En la primera parte de
Aumenta Tu Capacidad de Concentración te hablé de lo importante que es
tener una buena predisposición, de organizarte, de evitar las
distracciones, incluso de la necesidad de desconectar para poder
enfocarte en tus tareas.
En
esta segunda parte vas a encontrar trucos para aumentar y mantener esa
capacidad de concentración, porque es algo que requiere de práctica y
disciplina.
Vamos con ello...
Practica, practica y practica
La
concentración es algo que requiere de práctica, sobre todo para
acometer tareas aburridas. Algunas de las técnicas que te ayudarán son:
La
respiración. Una respiración lenta, profunda y regular contribuirá a
que te centres más en lo que estás haciendo y a que te relajes. Observa
lo que ocurre cuando estás nervioso, enojado o indeciso: tu respiración
es rápida, superficial (lo más probable es que respires sólo con la
parte superior de tus pulmones) e irregular; de hecho, incluso habrá
momentos en los que te puedes sorprender aguantando el aliento.
La
meditación. No es necesario que pongas incienso, velas y una esterilla
para meditar. Simplemente debes aprender a centrarte en un sólo
pensamiento, objeto o sonido, procurando evitar que tu mente divague.
Puedes enfocarte en una palabra, en un mantra, en una música, en una
imagen, en un color, en cómo corren las manecillas de un reloj o en un
objeto cotidiano. Lo ideal, sobre todo al principio, es que no sean
ideas u objetos muy personales, porque tus pensamientos y emociones se
pueden disparar y arruinarte la meditación. Una vez que te enfoques,
comprobarás que aparecen pensamientos e ideas involuntarias, pero no
debes evitarlos, sólo tienes que dejarlos pasar sin aferrarte a ellos.
Si te empeñas en echarlos de tu mente, conseguirás que esos pensamientos
la ocupen por completo y te desconcentres definitivamente. Empieza
primero con unos pocos minutos y vete aumentando el tiempo que dediques a
meditar.
Una
forma de unir ambas técnicas, respiración y meditación, es dedicar un
par de minutos al día a centrarse sólo en la respiración, que debe ser
lenta y profunda, de tal forma que en esos dos minutos no debe haber
nada más importante. Siente cómo entra el aire, como sale, en tu
temperatura... nada más.
La
práctica del yoga. Esta disciplina tiene múltiples beneficios para el
cuerpo y para la mente. Una de ellas es aumentar la capacidad de
concentración. Eso sí, para poder disfrutar de esos efectos positivos es
necesario ser constante en su práctica, porque necesita su tiempo.
También es muy recomendable el tai-chi chuan.
El
ejercicio físico, en cualquiera de sus variantes es saludable, también
para nuestro cerebro. Mejora los procesos cognitivos, como pueden ser
la memoria o las capacidades de concentración, de decisión o de
planificación. Eso sí, la práctica debe ser constante y se deben buscar
nuevos retos y actividades deportivas para estimular a nuestro cerebro.
Entrena
tu atención con los típicos pasatiempos (sudokus, sopas de letras, unir
los puntos, etc.), con ejercicios de cálculo, contando palabras de un
texto o con cuadernos para colorear para adultos.
También te pueden ayudar algunos de los videojuegos que hay en el mercado para mejorar la concentración y la agilidad mental.
Algo
que puede ayudarte a concentrarte es la música. No es un recurso apto
para todos los públicos, porque hay a quien la música, la radio o
cualquier otro sonido le descentra, como es mi caso. Aunque también
puedes recurrir a herramientas que replican el sonido de la lluvia o el ruido de fondo de una cafetería, si eso es lo que contribuye a enfocarte.
Hay
quien recomienda centrarse en recordar minuciosamente todo lo que nos
ha ocurrido durante el día, justo antes de dormir. Mi consejo es no
hacerlo, porque se corre el riesgo de comenzar a darle vueltas a esos
sucesos del día y a cualquier otro que podamos relacionar con ellos,
ganando puntos para una noche de insomnio. Para mí lo ideal es hacerse
una imagen mental de lo que debemos hacer durante el día, visualizando
que se llevarán a cabo con eficiencia, tranquilidad y buen humor, de esa
forma ponemos en marcha nuestra concentración de buena mañana y nos
predisponemos de forma positiva a lo que nos espera.
Otro
punto que te ayudará a mantenerte la concentración es la hidratación.
Bebe agua suficiente, porque tus capacidades ser verán mermadas de forma
notable si estás deshidratado.
Y,
por supuesto, no podía falta la alimentación, que debe ser saludable.
Evita las grasas saturadas, los azúcares y harinas refinadas y el resto
de sospechosos habituales. Procura mantener unos niveles de
glucosa constantes en tu organismo, haciendo comidas frecuentes y no muy
copiosas y huyendo de los alimentos que puedan suponer una subida
abrupta de azúcar en sangre. (golosinas, zumos y refrescos azucarados,
cafés e infusiones repletos de azúcar, bollería, pan blanco, comida
basura, etc.) Esta subida irá acompañada de su correspondiente bajada,
con lo que te sentirás rápidamente cansado, lento de reflejos y con
hambre, lo que puede llevarte a comer de nuevo alimentos poco saludables
que te llevarán a un círculo vicioso nada recomendable para tu salud y
tu cerebro.
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Aumenta Tu Capacidad de Concentración (I)
La primera vez que apareció este post fue en el blog de Todos Somos Clientes
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