La imagen es vital en nuestra sociedad. Según el círculo en que nos movamos, es fácil verse impelido a seguir unas normas de estética, de lenguaje o de comportamiento... y esa pequeña tiranía no nos importa, porque la elegimos.
¿Por qué entonces nos cuesta tanto a veces pasar por el aro de unas convenciones que son necesarias si queremos obtener un trabajo, mantenerlo o progresar en él? ¿Por qué esas imposiciones resultan a veces tan difíciles de soportar en el trabajo y tan poco en nuestra vida personal?
"Te reciben según te presentas, te despiden según te comportas"
Refrán popular
Y hablando del lenguaje, que también forma parte de nuestra imagen personal y profesional, también es curioso que hablemos con una cierta formalidad si estamos en una comida en casa de nuestros suegros, y que cambiemos inmediatamente a un lenguaje menos sutil y más relajado si estamos de fiesta con los amigos. ¿No sería igual de difícil expresarnos con mayor corrección y profesionalidad si estamos atendiendo a un cliente y pidiéndole un informe a un compañero?
La imagen siempre ha sido importante en cualquier época, cultura o sociedad. Lo que quiere decir que no es un invento actual, sino que ha sido un constante a lo largo del tiempo.
Por eso, me gustaría abogar por una imagen personal y profesional correcta, porque no cuesta tanto. Y los beneficios son muchos.
Beneficios de una buena imagen
- Conseguiremos una mejor disposición del cliente hacia nosotros.
- Generaremos una mayor confianza en el cliente.
- Nos otorgará mayor credibilidad.
- Nos percibirán como mejores profesionales y más resolutivos.
- Reforzará el mensaje que queremos transmitir.
Motivos para mantener una buena imagen personal y profesional
La buena imagen personal debe tener un primer destinatario: uno mismo. Una imagen cuidada, tanto a nivel físico como a la hora de comportarnos y de ser, es primordial para mantener nuestra autoestima y para mejorar nuestro desempeño profesional. Aunque no lo parezca, la sensación de bienestar que nos produce ofrecer una imagen adecuada, se ve reflejada en nuestro trabajo.
Por supuesto, el cliente también es uno de los motivos por los que debemos mostrar una buena imagen personal y profesional. Y no sólo el cliente externo, también el cliente interno debe ser uno de los motivos para mantenerla. Porque una parte importante de nuestra comunicación con el cliente es la imagen que transmitimos, y una mala imagen personal es una tremenda barrera a la hora de comunicarnos.
Qué es imagen personal
La primera impresión que damos, también es la primera impresión que da nuestra empresa. Es nuestra tarjeta de visita.
“No hay una segunda oportunidad para una primera
impresión"
Oscar Wilde
La imagen personal forma parte de la comunicación no verbal, por lo tanto no debemos desdeñarla si queremos que funcione a nuestro favor a la hora de comunicarnos. (55% lenguaje corporal, 38% comunicación paraverbal, 7% lenguaje verbal).
Es el mejor complemento a una buena atención y a un buen desempeño profesional.
Es la forma de mostrarnos y comportarnos acorde al tipo de sector, de empresa y de público con el que debemos interactuar. No necesitamos perder nuestra esencia, sino adecuarla al entorno y al interlocutor.
“El estilo es una forma de decir quién eres sin tener que
hablar”.
Rachel Zoe
Una buena imagen personal pasa por algo tan básico como la higiene personal. La falta de pulcritud es un letrero luminoso que indica descuido y falta de interés, no sólo en la higiene. Desde el cabello a las manos, pasando por la limpieza del vestuario, pulcritud es vital para conseguir una buena imagen.El vestuario, el calzado y los complementos deben ser adecuados para el tipo de actividad. Y no sólo por su estética, también por su comodidad. Nuestro atuendo tiene que ser correcto, pero debe permitirnos movernos con soltura y dignidad. Un profesor de instituto, por ejemplo, no debería llevar el mismo tipo de vestuario que un director de una sucursal bancaria. Un traje de chaqueta con corbata y zapatos de cordones, quizás no sea lo más cómodo para ir de clase en clase todo el día, escribiendo en la pizarra y corrigiendo exámenes. Y, lo contrario, unos vaqueros, una camisa arremangada y unos mocasines; quizás no sean lo más apropiado si se va a recibir a clientes sentado detrás de una mesa de despacho.
“Viste vulgar y sólo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer”.
Coco Chanel
El peinado debe ser también adecuado para el tipo de trabajo que realizamos. Por ejemplo, el cabello retirado del rostro es imprescindible en trabajos en los que se está cara al público, puesto que es más cómodo para quien lo luce y ofrece más confianza al interlocutor que tiene delante. El pelo delante del rostro, que impide ver los ojos y las facciones, da la sensación de tener algo que ocultar o incluso de falta de higiene. Y eso no es lo que queremos si estamos atendiendo a un cliente.
En las mujeres, el maquillaje es importante. Lo ideal es el término medio, ni excesivo, ni con la cara lavada. El maquillaje no debería funcionar para tapar o esconder, sino para ofrecer nuestra mejor versión. En cualquier caso, todo depende del sector y puesto el que estemos trabajando. Si se realiza un trabajo comercial, un maquillaje ligero es una buena idea; si se trabaja como monitora en un gimnasio, no lo es.
Los gestos deben ser vehículos de transmisión de una buena imagen personal y profesional. Deben ser lo suficientemente personales, como para ser nuestra seña de identidad; pero sin ser excesivos. Los gestos suaves, armónicos y oportunos, generan confianza y atracción en las personas que tenemos delante. Si los gestos son bruscos y demasiado frecuentes, nos harán parecer antipáticos y conseguirán que los demás olviden nuestro mensaje, puesto que estarán demasiado centrados en cómo y cuánto gesticulamos.
El lenguaje y el tono de voz deben ser herramientas de comunicación, no notas discordantes en nuestro mensaje y en nuestra imagen. Un tono de voz muy elevado, unos términos demasiado vulgares (o técnicos en exceso), demasiadas palabras soeces o abundancia de muletillas en nuestro discurso, pueden arruinar nuestra imagen.
Una actitud positiva, enérgica y empática, son el mejor complemento que se pueda lucir para conseguir una excelente imagen personal y profesional.
“La educación es el principal vestido para la fiesta de la
vida”.
Carolina Herrera
Qué no es imagen personal
No significa que haya que ser guapo, tener unas medidas perfectas o gastar miles de euros en nuestro aspecto físico y en nuestro vestuario. Sólo requiere de unos cuidados personales básicos y corrección a la hora de vestirse, expresarse y comportarse.
No implica dejar de ser uno mismo, sino de llegar a una entente cordiale entre lo que somos y la corrección deseable en nuestro trabajo.
No es una pantomima. La imagen personal tiene que ser nuestro reflejo, no puede ser una mentira constante.
Información de interés:
La importancia de cuidar la imagen
El aspecto físico - Comunicación no verbal
Imagen profesional
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excelente información, me ha sido de mucha utilidad. GRACIAS :)
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. Me alegro mucho que te haya sido útil.
EliminarSaludos
Que ensayo tan genial, muy completo la verdad, felicidades
ResponderEliminar¡Muchas gracias, tanto por tu comentario como por tu tiempo!
EliminarSaludos cordiales