¿Me Interesa el Dropshipping? (I)

¿Estás pensando en crear tu propio comercio on-line? Si la respuesta es afirmativa, quizás hayas leído algún artículo sobre el dropshipping, incluso quizás alguien te lo haya recomendado para tus primeros pasos en el e-commerce. O quizás nunca hayas oído hablar del término y te resulte de lo más extraño.

 
Si quieres tener más información sobre este sistema de comercio electrónico para valorar si te interesa o no, sigue leyendo. En esta primera parte te contaré qué es eso del dropshipping, qué es un dropshipper y las ventajas e inconvenientes que tiene este sistema. 


Allá vamos...


 

¿Qué es?


Se trata de vender mercancía de un tercero, sin necesidad de tener stock, siendo ese tercero el que se encarga de enviar la mercancía al cliente final en tu nombre. 

¿Qué es un dropshipper?


Es el que suministra mercancía directamente al cliente de un distribuidor. Este distribuidor o minorista es el verdadero cliente del dropshipper, no el cliente final.


El dropshipper no tiene que ser de forma obligatoria un fabricante, puede serlo un mayorista o incluso otro minorista, siempre que se encargue de empaquetar y enviar la mercancía directamente al cliente final como respuesta a un pedido de su distribuidor.


Ventajas


No hace falta una gran inversión inicial para poner en marcha un negocio on-line, puesto que no es imprescindible una gran infraestructura ni una plantilla nutrida. De hecho, es un tipo de negocio que puede poner en marcha un autónomo en su propio domicilio. 


No es preciso contar con un stock propio, ya que el que tiene la mercancía físicamente es el proveedor de dropshipping o dropshipper. Y, por consiguiente, tampoco se requiere un almacén, ni propio ni arrendado.


Poner en marcha una tienda on-line no es excesivamente caro, sobre todo si al principio sólo buscas las funcionalidades básicas. De ese modo podrás dedicar recursos a la promoción y posicionamiento de tus productos. Consúltanos acerca de las posibilidades y precios que puede tener tu futuro negocio on-line.  

 
Es una forma más sencilla y económica de comenzar en esto del e-commerce, que quizás te sirva para experimentar si es un tipo de negocio que te interesa realmente. 

 
Cobras por adelantado a tu cliente, así que ya tienes el dinero cuando compras a tu proveedor.

 
Inconvenientes


La responsabilidad ante el cliente es del intermediario, con todo lo que ello conlleva. Si hay un retraso en la entrega, si el producto tiene algún defecto o no es el esperado, el que responde ante el cliente final no es el dropshipper, sino el minorista que actúa como intermediario.

 
Deberás elegir cuidadosamente a los proveedores, procurando que ofrezcan precio, calidad y servicio a partes iguales. Y encontrarlos lo es nada fácil, aviso. Te encontrarás por la Red listados de proveedores de dropshipping que, con el cebo de la palabra gratis, te venderán el desarrollo de tiendas on-line, posicionamiento o cuotas para acceder a determinados dropshipper o a sus actualizaciones.


Tendrás que tener en cuenta los gastos derivados del envío del dropshipper a tu cliente a la hora de calcular el precio total. Cuidado con este punto, porque si la ganancia es pequeña por cada producto, este concepto puede ser la diferencia entre ganar y perder dinero con una venta.  


Algunos proveedores te impondrán un pedido mínimo para servirte. En unas ocasiones será solamente para el primer pedido (como muestra de que realmente tienes un negocio), pero en otras ese mínimo se aplicará a todos los pedidos. Esto es muy incómodo si no puedes completar ese mínimo fácilmente cuando tengas que comprar mercancía, porque tendrás que esperar a juntar varios pedidos (con el consiguiente retraso en la entrega a tus cliente) o hacerte con un stock que probablemente no te interese. 

 
Para desarrollar tu actividad (y que los dropshippers te vendan), tendrás que acreditar que eres autónomo o tienes una empresa legalmente constituida.

 
Tendrás que cumplir con tus obligaciones legales y fiscales, como en el caso de cualquier otro negocio. Lo que implica desde tener una identificación fiscal a cumplir con la LOPD. Y, por supuesto, pagar los impuestos correspondientes.

 
Los plazos de entrega al cliente aumentan, puesto que hay un paso más en el proceso de venta: el cliente te compra a ti, tú le compras al dropshipper y éste último le envía la mercancía al cliente. Cuando el proceso normal suele ser: el cliente compra al proveedor, al proveedor le envía los productos al cliente. Esto puede convertirse en un hándicap, teniendo en cuenta que los clientes somos cada vez más impacientes y queremos todo para ayer. Las mejores medidas para que no sea un inconveniente: tramitar los pedidos con rapidez, buscar proveedores con una buena logística y aportar valor añadido al cliente. 

 
Es importante que dediques tiempo, esfuerzo y dinero a promocionar y posicionar tu negocio on-line y tus productos, porque trabajar con el sistema de dropshipping no es un negocio de éxito per se, por mucho que así lo vendan. El que tengas acceso al catálogo de un proveedor, no significa que vaya a venderse solo.

 
Y hasta aquí llega esta primera parte. Te espero en la segunda, en la que te daré algunos consejos prácticos para manejarte en el mundo del dropshipping. 


Hasta la semana que viene.

 

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La primera vez que apareció el artículo ¿Me Interesa el Dropshipping? fue en el blog de Todos Somos Clientes.



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