miércoles, 11 de noviembre de 2020

Cómo Usar Tus Tarjetas de Crédito de Manera Responsable

Las tarjetas de crédito y débito, tanto las de plástico como las virtuales, están arrinconando al efectivo. En parte era un fenómeno esperable, pero que se ha acelerado con la pandemia. Los motivos son varios: la comodidad de no llevar cash en el bolsillo, el miedo a manejar billetes y monedas que puedan transmitir el virus por un lado, el aumento imparable de las compras on-line por otro. 

 

Y más allá de esas razones, las tarjetas de crédito también son instrumentos financieros muy útiles, puesto que permiten diferir los pagos al mes siguiente o incluso aplazarlos a lo largo del tiempo.

 

Pero para que todas esas ventajas no se conviertan en inconvenientes, es necesario hacer un uso responsable de las tarjetas de crédito; algo que podrás conseguir con sentido común... y con estos consejos. 


Cómo usar tus tarjetas de crédito de manera responsable

 

Antes de contratar una tarjeta de crédito

 

Las dos primeras cosas que debes tener en cuenta antes de solicitar una tarjeta de crédito son tus ingresos y tus hábitos a la hora de gastarlos. Las tarjetas de crédito deberían servir para hacer pagos que se ajusten a tu presupuesto y que puedas pagar en plazo. 

 

Si te es difícil resistirte a gastar lo que no tienes, es mejor que optes por tarjetas de débito en lugar de las que te ofrecen crédito. No consideres tu tarjeta de crédito como parte de tus ingresos.

 

Investiga y analiza

 

Investiga detenidamente cuáles son sus condiciones (requisitos para obtenerla, comisiones, gastos, pagos, intereses, penalizaciones...). Según sean tus necesidades y tus hábitos de compra te interesarán más unas u otras. Lo que sí que es importante es que tengas muy claro lo que contratas. 

 

Infórmate acerca de las comisiones a la hora de sacar dinero en efectivo en otros cajeros que no pertenezcan a la red de tu tarjeta de crédito, aunque no deberías utilizarla para ese fin. Y también si tienes un máximo de disposiciones. 

 

No te dejes llevar por las promesas de regalos de fidelización o de descuentos en establecimientos. Analízalos cuidadosamente, porque puede que no siempre no te interesen. Puede que para conseguir esos regalos tengas que realizar un volumen de operaciones enorme, que los obsequios no sean tan atractivos como parecía en el papel o que los establecimientos en los que te ofrecen descuentos no los frecuentes jamás. Pon el la balanza lo que te costará la tarjeta y el posible retorno que puedes tener al hacer uso de ella. 

 

Si vas a hacer uso de los programas de fidelización, infórmate antes acerca de cómo obtener tus recompensas o tus descuentos. En algunos casos tendrás que reservar con antelación, usarlos en determinadas fechas o cumplir ciertos requisitos. Entérate también de si vas a tener que desembolsar alguna cantidad en concepto de tasas, de plazas extras, etc. 

 

Entérate de las condiciones del seguro o seguros que ofrecen muchas de las tarjetas. En muchas ocasiones este tipo de seguros no se usan por el mero hecho de no tenerlos presentes.


No contrates ni más ni menos tarjetas de las que necesitas. Habrá tarjetas que sean gratuitas, pero muchas de ella te supondrán unos gastos de mantenimiento. Por otra parte, cuantas más tarjetas tengas, más posibilidades habrá de que gastes más de lo que debes. 


Cartera con varias tarjetas de crédito

 

Analiza si te interesa contratar tarjetas de crédito ajenas a los bancos con los que trabajes. Normalmente suelen ser más caras y es más fácil que se te olviden los pagos a los que debes hacer frente a principio de mes.  

 

Algunas de esas tarjetas de crédito que no están asociadas directamente a tu banco son las comerciales. Son las que emiten las financieras de cadenas comerciales y que permiten pagar en sus propios establecimientos o en otros ajenos. Puedes ser las de grandes superficies, las de cadenas de tiendas de ropa o deportivas, etc. Con estas tarjetas puede elegir pagar el total de la deuda a finales (o principios) de mes o financiar tus compras en plazos. No te confundas con estas tarjetas, tienes las mismas obligaciones que con las que emite tu banco, así que no te retrases en los pagos y comprueba los intereses que cobran por el pago a plazos o por una cantidad mínima mensual.

 

Si ya tienes varias, revisa sus condiciones y deshazte de las que no te compensen. 

 

Los pagos

 

Lo ideal es elegir la opción del pago completo de las compras hechas a crédito al finalizar el mes. Esto no te supondrá intereses, con lo que te ahorrarás más dinero del que piensas. 

 

Escoger la opción de un pago mínimo mensual puede ser una trampa que acabe con tu economía. Puede parecer algo muy cómodo, pero los intereses serán muy altos y finalmente tendrás una deuda muy elevada y un crédito disponible inexistente.  

 

Personas con billetes en la mano

 

Domicilia siempre que puedas el pago de tus tarjetas en tu cuenta bancaria.

 

Úsalas de forma responsable

 

Si por lo que sea vas a realizar un gasto superior al límite de tu tarjeta, te recomiendo que ingreses antes la diferencia desde tu cuenta corriente a tu tarjeta. De ese modo no te aplicarán penalizaciones y no figurará en tu historial con el banco o la entidad emisora. Si no puedes hacerlo antes y tu entidad te lo permite, haz el ingreso después, pero dentro del período de liquidación que corresponda.  

 

Si puedes evitarlo, no uses tu tarjeta de crédito para disponer de efectivo. El coste que te puede suponer en cuento a intereses probablemente no te compense. Y a los bancos no les gusta demasiado ese tipo de prácticas, y ya sabemos que eso luego suele traducirse en una falta de confianza hacia el cliente. Si te hace falta cash, quizás sea mejor que consultes con tu entidad si pueden ofrecerte algún producto con buenos intereses para cubrir tu necesidad puntual.

 

Persona operando en un cajero automático

 

Aprende a distinguir la fecha de facturación de la de pago, porque no son lo mismo. La fecha de pago es aquella en la que el banco hace lo que se llama el corte contable. Es la que usa para computar los consumos que has hecho y sus correspondientes intereses. La fecha de pago, sin embargo, es aquella que el cliente tiene como tope para pagar esos consumos e intereses. Es decir, puede que a la hora de calcular mentalmente los consumos que has realizado no tengas en cuenta aquellos que han quedado sin liquidar desde la fecha de corte hasta el comienzo del mes natural. 

 

Acostúmbrate a controlar tu saldo y los gastos que has pagado con tu tarjeta. Ahora es más fácil, porque puedes hacerlo desde tu móvil o tu ordenador cuando lo desees si usas banca electrónica. 

 

Ten en cuenta que hay pagos que no aparecerán inmediatamente en tu cuenta, por lo que debes tener mucho cuidado de no gastar de más pensado que tienes más saldo.

 

Procura no llegar al límite de la tarjeta. Si no tienes margen, no podrás usarla si la necesitas. 

 

Persona entregando una tarjeta de crédito

 

Y algunos consejos más...

 

Una de las formas en las que te puedes beneficiar de las tarjetas de crédito es gestionar del mejor modo posible el dinero de tus cuentas con tus compras y pagos. Me explico. Si debes hacer frente a recibos y pagos fijos desde tu cuenta en una fecha, y también tienes que seguir haciendo compras, la tarjeta de crédito es el medio ideal para poder ir gastando dinero sin tocar tu saldo del banco para hacer frente a tus pagos hasta que vuelvas a tener ingresos. Esto sólo funciona si tienes unos ingresos fijos asegurados (y que te lleguen con puntualidad), si tienes claros los plazos de tus obligaciones y llevas un control estricto de tus gastos. Te pongo un ejemplo. Tienes un saldo en el banco de 1.000 euros el día 1 del mes, el día 5 tienes que pagar 500 euros de hipoteca, el día 10 tienes que pagar 200 euros por otros gastos fijos (teléfono, electricidad...) y el día 20 te ingresan 1.500 euros de nómina. Si usas tu tarjeta de crédito para ir haciendo las compras, no tendrás que tocar tu saldo en el período en el que te van a pasar los cargos fijos y dejarás una pequeña cantidad para imprevistos. 

 

Otro modo en el que una tarjeta de crédito puede serte útil es su participación en tu calificación crediticia. Si tienes una o varias tarjetas y realizas tus pagos de forma puntual, tu calificación mejorará. Pero ten en cuenta también que tener muchas tarjetas de crédito y llevarlas siempre al límite funciona en tu contra.

 

Si haces un buen uso de las tarjetas de crédito, no tendrás que preocuparte de llevar cash en el bolsillo, te servirán para controlar mejor tus gastos e incluso para ahorrarte algo de dinerito a final de mes si te ahorras comisiones y si puedes beneficiarte de unos buenos programas de fidelización.


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La primera vez que apareció el post Cómo Usar Tus Tarjetas de Crédito de Manera Responsable fue en el blog de Todos Somos Clientes


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