miércoles, 29 de mayo de 2024

Reduflación y Cheapflación: Qué Son y cómo Defenderte de Estas Prácticas

La crisis financiera, la inflación o la subida del coste de las materias primas o de la energía para su proceso y distribución entre otros factores, encarecen los costes de las empresas. Y en muchos casos, para no repercutirle al consumidor esa subida de precios y que siga comprando sus productos, aplican algunas técnicas, (trucos, según mi opinión). 


Aunque el consumidor sí que paga esa subida de precios, pero de otra forma. De modo que si suben los costes, la empresa no tiene intención de dejar de obtener beneficios y el cliente no paga más... hay algún truco, y no precisamente de magia. No es más que una subida de precios encubierta.


Por eso es muy importante saber en qué consiste y cómo defenderse de esa subida encubierta de precios, que tiene dos variantes: reduflación y cheapflación (mis disculpas por los palabros).


Reduflación y cheapflación: qué son y cómo defenderte de estas prácticas


Reduflación

 

Es una (mala) práctica de algunas marcas de alimentación, limpieza o cosmética, que consiste en reducir el peso, el tamaño o las unidades de los productos, pero sin que esa merma también se traduzca en una rebaja en el precio.  

 

Y hablo de mala práctica, pero no de que sea ilegal, porque las empresas están en su legítimo derecho a vender menos por el mismo precio. Aunque eso no significa que como consumidores nos sintamos estafados cuando sufrimos la reduflación, porque generalmente se aplica de forma nada transparente y muy poco honesta.  Pero, ojo, que en otros países, por ejemplo en Francia, ya se han tomado medidas legales al respecto y a partir de julio tendrán que poner carteles informativos que informen de qué productos han rebajado su cantidad durante un tiempo..

 

Cheapflación

 

Es otra forma de ganar lo mismo, pero ofreciéndole menos al consumidor. En este caso lo que se reduce es la calidad de las materias primas o de su proceso para abaratar costes, pero sin rebajar el precio al consumidor.  

 

Esta estrategia, siempre que se comunique al consumidor en su etiquetado, también es legal, por muy deshonesta que sea. Si el cambio afecta a un ingrediente principal, además de figurar en la etiqueta, debe indicarse que sustituye al anterior de forma expresa.

 

Ambas dos prácticas, reduflación y cheapflación, sobre todo si no se informa a los clientes de cómo y por qué se van a aplicar, si se mantienen demasiado en el tiempo o son excesivas, pasan factura a las marcas, en algunos casos de forma irreversible. 

 

Mujer comprando en un lineal de supermercado

 

Cómo defenderte de estas subidas encubiertas de precios

 

Una cosa es la reduflación o la cheapflación y otra muy diferente es que en el envase indiquen un peso, cantidad o número de unidades, pero que en el interior sea menor, porque en ese caso se trata de una estafa.  

 

Ten siempre presente que cualquier reducción o cambio de composición debe figurar en el envase. 

 

Compra de forma consciente. Eso significa que debes fijarte bien en casa producto que compras, evitando limitarte a echarlo al carro de la compra sin más. 

 

Fíjate en el propio envase. ¿Parece que está más vacío o que pesa menos que antes? ¿La cámara de aire (que deben tener para su conservación) es mayor? ¿Es ligeramente más pequeño? ¿Ha cambiado últimamente de formato?


Conservas en un supermercado

 

Fíjate también en el peso que figura que tiene el producto. ¿Es el mismo de siempre o es menor? En muchos casos hay una diferencia sustancial. Te pongo un ejemplo: bolsas de aceitunas con hueso. En pocos años el mismo envase se ha reducido de 240 gr. sin escurrir a 195 gr. 


Otro detalle a tener en cuenta es el propio tamaño del producto. Si prestas atención, muchos rollos de papel higiénico o de cocina han adelgazado de repente.

 

Comprueba también si ha variado el número de unidades, porque es posible que lo hayan reducido. Dos ejemplos: toallitas húmedas (antes el paquete tenía 12 y ahora lleva únicamente 10) o tortitas de arroz con quinoa (se han reducido 2 tortitas por envase). 

 

Comprueba el precio por kilo, por litro o por dosis. Los supermercados e hipermercados están obligados a indicarlo en las etiquetas de lineales y otros expositores.  

 

Verifica si la calidad de lo que compras sigue siendo la misma. Eso implica que debes fijarte en la composición, en el aspecto, en su duración, en su efectividad... Si habitualmente compras sardinas en aceite de oliva virgen extra, lee la etiqueta y lo que dice su embalaje, porque puede que de repente el aceite de oliva virgen extra se haya convertido en aceite de oliva o incluso en otro tipo de aceite vegetal más barato... y menos saludable. 

 

Lee la denominación del producto, porque cuando se reducen determinados ingredientes, este cambia. Por ejemplo, si la grasa de cacao se sustituye totalmente o en una cierta parte por aceite de palma, pasa a ser sucedáneo de chocolate. O si se trata de un helado, cuando se reducen las proteínas lácteas por grasas vegetales, ya no se podría denominar como tal, sino postre congelado. 


Etiqueta nutricional

 

Si la marca está poniendo en práctica reduflación o cheapflación, puedes comparar sus productos con otros fabricantes, para que elijas el que más te convenga. 

 

Si detectas alguna irregularidad, denúncialo a la Dirección de Consumo de tu Comunidad Autónoma o ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencias (CNMC).


Lo ideal es que no se realizasen estas prácticas, pero al menos me gustaría reclamar que las marcas al menos nos informen y expliquen a los consumidores que lo están haciendo y los motivos que les llevan a ello. En cualquier caso, somos todos y cada uno de nosotros los que tenemos la decisión de compra o de cambiar de marca cuando lo deseemos, aunque para ello haya que estar informados y prestar atención. Nuestro bolsillo está en juego... e incluso nuestra salud.


 

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La primera vez que apareció el post Reduflación y Cheapflación: Qué Son y cómo Defenderte de Estas Prácticas fue en el blog de Todos Somos Clientes.


Reduflación y cheapflación: qué son y cómo defenderte de estas prácticas by 1 de N Tecnologías de la Información - Arancha Moreno is licensed under CC BY-NC-ND 4.0

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