¡Qué pronto pasa una
semana! Parece que fue ayer cuando publiqué la primera parte de este
post: Cómo Cuidar Tu Identidad Digital y Tu Reputación Online (I).
Hoy te traigo la segunda parte del artículo, que espero que te sea útil e interesante.
Vamos a ello...
Los contenidos
Piensa dos veces antes de escribir cualquier contenido en Internet.
Repasa y comprueba si ese texto transmite realmente el mensaje que
quieres transmitir. Valora el tono y la forma de expresarlo.
Contrasta tu información
antes de colocarla en la Red, porque luego es difícil dar marcha atrás.
Cuando compartas contenidos y noticias, averigua sin son fiables o son fakes. Cada uno de estos contenidos inexactos mancha tu reputación on-line, haciéndote cada vez menos fiable de cara a los demás.
No copies contenidos, sé original. Si quieres vender tu imagen, personal o profesional, debes partir de vender la tuya, no la de otro. Las copias te desprestigian y
pueden llegar a costarte muy caras, no sólo por las consecuencias
profesionales, también por las multas e indemnizaciones que te pueden
exigir.
Educación, ante todo...
Si tienes que participar o comentar, hazlo de forma elegante. Se trata
de aportar, aunque sea una crítica. Sé constructivo y positivo en tus
aportaciones.
Atribuye la autoría o las fuentes, cuando sea necesario. Es algo que se agradece y que da una imagen profesional y madura.
Da las gracias por los comentarios y por los contenidos compartidos, siempre que puedas. Es una forma de demostrar educación y profesionalidad.
Discúlpate cuando sea preciso. Si has cometido un error, reconócelo y pide perdón. Eso no te hace parecer más débil, sino más sabio.
Trata
de evitar los temas sensibles, no porque no puedas expresarte con
libertad, sino porque es contraproducente para tu imagen digital. Si no
hablarías de ciertos asuntos con el presidente de tu empresa o con tu
vecino del 5ª, quizás tampoco deberías hacerlo en Internet, salvo en
plataformas centradas en esos temas o que te interese cultivar una imagen
provocadora. La política, el fútbol, la religión o el sexo, son temas
delicados y que suelen sacar la parte más radical de nuestra
personalidad; tanto del que expresa su opinión como del que la recibe.
Ten
cuidado con la ironía y el humor duro, porque no se suelen entender a
distancia, incluso utilizando emoticones. Es muy fácil malinterpretar lo
que estamos expresando sin la ayuda de los gestos y el tono de voz.
Sólo hay que ver la cantidad de mensajes en redes sociales que se han
convertido en meteduras de pata épicas por este motivo, con o sin
razón.
Cuida tu ortografía.
Escribir de forma descuidada, le quita puntos a tu imagen y a tu
reputación en la Red. Todo cuenta, hasta las cosas que pueden parecer
más nimias.
¡Ah! Y no aproveches cualquier plataforma para venderte, así, sin más.
Utilizar los comentarios en blogs y foros para colocar de clavo tu
empresa o tus productos es una muestra de falta de educación (y de
profesionalidad). Si ves necesario promocionarte, al menos hazlo de una
forma elegante y da algo a cambio: un comentario, un enlace (del otro,
no tuyo), comparte algún contenido de la otra parte...
Cada crisis es una oportunidad
Gestiona bien las crisis.
Si has tenido un desliz, tu empresa está pasando un mal momento o te
has encontrado un malvado troll empeñado en fastidiarte la existencia,
trata de controlar la situación de la mejor forma posible. Para ello, no
te lo tomes como algo personal, sé sincero, toma la educación y el
respeto por bandera, no te dejes avasallar, pide perdón si es necesario y
toma medidas correctoras lo antes posible. Por cierto, medidas correctoras no significa borrar el mensaje incómodo o bloquear al usuario, salvo que sea estrictamente necesario.
Maneja adecuadamente las críticas. Aunque a nadie nos guste que nos critiquen, es cierto que en cada comentario negativo, suele haber una valiosa enseñanza. Por ello es necesario manejarlas y responderlas con serenidad,
sin entrar en discusiones e insultos. Si la crítica es cierta, da las
gracias e intenta mejorar; si no lo es, plantéate el porqué real de ese
desagrado y explícale al otro tus razones.
La competencia
Fíjate en tu competencia, en qué hace bien y en qué hace mal. Busca ser el mejor en tu sector y encuentra lo que te diferencia de los demás. No quieras ser uno más, porque esos puestos están todos ocupados...
Valora si ese profesional o esa empresa a los que ves ahora como competencia, pueden acabar convirtiéndose en colaboradores. Piensa en qué forma podríais poner en común vuestros conocimientos y experiencia para trabajar en nuevos proyectos. Ya sabes, todos somos clientes...
Espero que este artículo contribuya de forma favorable a mi reputación on-line... ¿tú qué opinas?
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miércoles, 1 de julio de 2015
Cómo Cuidar Tu Reputación Online (II)
2 comentarios:
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Hola muy buen post ando buscando los aspectos que contribuyen a mejorar la imagen personal y profesional la verdad me interesa y espero puedan ayudarme
ResponderEliminarGracias por tus palabras, María Fernanda. Te agradecería que antes de publicar un link me consultes previamente. Saludos
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