lunes, 26 de marzo de 2012

Si no hay cliente, no hay empresa.


Para poner en perspectiva la atención y orientación al cliente, os invito a que reflexionéis acerca del cuadro siguiente:
Si no existe el cliente, no existe la empresa, obvio. Si no hay empresa, no puede dar empleo, obvio también. Si no hay trabajo, no hay salario, ni autoestima personal y profesional, ¿obvio también?

Muchas veces no hacemos esta asociación tan obvia y tan real cuando atendemos a nuestros clientes y comenzamos a despachar a los clientes, en todas sus acepciones. 

El cliente es la razón de ser de la empresa, de nuestro empleo y de que podamos pagar nuestra hipoteca, si me permitís la expresión.

Y si es tan importante, ¿no será imprescindible ofrecerle una excelente atención para captarlo y conservarlo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Estamos encantados de que nos dejes tus aportaciones, porque tu opinión es importante para nosotros. Sólo te pedimos que, por favor, no publiques links ni contenidos publicitarios de ningún tipo, porque estos no serán publicados. Si deseas anunciarte, contacta con nosotros previamente. Gracias.