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miércoles, 9 de septiembre de 2020

Consejos Básicos para un Freelance Novato

¿Estás pensando en hacerte freelance? Si es así, lo primero que deberías saber es que el hecho de trabajar por cuenta propia no es para todos. El hecho de ser jefe y empleado al mismo tiempo, de no poder diferenciar claramente la vida profesional y la personal, el no tener un horario fijo, la incertidumbre a la hora de tener unos ingresos, la responsabilidad total sobre la actividad que se desarrolla... no, no todo el mundo está ni dispuesto ni preparado para asumir todo lo que conlleva el trabajo autónomo.

 

Pero si eres de los valientes que quieren ser freelance, en este post quiero compartir algunos consejos que pueden serte útiles.

 

Consejos básicos para un freelance novato

 

Párate un momento y piensa

 

Si quieres trabajar por cuenta propia, lo primero que debes plantearte si el momento es el oportuno. ¿Tienes un pequeño colchón financiero en el que te puedas apoyar mientras comienzas a tener ingresos? ¿Tienes algunos posibles clientes con los que comenzar a trabajar? ¿Podrías encontrar trabajo por cuenta ajena sin demasiadas dificultades si tu aventura freelance no va bien?

 

Hazte notar

 

Sé visible. Un buen perfil en redes profesionales, una web, un blog, presencia activa y adecuada en redes sociales, todo es útil para que te vean a ti y a tu trabajo. 

 

Véndete. No te dediques sólo a producir, también necesitas tiempo para hacer contactos y buscar nuevas oportunidades. No dejes que el día a día te acabe ahogando.

 

Diferénciate. Busca tu estilo personal de trabajar, ese extra que aportas a tu trabajo, y poténcialos. No quieras ser como el resto, porque ya hay muchos así, y seguro que no hay trabajo para todos los que son clones unos de otros.  

 

Sé flexible. El freelance debe saber adaptarse a los clientes y las circunstancias para medrar. Esto no significa que agaches la cabeza con todas las exigencias de los clientes, sino que sepas cuándo adaptarte y cuándo ceder. 

 

Freelance trabajando en su ordenador

 

Tu relación con los clientes

 

Escucha a tu cliente y aprende a distinguir entre lo que cree que quiere y lo que realmente necesita.

 

Busca nuevos clientes, por supuesto, pero cuida ( y mucho) a los que ya tienes. Es muy habitual dar por sentado que siempre se trabajará con ellos, abandonando en cierta medida la relación. Y es un error. Conseguir nuevos clientes es algo costoso y difícil, pero mantener a los que ya tienes únicamente requiere algo de tiempo, de esfuerzo y de cariño

 

No aceptes a cualquier cliente. Puedes convertirse en un campo minado. Esos que no aprecian tu trabajo, que siempre quieren más por menos, los que pagan tarde o mal, los que creen que son los únicos clientes que tienes, los que son groseros, los que cambian las condiciones a su antojo... esos no te interesan en absoluto. Ya sé que decirle no a un cliente es difícil siendo freelance, pero puede que ese encargo te acabe costando tiempo, dinero... y salud mental. 

 

Procura no depender de un único cliente. Si falla por el motivo que sea, te quedarás sin ingresos hasta que captes a otros nuevos. Por otra parte, un cliente único que sabe que lo es, te exprimirá todo lo posible aprovechando tu situación. 

 

Pide referencias siempre que puedas.

 

Ponte precio

 

Pon un precio realista a tu trabajo. Ten en cuenta el estado del mercado, los precios de la competencia, tu experiencia, tu formación, tu antigüedad en el sector, tu imagen de marca, la repercusión de tus trabajos anteriores...

 

Valora si te interesa más trabajar por hora o por proyecto. Dependerá de tu actividad y de tus clientes. Elige lo que te sea más ventajoso para ti. 

 

Si te quedas corto a la hora de poner precio a tu trabajo, terminará por no salirte rentable. Por no hablar de que los buenos clientes, esos que no buscan el low cost y el descuentillo a toda costa, desconfiarán si tus tarifas son sospechosamente bajas. 

 

En caso de que te excedas a la hora de establecer tus precios, habrá muchos clientes que no te tendrán en cuenta. Un cliente puede contratarte por un alto precio por primera vez, pensando en que va a obtener una gran calidad y servicio. Si finalmente no es así, no volverá a llamarte. Eso sí, estoy hablando de que tus tarifas no se correspondan absoluto con lo que realmente eres capaz de ofrecer. Si eres muy bueno, entonces sí, hazte valer.

 

A la hora de calcular tus precios finales, ten en cuenta otros factores más allá de tu propio trabajo: tiempo que vas a tener que dedicar a reuniones y desplazamientos, también el tiempo y gasto que te supondrán las tareas de tipo administrativo, así como los gastos que puedan derivarse de tu actividad (material, subcontratación de tareas, seguros específicos, pago de tasas o licencias, etc.). 

 

También deberías calcular el tiempo y esfuerzo más allá del precio/hora. Esto es aplicable, por ejemplo, a la formación. Cualquiera que se haya dedicado a la formación alguna vez (me incluyo), sabe que detrás de 1 hora de clase, hay al menos 2 o 3 de preparación... aunque únicamente te pagarán 1. 

 

Mujer trabajando en su  portátil

 

Hablando de dinero

 

No te excedas con los descuentos, porque puedes acabar perdiendo dinero por querer ganar clientes. Está bien tener un detalle con un buen cliente, pero sin que te termine costando dinero a ti.

 

Pide que tus clientes paguen por adelantado una cantidad antes de comenzar a trabajar. Esto no siempre es posible, sobre todo cuando estás comenzando y no te conocen, pero al menos intenta que todos pongan un pequeño depósito. Si el cliente no se fía de ti como para adelantarte dinero por un trabajo que todavía no has hecho... ¿por qué vas a confiar tú en el para trabajar sin cobrar? Ahí lo dejo.

 

Divide el proyecto en hitos o tramos y ve cobrando cuando finalices cada uno de ellos. 

 

Si te dedicas a la programación, siempre puedes poner protecciones para que los programas y aplicaciones dejen de funcionar si el cliente no paga en plazo. Es arriesgado, pero bastante eficaz, sobre todo con clientes con tendencia a la morosidad.

 

Nunca entregues un proyecto terminado antes de que se hayan efectuado todos los pagos. Ten siempre algo que entregar si quieren tener el producto o servicio acabado. Detalles, marcas de agua, códigos fuente... guárdate siempre algo para poder cobrar lo que te deben de forma íntegra.

 

Toma medidas ante los clientes que suelen retrasarse con los pagos. Si pides un adelanto y divides el proyecto por hitos, será más difícil que te veas con facturas impagadas. En cualquier caso, procura investigar a los clientes antes de trabajar con ellos, presta atención a los cambios en su comportamiento a la hora de encargarte trabajo y de hacer frente a los pagos y toma otras medidas para evitar la morosidad. 

 

Persona trabajando


Cuida tus finanzas

 

Lleva un control minucioso de gastos e ingresos.

 

Aunque el hecho de hacer una proyección de ingresos puede serte muy útil, lo más probable es que haya meses en los que cobres muchos proyectos y otros en los que el dinero no entre en tu cuenta corriente. Tenlo en cuenta a la hora de hacer tus previsiones económicas.  

 

Sé cuidadoso con tus gastos fijos. Analiza los que son necesarios para llevar tu actividad profesional y los que son superfluos. Incluso los que son imprescindibles pueden reducirse buscando proveedores con una buena relación calidad-precio, ofertas, etc.

 

Estudia qué entidad bancaria te conviene más, teniendo en cuenta tu facturación, los servicios que necesitas, las comisiones, los gastos, etc.

 

Te recomiendo que trabajes con más de una entidad bancaria. Si conoces el dicho "no hay que poner todos los huevos en el mismo cesto", no se puede aplicar mejor que en el caso de los bancos. Te permitirá poder trabajar con cada uno en la medida y con los servicios que mejor te convengan en cada momento. 

 

Calculadora

 

Documentación, contabilidad y fiscalidad

 

Trabaja siempre con un contrato de prestación de servicios. Es bueno para el cliente y también para ti. Reflejar por escrito las condiciones en las que se realizará el proyecto te dará seguridad y evitará malos entendidos que casi siempre suelen traducirse en más trabajo y menos dinero para ti. 

 

Haya contrato de por medio o no lo haya, guarda todos los correos y mensajes que os hayáis intercambiado. De esa forma tendrás documentada toda la relación comercial. Por si acaso.

 

Te aconsejo que tu contabilidad y fiscalidad la lleve un profesional. Se suele caer en la tentación de ahorrar coste en estos asuntos. Es fácil ser optimista y creer que puede encargarse uno mismo, porque se trata de un trabajo autónomo y porque hay herramientas para facilitar la tarea. Pero lo cierto es que cuando se trata de asuntos contables, y sobre todo fiscales, es mejor delegarlos en alguien que sí que sepa, que tenga experiencia y que conozca toda la legislación... y sus múltiples cambios. Son asuntos delicados en los que un pequeño error, puedo suponer una gran multa. 

 

Seguros

 

Un seguro de responsabilidad civil siempre es una buena idea, porque podrás hacer frente a posibles accidentes y riesgos derivados de tu trabajo. 

 

También puedes contratar otro tipo de seguros, como el de impagos o accidentes. 

 

Herramientas de trabajo

 

Ten tus herramientas de trabajo en perfecto estado, sean las que sean. Dedica tiempo y dinero a ello, porque son imprescindibles para desarrollar tu actividad.

 

Si trabajas con tecnología, procura que sea la adecuada para ti, que esté actualizada y protegida.

 

Haz copias de seguridad de tu trabajo, siempre.  

 

Y más...

 

Aprende a gestionar tu tiempo de forma eficiente.

 

Mantente motivado. Ya sé que es difícil hacerlo en algunas ocasiones, pero es importante que te esfuerces en pensar en positivo y en recordarte los motivos por los que trabajas por cuenta propia.  

 

Defiende tu espacio y tu tiempo. Las personas que no trabajan por cuenta propia tienden a pensar que los freelances no desarrollan realmente una actividad profesional, más bien es un hobby con el que pasan el tiempo y se sacan un dinerillo. Que tienen todo el tiempo del mundo para hacer lo que quieren y que no tienen responsabilidades. Así que creen que pueden contar contigo en el momento en el que lo deseen para que les ayudes o para que les entretengas. No caigas en esa trampa. Porque al final tendrás que terminar tu proyecto y para hacerlo tendrás que robar horas al sueño, renunciar a tus obligaciones familiares o a tu ocio, o incluso a la calidad de tu trabajo.

 

Y, sobre todo, disfruta de lo que haces. 



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La primera vez que apareció el post Consejos Básicos para un Freelance Novato fue en el blog de Todos Somos Clientes. 


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