jueves, 29 de noviembre de 2012
La Tarjeta de Visita: ¿Tu Aliado o Tu Enemigo? (II)
Continuamos con el post La Tarjeta de Visita: ¿Tu Aliado o Tu Enemigo? (I), en esta 2ª parte (y última) puedes ver algunas recomendaciones respecto a la forma de entregar las tarjetas de visita, guardarlas y recibirlas.
Respecto a la forma de entregarla y guardarla
Entrega la tarjeta en la mano, no la dejes sobre la mesa o mostrador.
Sitúate enfrente de tu interlocutor y mírale cuando se la entregues.
Si puedes ponerte en pie a la hora de entregársela, aumentas las posibilidades de que el cliente guarde la tarjeta y retenga la información.
Ofrécesela con una mano, mejor con la derecha. Es cierto que hay muchas personas zurdas pero, como una cierta mayoría es diestra, facilitamos su recepción; igual que cuando estrechamos la mano.
La tarjeta se debe entregar con el anverso mirando hacia el receptor y es conveniente que no tapes los datos principales con los dedos.
Cuida de que esté en perfectas condiciones. Una tarjeta de visita arrugada o manchada es inadmisible, si se quiere dar una buena imagen profesional.
Es conveniente ofrecerlas al principio de la reunión, así todo el mundo tiene el nombre de su interlocutor a la vista.
Entrégala con una pequeña y cuidada introducción, eso facilitará que el cliente se interese y te recuerde. Si ve tu tarjeta, escucha tu presentación y la guarda, tienes todo ganado.
Ten siempre suficientes tarjetas de visita disponibles, incluso los días en que no trabajes; nunca se sabe dónde surgirá la oportunidad...
Guárdalas en un lugar adecuado para protegerlas: tarjetero, funda rígida, etc.
Ten las tarjetas siempre a mano. Debes almacenarlas en algún lugar donde tengas un acceso fácil, eso dará una imagen de orden, dinamismo y profesionalidad. Buscar y rebuscar las tarjetas en un bolsillo, mientas la otra persona espera, da una sensación de estar frente a un aficionado.
Entrega tus tarjetas a personas con las que tengas una cierta semejanza jerárquica; no ofrezcas tu tarjeta de visita a un alto cargo, salvo que te lo solicite... o que tú también lo seas.
Presta atención a lo que hace el receptor de tu tarjeta cuando se la entregas, te dará información acerca de qué impacto has tenido en él. Además, hay muchos profesionales que codifican la tarjeta, doblándo sus esquinas o anotando; si quien la recibe hace algo con tu tarjeta, es que algo has conseguido, sólo queda saber si ha sido positivo o negativo.
A la hora de recibirla
Cuando recibas la tarjeta de otro, date un momento para leerla y valorarla. No sólo es un signo de respeto, además te dará tiempo para procesar la información que contiene, facilitándote más datos sobre el interlocutor y su empresa.
Antes de guardarla, haz un breve comentario sobre la tarjeta. Es como cuando alguien te muestra su casa, lo educado es comentar qué te ha parecido. Cuidado con los comentarios negativos o falsos.
Si la tarjeta te la entrega alguien de otra cultura, te aconsejo que refresques tus conocimientos de protocolo empresarial internacional para no cometer errores.
Recuerda que, aunque hay muchos dispositivos y aplicaciones que nos ayudan a guardar los datos (Bump, About.me, etc.), las tarjetas de visita aún son imprescindibles en nuestras relaciones profesionales. Cuídalas.
La Tarjeta de Visita: ¿Tu Aliado o Tu Enemigo? (I)
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