Si lo pensamos bien, todos podemos entrar dentro de este grupo en algún momento de nuestras vidas, sin necesidad de que haya alguna discapacidad: tobillos escayolados, embarazos en su recta final o, simplemente, una edad avanzada.
Por ello, es necesario tener en cuenta algunas pautas para facilitar la atención a los clientes que, por el motivo que sea, tienen problemas con su movilidad.
Vamos a ello...
1.- Como ya os comenté en el post anterior: preguntad antes de ayudar. No debemos dar por hecho que la persona necesita nuestra ayuda, si la precisa, nos lo dirá. Una cosa es ser solícito y otra ser agobiante.
2.- El cliente con problemas de movilidad no tiene porqué tener dificultades con el oído o con la comprensión, así que no hace falta hablarle a gritos ni con un tono ñoño e infantil.
3.- El cliente con dificultades de movilidad no es una molestia. Necesita que adecuemos nuestra atención a sus necesidades, nada más.

5.- Si la persona utiliza silla de ruedas, el consejo de no tocar, se multiplica. Si no sabemos cómo manejar una silla, es mejor preguntar cómo se hace, o podremos provocar un accidente. Una silla de ruedas no es un juguete y hay que saber cómo manipularla. Antes de empujar la silla, preguntemos.
6.- A la hora de caminar junto a la persona con problemas de movilidad, debemos ajustar nuestro paso al suyo y, por supuesto, no impacientarnos ni presionarle para que se mueva más deprisa.

8.- A la hora de atender a un cliente en silla de ruedas en un mostrador, hay que comprobar si tiene contacto visual con nosotros o no es posible por la altura del mobiliario. Si no puede vernos con facilidad, debemos salir del mostrador y atenderle cara a cara. Para ello, nos colocaremos a su misma altura, preferentemente sentándonos en una silla. Si por la razón que sea debemos estar de pie, es mejor alejarse un poco para que el cliente no deba estar en una posición incómoda para hablar con nosotros.
9.- Pon lo que pueda necesitar al alcance de su mano: impresos, bolígrafos, dossieres, etc.
10.- Si la persona debe rellenar o firmar algún documento, le presentaremos una tablilla con pinza para facilitarle la tarea, tanto si lleva muletas como si se mueve con silla de ruedas.
11.- Si le vamos a ofrecer asiento a una persona con problemas de movilidad, es mejor evitar sillones bajos y mullidos. Generalmente es más fácil para ellos sentarse en asientos altos y con reposabrazos.

13.- Si el suelo está húmedo, debemos indicarlo de forma clara para evitar accidentes. Incluso sin problemas de movilidad es fácil resbalar en un suelo mojado, así que imaginad lo que podría ocurrir si se llevan muletas.

Espero que este artículo os haya sido útil.
También os puede interesar:
Cómo Tratar al Cliente con Problemas de Visión
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Estamos encantados de que nos dejes tus aportaciones, porque tu opinión es importante para nosotros. Sólo te pedimos que, por favor, no publiques links ni contenidos publicitarios de ningún tipo, porque estos no serán publicados. Si deseas anunciarte, contacta con nosotros previamente. Gracias.