que ver con la procedencia de quien abre, regenta o atiende los establecimientos, sino con el inclumplimiento de la normativa y requisitos mínimos para este tipo de negocios.
Gracias por dejar tu aportación.
Saludos