Un contrato es un documento con más importancia de la que muchas personas le otorgan. Al fin y al cabo es un pacto que obliga a las partes a cumplir y respetar ciertas condiciones relacionadas con una prestación (entregar algo, establecer un derecho sobre un bien, hacer o dejar de hacer algo, alquilar un bien, prestar un servicio...). Y si no se respeta lo recogido en ese contrato, habrá consecuencias negativas para ambas partes, pero sobre todo para la incumplidora.
Por eso es muy importante saber cuándo exigir un contrato y cuándo no deberías firmarlo.
Cuándo debes exigir un contrato
▣ Para concretar acuerdos entre dos o más partes. Aunque este tipo de compromiso se puede celebrar verbalmente, siempre es recomendable que todos los datos y condiciones se recojan por escrito.
▣ Para formalizar un compromiso entre dos o más partes, actuando como garantía de que están de acuerdo con lo recogido en el documento en el momento de la rúbrica.
▣ Para que las partes puedan consultar la información y datos del contrato cuando lo consideren necesario. Esto es imprescindible si se necesita comprobar si se están cumpliendo los compromisos, los plazos de renovación o cancelación, si es de aplicación alguna penalización, etc.
▣ Cuando haya algún conflicto o controversia entre las partes y sea necesario recurrir al contrato como prueba.
Cuando no firmar un contrato
▣ Cuando no se tiene capacidad para firmar el contrato, ya sea como persona física o en representación de una empresa o entidad, o incluso cuando se hace en nombre y representación de otra persona. Por ejemplo, un menor de edad no emancipado o si se está incapacitado, no se puede firmar un contrato. O si no se tienen poderes o atribuciones, no se puede firmar un contrato en nombre de una sociedad.
▣ Si no estás convencido de firmar por el motivo que sea, no lo hagas. El instinto a veces es más sabio que la razón, porque puede detectar detalles que se nos escapan de forma consciente y que hacen saltar nuestras alarmas sin saber bien porqué. Si tienes dudas, es mejor que revises el contrato y que madures la decisión antes de comprometerte.
▣ Si la otra parte no es fiable. Por ello es importante investigar, al menos de forma superficial, quién es la empresa o persona con la que nos vamos a comprometer en un contrato. Desde googlearles hasta pedir informes de solvencia, cualquier medida es útil, por pequeña que sea.
▣ Cuando te presentan un contrato para que lo firmes sin previo aviso. Lo lógico es que te hagan llegar el documento con tiempo para que lo revises.
▣ En caso de que no puedas leer el documento con tranquilidad, comprobando que los datos sean correctos y cuáles son las condiciones de contratación.
▣ Cuando no te permitan consultar con un experto o con alguien de tu confianza para que revise el documento. En contratos muy sencillos y que no tengan demasiada importancia, puedes arriesgarte a decidir por ti mismo si firmas o no, pero en documentos relevantes, mi consejo es que consultes siempre con un especialista.
▣ Si te apremian para firmar el contrato, sobre todo si no hay una razón de peso, porque detrás suele haber la intención de que no prestes atención al documento. El hecho de que tengan otra cita en pocos minutos o que deban marcharse por cualquier motivo, no debería ser un pretexto para urgirte a firmar. Si no hay tiempo hoy, siempre podrás hacerlo mañana.
▣ Lo mismo sucede si quieren distraerte con cualquier excusa para que no te centres en el contrato y que firmes sin leerlo detenidamente. Puede ser que la otra parte u otra persona que esté en la sala no deje de hablar, que no cesen de hacerte preguntas intrascendentes, que no dejen de entrar y salir de la estancia... Si sucede esto, no te dejes llevar por la distracción, enfócate en el documento y toma la decisión de firmar o no hacerlo de forma consciente.
▣ Cuando tienes objeciones a alguno de los puntos recogidos en el documento y pides explicaciones o solicitas cambios, y hacen caso omiso de tu petición. En algunos casos puede que se nieguen sin darte motivos razonables, en otros te irán dando largas y en otros incluso te amenazarán para que firmes tal cual está redactado en documento o que asumas las consecuencias.
▣ Si no es un contrato por duplicado. Tanto tú como la contraparte debéis tener una copia firmada por ambos del documento. Si no te la van a entregar, no firmes.
▣ En caso de que únicamente esté firmado por ti. El contrato tiene que estar rubricado por ambas partes, en caso contrario el único obligado eres tú.
Espero que esta información te haya sido útil. Aunque, ante cualquier duda sobre los contratos, consulta con un profesional del derecho, porque te ahorrarás muchos problemas.
Información de de interés:
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La primera vez que apareció el post Cuándo Exigir un Contrato y Cuándo No Firmarlo fue en el blog de Todos Somos Clientes.
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