Revisar el correo electrónico, en muchas ocasiones, da hasta miedo. Y es que cada vez recibimos más comunicaciones vía email. Al abrir tu correo por la mañana, probablemente te encuentres con decenas (sino centenares) de emails que abarrotan tu bandeja de entrada. Y lo mismo ocurrirá cuando llegues a tu puesto de trabajo después de comer o darle un último vistazo al finalizar el día. Clientes, proveedores, candidatos, amigos, conocidos, saludados, desconocidos varios, spammers... todos quieren contarte o pedirte algo, y lo hacen a través del email. Esto implica que a menos que te organices muy bien, tu programa de correo electrónico puede resultar un verdadero desastre en el que no encuentres lo que necesitas y pierdas comunicaciones importantes. Por no hablar de que echarle un vistazo a la bandeja de entrada y encontrarla tan atestada que la rueda de scroll de tu ratónacaba pidiendo clemencia cuando intentas llegar al final de la lista, puede resultar realmente estresante. Como quiero evitarte esos problemas y ese estrés derivado de la desorganización, a continuación quiero compartir contigo unos cuantos consejos para organizar y gestionar de forma eficiente tu programa de correo electrónico. ¿Te los vas a perder?
Conoce tu programa de correo Aprende a usar las utilidades de tu programa de correo. En muchas ocasiones nos limitamos a las funciones más básicas y perdemos la oportunidad de gestionar nuestros emails de una manera más cómoda y eficiente. De hecho, para poner en práctica muchos de los consejos que verás a continuación necesitarás conocer un poco más a fondo tu herramienta de correo electrónico. Organización Si recibes correos personales y profesionales, lo más recomendable es tener dos direcciones de correo electrónico separadas, para evitar que se mezclen ambas facetas. Además, al ser diferentes, te permitirá organizar mucho mejor la bandeja de entrada. Organiza tu bandeja de entrada por los criterios que más se adapten a tus necesidades: que aparezcan primero los más recientes, procedentes de las direcciones más habituales o importantes, las comunicaciones no leídas antes de las que ya hayas revisado...
Utiliza etiquetas y estrellas para identificar los emails que recibas. Es un método para identificar de un vistazo qué tipo de mensaje es y la acción que requiere. Utiliza diferentes colores para cada tipo de etiqueta y de estrella, así de un único vistazo valorarás de qué tipo de comunicación se trata. Cuando cambie el estado del mensaje, tendrás que cambiar la etiqueta, si es que lo vas a archivar en las carpetas del programa de correo. Por ejemplo si le has puesto la etiqueta de "por hacer" y lo dejas solucionado, deberías reetiquetarlo con un "hecho" o borrarlo definitivamente si no lo vas a necesitar más. Crea filtros por dirección, por palabras clave o por reglas que te ayuden a gestionar los correos entrantes. Así podrás derivar los mensajes entrantes a determinadas carpetas, reenviarlos automáticamente, etc. Crea varias carpetas y subcarpetas para dirigir los correos según su temática y su importancia. Según sean tus necesidades, tendrás que abrir más o menos. Si en tu correo recibes correos de trabajo y personales, puedes abrir dos carpetas principales, una para cada faceta. Si controlas varias cuentas de correo, lo ideal sería abrir una carpeta por cada cuenta. Otra opción es crear una carpeta por cada cliente o cada proveedor, si estos no son muy numerosos. Incluso puedes abrir carpetas principales para archivar los emails que debes leer o responder hoy, los que tienes que gestionar a lo largo de la semana o a lo largo del mes. En fin, eres tú quien debe decidir qué sistema de organización es el más apropiado para ti. Gestiona tu correo eficazmente Aprovecha tus dispositivos móviles y los tiempos muertos para consultar
el correo tranquilamente e ir realizando las acciones que requiera cada email:
archivar, responder o borrar. Los trayectos en transporte público y las
esperas para realizar trámites o visitas son ideales para ello.
No acumules mensajes sin leer en tu bandeja de entrada, porque te abrumarán y terminarás por no localizar los emails realmente urgentes o importantes. Derívalos a las carpetas que te he comentado anteriormente para dejar la bandeja de correos entrantes lo más despejada posible. Ponte un plazo para leer, responder y borrar los correos que tengas archivados. No los dejes eternamente en sus carpetas. Por ejemplo, si te ha llegado un email el 1 de febrero invitándote a asistir a una conferencia que tendrá lugar el día 3 de marzo y todavía no tienes claro si ir o no ir, pero quieres dejar la comunicación a la vista por si te animas, acuérdate de borrarla si llega el día 4 de marzo y no has acudido al evento. Borra los correos innecesarios desde el principio. Para que no te pases el día borrando emails no deseados, lo ideal es consultar la bandeja de entrada cada cierto tiempo y aprovechar para eliminar lo que no te sirva. Puedes marcarte como momentos para consultar el correo el principio del día, antes de irte a comer y al finalizar la jornada, por ejemplo. Aunque hay quien dice que no hay que consultar el correo a primera hora, para no engancharse con él y dejar tareas más importantes de lado, allá cada cual. Cada actividad y cada profesional necesitan una frecuencia de consulta concreta, averigua cuál es la más eficaz para ti. No te dejes llevar por los impulsos. Si eres de esas personas que siempre van aceleradas, haciendo mil cosas a la vez y rápidamente (me incluyo en este perfil), probablemente acabes borrando correos que son realmente importantes junto con los que son inútiles. Aprende a cribar de un sólo vistazo lo que te interesa de lo que no. Para ello necesitas fijarte en el remitente, en el asunto, en la fecha y hora y hacer memoria para discriminar si es un tema importante o no lo es. Ante la duda de si borrar o no, arrastra ese email a una carpeta específica y déjalo reposar antes de realizar ninguna acción. Crea filtros para marcar el spam y educa a tu programa de correo para que cada vez sea más eficiente a la hora de librarte de este tipo de comunicaciones basura. Acostúmbrate a revisar la carpeta de spam para
comprobar que no se ha colado ningún mensaje importante. Si es así,
deberás revisar los filtros y reglas con ese remitente o ese asunto. Quien evita la ocasión... Antes de suscribirte a una newsletter, piénsatelo dos veces. ¿Te interesa realmente la información que te van a enviar o no? En muchas ocasiones esta suscripción es algo compulsivo y lo único que conseguimos con ellos en aumentar la cantidad de correo inútil.
Date de baja en todas las newsletters o boletines que no te interesen, porque ensucian el correo, agobian y no permiten identificar rápida y claramente los mensajes importantes. Con la entrada en vigor del RGPD nos está resultando más fácil a los usuarios detectar cuáles son estas newsletters, puesto que al enviarnos el correo de consentimiento del tratamiento de los datos podemos aprovechar para darnos de baja. Si sueles utilizar alertas para encontrar información, revísalas periódicamente para eliminar las que no te sirvan o reformular las que sean necesarias. Hablando de alertas y notificaciones, reduce las que procedan de redes sociales y comentarios en publicaciones, dejando únicamente las realmente importantes. Espero haberte ayudado a tener un correo más organizado y eficiente. ¿Tienes algún truco infalible que añadir a estos?
Comprar artículos de segunda mano es algo cada vez más habitual, incluso equipos y dispositivos tecnológicos. Y es que es una buena forma de disfrutar de tecnología de una cierta calidad a buen precio, porque hay muchos usuarios que cambian de dispositivo con mucha frecuencia, para estar a la última. Esto es válido para dispositivos móviles, tablets, portátiles, ordenadores de sobremesa, consolas, televisiones...
Aunque la compra de tecnología de segunda mano genera una cierta desconfianza, puesto que el desembolso es mayor que en otro tipo de artículos y las consecuencias de que no estén en buen estado también son mayores.
Por eso en este post quiero darte las claves para que la compra de tus equipos y dispositivos usados sea un éxito. Si quieres conocerlas, te invito a que sigas leyendo...
1.- Ten claro lo que quieres comprar
Es importante que tengas claro el artículo que quieres comprar antes de sacar tu tarjeta de crédito de la cartera.
Busca el equipo o gadget que realmente cubre tus necesidades y averigua cuáles son sus características, únicamente así podrás valorar si lo que te venden es lo que quieres comprar.
Si compras en Internet, lee cuidadosamente las características del dispositivo y compáralas con la información que has recabado. Si lo haces off-line, consulta al vendedor y pide que te enseñe el manual o la caja.
2.- Investiga
Investiga cuál es el precio del equipo o gadget que buscas en el mercado de segunda mano. Es importante que recopiles información de distintos vendedores y que compares el mismo modelo y condiciones del dispositivo en todos.
Busca opiniones de otros usuarios acerca de la plataforma o establecimiento de segunda mano antes de comprar. Esto te dará una idea general acerca de su seriedad. En muchas plataformas encontrarás sistemas de valoración de los vendedores por parte de los compradores, lo que te dará información acerca de su fiabilidad. También es recomendable que recurras a sitios en los que los administradores revisen las ofertas para detectar anuncios irregulares o poco seguros.
En el caso de las compras on-line, también es imprescindible comprobar si la plataforma informa acerca del responsable de la misma, si tiene política de privacidad, condiciones de uso del sitio y si la página en la que introduzcas los datos personales para la compra comienza por https://. También es fundamental que las plataformas cuenten con pasarelas de pago confiables o con otros medios de pago seguro.
3.- Plantéate posibles reparaciones
En algunos casos puede que la compra de un producto tecnológico casi nuevo a un precio muy asequible puede requerir una cierta inversión en reparaciones o actualizaciones. Plantéate si estás dispuesto a ello y si te compensa.
4.- Cuestión de precio
El precio del equipo o gadget que vayas a comprar tiene que ver con:
El tipo de dispositivo
Su antigüedad
Su funcionalidad
Su estado de conservación
Si tiene todos sus accesorios
Si se acompaña de su embalaje
Si lleva las instrucciones de uso originales
Si conserva su garantía
5.- No persigas gangas imposibles
Si quieres tecnología de cierta calidad y relativamente actualizada, no puedes esperar precios demasiado bajos. De hecho, hay determinados dispositivos que no experimentan una devaluación importante, como el caso de los iPhones.
Si un gadget o equipo es interesante, es funcional, es relativamente nuevo y tiene un precio de risa... probablemente se trata de una estafa.
6.- Sé paciente
En muchos casos conviene esperar a que las marcas lancen sus nuevas versiones para comprar las anteriores. Muchos usuarios se deshacen de sus dispositivos para comprar los nuevos y es el momento ideal para comprar, porque habrá muchos en el mercado.
También es interesante aprovechar las épocas en las que los usuarios tienen tendencia a vender sus equipos, como después de Navidad, tras el Black Friday o cuando finaliza el Cyber Monday. Piensa que son fechas en las que los usuarios compran tecnología o la reciben como regalo, lo que les lleva a vender los antiguos.
7.- Aprovecha las ofertas y ventas especiales
Los artículos de segunda mano también pueden venderse con descuentos y ofertas, así que estate atento a las ventas especiales o a los momentos en los que los fabricantes o distribuidores quieren dar salida a un determinado stock.
8.- Cuándo desconfiar de la oferta
En las ventas por Internet hay una serie de puntos que deben hacer saltar todas tus alarmas:
Precios ridículamente bajos. Suelen esconder estafas y productos defectuosos.
Redacción extraña, con faltas de ortografía y de sintaxis.
Anuncios redactados en inglés, si la plataforma está dirigida únicamente al público español.
Fotos oficiales del fabricante o distribuidor. Lo lógico es que te muestren cómo es el producto en realidad, no en el estado en el que se vende de primera mano. Este tipo de fotos suele esconder timos o defectos graves.
El vendedor tiene su residencia en el extranjero y vende desde allí. Es una forma de justificar que no puedas ver el artículo en persona y que no puedas contactar directamente con el vendedor.
El teléfono de contacto no existe, no concuerda con la población en la que reside el vendedor o pertenece a otro país.
Piden dinero como señal para reservarte el producto.
Ponen excusas para no mostrarte el artículo en persona.
En el caso de las plataformas on-line, no figuran los datos del vendedor en el aviso legal, la política de privacidad o las condiciones de uso.
En los sitios web, únicamente aparece un móvil de contacto.
En las plataformas los datos personales se introducen en páginas que no son no seguras (http:// en lugar de https://).
Es necesario introducir el número de tarjeta de crédito o débito directamente en el sitio, en lugar de redirigirte a una pasarela segura de pago.
No hay posibilidad de utilizar el contrarreembolso como forma de pago.
Hablando también de sitios web, cuando imponen los pagos a través de entidades de envío de dinero o transferencia bancarias, sin ofrecer la posibilidad de otros medios de pago.
9.- Comprueba que todo está bien
Si compras en una tienda física, comprueba que el equipo está en perfectas condiciones y que es totalmente operativo. Que no te de reparo pedirle al vendedor que lo ponga en funcionamiento para que puedas ver que todo está OK. Un artículo de segunda mano es más barato que el original, no menos funcional.
En caso de que compres a un particular, no compres on-line y exige que puedas ver el dispositivo en persona, así evitarás muchos problemas. Piensa que una empresa o un profesional tiene que brindarte una garantía, un particular no.
Algunos de los puntos que deberías comprobar son:
Exterior. Comprueba que la carcasa exterior no tiene golpes, arañazos o defectos importantes. Si no afectan al funcionamiento y no te importan, quizás puedas pedir una rebaja sustanciosa en el precio por ello.
Factura. No siempre es posible, pero es recomendable comprobar que el vendedor tiene la factura de compra del artículo. Así sabrás que no es robado, la fecha real de compra y si todavía está en garantía.
Batería y cargador. El vendedor debe llevar la batería cargada, en el caso de los dispositivos que la requieren, para que puedas valorar su funcionamiento. No compres nada sin probarlo. También es fundamental que verifiques el estado de la batería para que no esté vieja o defectuosa, porque en caso contrario tendrás que comprarla tú. Lo ideal es que la batería y el cargador sean originales.
Puertos USB. Verifica que los puertos USB funcionan correctamente y que no están dañados a la vista. Llévate tu propio dispositivo para hacer la prueba. Haz lo mismo si el equipo que compres tiene lector de DVD o CD.
Pantalla táctil. En los dispositivos que tengan pantalla táctil, debes comprobar que esta funciona sin problemas.
Pantalla. Los equipos como los portátiles, PCs y televisiones deben tener las pantallas en buen estado, incluidas las bisagras y los contactos. Fíjate en que la imagen es nítida, que no tiene neblinas ni defectos. Ten en cuenta que la pantalla es uno de los componentes más caros de estos dispositivos, porque si tienes que cambiarla te saldrá más caro el collar que el perro.
Mandos y botones. Todos deben ser completamente funcionales, verifícalos.
Lectores. Cuando se trata de consolas es importante comprobar que funcionan perfectamente, puesto que si no es así, no podrá leer ningún juego... y para qué quieres entonces la consola.
Accesorios. Comprueba que el vendedor te proporciona los cables y accesorios originales que debe llevar el modelo. Si no es así, pide una rebaja en el precio que sea suficiente para adquirirlos por tu cuenta. Y ten presente si esos accesorios están disponibles ya en el mercado, porque si el modelo es muy antiguo puede que incluso estén descatalogados.
Sistema operativo. Debería ser el original y lo más actualizado posible.
RAM/procesador. Deberías comprobar que RAM y procesador tiene el equipo, puesto que esto va a influir en si podrá funcionar con las últimas versiones de software. Si están obsoletos no podrás actualizar el dispositivo convenientemente.
Modificaciones. Si el equipo está en garantía y el vendedor ha instalado modificaciones por su cuenta, la garantía quedará sin validez.
Acceso a Internet. Verifica que el dispositivo se puede conectar a la Red sin problemas. Si en la tienda o el lugar en el que te cites con el vendedor no tienen WiFi, utiliza tus datos móviles.
IMEI. En el caso de los móviles, es importante que el vendedor te lo facilite. Viene en la factura, en el propio teléfono (bajo la batería), en la caja original y pulsando *#06#. Comprueba que en todos ellos el IMEI es el mismo. Este número de identificación es imprescindible si tienes que hacer valer la garantía, si te lo roban o si quieres comprobar si es robado.
Libre. El teléfono debería estar liberado, para que no tengas que cargar con la compañía del vendedor ni problemas para liberarlo al no ser el propietario original. Quien evita la ocasión, evita el peligro.
10.- Dónde comprar
Plataformas en las que puedes comprar tecnología de segunda mano:
Algunos fabricantes como Apple, venden sus propios productos restaurados o reparados a buen precio.
Si eres usuario de telefonía fija y móvil, casi con toda seguridad habrás tenido más de un problema con los operadores. O habrás sufrido abusos o tácticas agresivas por parte de sus comerciales. Los sospechosos habituales: negativa a entregarte un contrato por escrito, reticencia de la compañía a darte de baja, dificultades con la portabilidad, condiciones contractuales que no se respetan, facturas con irregularidades... y eso sin mencionar el acoso por tierra, mar y aire de los comerciales. Aunque la legislación nos protege como consumidores, lo cierto es que los operadores no siempre la respetan. Por eso es necesario conocer los derechos que tenemos como usuarios de telefonía fija y móvil. Sigue leyendo y conoce estos derechos y algunos trucos para evitar que te engañen...
Antes de nada
Pide información a diferentes operadores y compara tarifas, servicios y ofertas. Como la forma de presentar esta información varía según el operador, te aconsejo que te hagas un Excel para traducir los precios y ofertas a los mismos conceptos: precios por establecimiento de llamada, por minuto, llamadas a móviles y a fijos, etc. Es importante que valores otros detalles como la duración de las ofertas y los precios que se aplicarán una vez que finalicen éstas, puesto que puedes llevarte una desagradable sorpresa. También debes informarte sobre las condiciones de portabilidad, la permanencia o si están adheridos al Sistema Arbitral de Consumo o a Confianza Online. Los comerciales de las operadoras suelen ser muy agresivos, así que intentarán por todos los medios que contrates con ellos inmediatamente. Evita caer ante sus presiones y tómate con calma la decisión final, porque lo que está en juego es tu dinero y los servicios de telefonía que vas a recibir a cambio.
Todo por escrito
En caso de que pidas información a un comercial, exige que las ofertas te las entreguen por escrito. Si te remiten a las que tengan publicadas en Internet, saca pantallazos de toda la información. Recuerda que las ofertas y la publicidad son vinculantes, por lo que forman parte del contrato; así que consérvalas mientras dure tu relación con el operador.
¿Puedo conservar el número de teléfono si me cambio de domicilio?
Si te mudas a una dirección que esté dentro del mismo distrito tarifario la operadora puede mantenerte el número sin problemas, así que tienes derecho solicitarlo. Los distritos telefónicos corresponden a las 50 zonas provinciales de numeración que existen.
¿Qué pasa con la portabilidad?
Si cambias de operador, la compañía a la que te vayas está obligada a aceptar tu solicitud para conservar la numeración de tu teléfono. Los únicos motivos para que no te mantengan el número es que haya algún error u omisión en los datos de la solicitud de portabilidad, que haya una solicitud previa, que haya una denuncia por robo o pérdida de la tarjeta SIM, que el número no pertenezca al operador desde el que se quiere hacer la portabilidad, que no se pueda por imponderables técnicos o por causas de fuerza mayor. Si se da alguno de estos motivos, la compañía tiene que comunicártelo. Ojo, que el proceso de portabilidad debe ser gratuito. El operador debe proceder a la portabilidad del número en un plazo de 1 día hábil (de lunes a viernes, de 08:00 a 20:00 h.) desde que llegues al acuerdo con él para cambiarte de compañía, teniendo en cuenta si hay instalación de líneas de Internet, si fuese el caso. Si quieres echarte para atrás, puedes hacerlo desde el día en el que la solicites hasta el día anterior a la ejecución de la portabilidad. Eso sí, el día en que finaliza el plazo tendrás una hora límite para cancelar, que no tiene por qué coincidir con la medianoche, así te tenlo en cuenta.
La permanencia
Pueden aplicarte una permanencia siempre que se especifique en el contrato de prestación de servicios, aclarando el plazo concreto. En caso de que te des de baja antes, la compañía tiene derecho a cobrarte la parte proporcional correspondiente a los días que falten para finalizar el plazo. Y ten en cuenta que no pueden cobrarte por liberarte el móvil si ha finalizado la permanencia o si ya has pagado la penalización.
Derechos sociales
Algunos colectivos tienen derechos añadidos que puedes reclamar. Algunos de ellos son:
Medidas para personas invidentes o con dificultades graves de visión
Tienen derecho a una franquicia de 10 llamadas al mes en el 11822 para consultar números de abonado.
Tienen derecho a recibir gratuitamente las facturas, la información relativa al servicio y publicidad en Braille.
Tienen derecho a una guía telefónica accesible y gratuita que puedan consultar a través de Internet.
Medidas para personas sordas o con dificultades graves de audición o fonación Tienen derecho a una tarifa especial para llamar al Centro de intermediación de personas sordas desde cualquier punto del territorio nacional, que sea igual al precio de una llamada metropolitana. Abono social Los jubilados y pensionistas pueden solicitar el abono social que supone una bonificación del 70% en la cuota de alta y del 95% en la cuota de abono. Las llamadas tienen el mismo coste y no hay límite de consumo. Tienen derecho a ello los jubilados y pensionistas que tengan una renta inferior al 120% del IPREM (Indicador público de renta de efectos múltiples). También es necesario que la instalación de la línea se haga en el domicilio en el que estén empadronados y que no tengan ya otro teléfono al que se le aplique la reducción.
¿Puedo pedir que me desconecten algunos servicios?
Los operadores tienen la obligación de permitirte la desconexión de determinados servicios si así lo deseas. Estos servicios al menos deben ser el de llamadas internacionales y los de tarificación especial. Tienen un plazo máximo para ejecutarla de 10 días desde que les comuniques que quieres esa desconexión.
El contrato
El operador debe entregarte el contrato por escrito antes de que comience a prestarte el servicio, incluso aunque tú no lo hayas solicitado. Si no te lo ha entregado lo puedes pedir en cualquier momento y por cualquier vía y, por supuesto, sin coste alguno para ti. Debe incluir los datos de la compañía, la forma de contacto, los servicios, las prestaciones extras, los precios, si existe permanencia, el plazo para que comience a darte servicio, cómo darte de baja, cómo reclamar y cualquier otra condición relevante.
¿Pueden cambiarme las condiciones del contrato?
Si las posibles modificaciones no figuran expresamente en el contrato, no, no pueden hacer ningún cambio de forma unilateral. En caso de que la posibilidad de modificaciones se registre en el contrato, la compañía puede aplicarlas siempre que te las comunique con al menos 1 mes de antelación. Ten en cuenta que muchos operadores aprovechan el envío de la factura para informarte de los cambios, así que léetela bien cuando te llegue. Si hay modificaciones, puedes darte de baja sin penalizaciones de ningún tipo. De hecho deben informarte de este derecho de darte de baja si no aceptas nuevas condiciones en el propio contrato. Aunque si hay permanencia vigente, podrán exigirte el pago de los días que falten hasta la finalización de dicha permanencia.
El derecho de desistimiento
Si eres tú quien demanda la contratación del servicio y lo haces fuera del establecimiento (teléfono, Internet, en un puesto itinerante...), tienes 14 días naturales para desistir del contrato, sin necesidad de que alegues ningún motivo. El operador tiene la obligación de informarte de que tienes este derecho, si no lo hace, tendrás un año para comunicar tu intención de cancelar el contrato, comenzando a contar el plazo de los 14 días justo cuando presentes la solicitud de desistimiento. Si es el operador la que te ofrece el servicio por teléfono, el contrato únicamente es válido a partir de que lo firmes o lo aceptes por escrito, momento a partir del cual comienzan a contar los plazos para el desistimiento. En caso de que durante el plazo de los 14 días se haya comenzado a prestar el servicio o se haya hecho algún tipo de instalación, tendrás que abonar la parte proporcional consumida hasta que comuniques el derecho de desistimiento así como la instalación que hayan realizado. Si el contrato ha sido financiado (en todo o en parte) con un crédito concedido por el operador o por otra entidad, el desistimiento implicará la desvinculación del crédito; eso sí, deberás acordarlo con el operador, por si acaso.
¿Cómo me doy de baja?
Tienes derecho a darte de baja cuando lo desees, aunque parece que ciertos operadores no terminan de tenerlo claro. Tienen obligación de darte de baja en un plazo de 2 días y de aceptar que les comuniques la baja por la misma vía por la que contrataste, además de por cualquier otra que se indique en el contrato. Si te diste de alta por teléfono, podrás darte de baja también a través de este medio. La empresa tiene obligación de darte un número de referencia de tu baja. También tienen que proporcionarte por correo electrónico o postal un documento que acredite la baja que has realizado por teléfono. También puedes darte de baja por correo postal. Si lo haces así, al menos deberías enviarlo con acuse de recibo. Recuerda que si no hay portabilidad, debes darte tú de baja en el operador anterior y de alta en el nuevo. En el caso de la portabilidad es el operador receptor el que se encarga de darte de baja con el operador donante. Si no te dan de baja a pesar de comunicarla por teléfono o correo postal, te recomiendo que envíes un burofax con acuse de recibo y certificación de contenido. Suele dar resultado inmediato. Cerciórate de que la baja se ha realizado correctamente y es efectiva, porque pueden seguirte enviando facturas.
Ten la precaución de mirar tu contrato por si tuvieses que devolver equipos al operador, porque si no lo haces y los entregas en plazo, puedes encontrarte con una penalización suculenta o un problema a la hora de darte de baja.
La factura
Como usuario de telefonía tienes derecho a recibir factura, si no te la proporcionan, reclámala. Por cierto, no pueden cobrarte por emitirte la factura en papel. La compañía tiene obligación de incluir en la factura el período de
facturación, la cuota fija, los cargos mensuales fijos, las cuotas que
no sean recurrentes, los cargos agregados por grupos tarifarios
(nacionales, internacionales, móviles...), total de la factura,
impuestos y total de la factura. Y respecto a las
llamadas, la compañía tiene que informarte del número al que has llamado,
la fecha y hora, la duración, la tarifa que te han aplicado y el coste
total de la llamada. Las llamadas de bajo coste no tienen que estar
desglosadas y las gratuitas no tienen que aparecer. Tienes derecho a que el operador te desglose los servicios prestados, siempre que no se trate de comunicaciones electrónicas. Por
lo tanto, las llamadas de tarificación especial o adicional y los pagos
que se hagan a través del operador deben estar perfectamente
desglosados en tu factura telefónica. Si no estás
conforme con los cargos de comunicaciones no electrónicas, puedes dejar
de pagarlos hasta que te den las explicaciones satisfactorias, y el
operador no podrá dejarte sin servicio de teléfono. Eso sí, debes pagar
los cargos de las comunicaciones electrónicas para evitar problemas.
El pago
Puedes realizar el pago de tus facturas por cualquier medio que se utilice habitualmente en el tráfico comercial, por lo que la compañía no puede obligarte a abonarlas mediante domiciliación bancaria.
¿Cómo reclamo?
Si tienes algún problema con el operador, puedes reclamar directamente a la compañía en sus oficinas comerciales, a través de Internet, correo postal, correo electrónico o por teléfono. También puedes reclamar a través de las oficinas de Consumo de tu localidad. El operador tiene un plazo de 1 mes para contestarte. Si finalizado este plazo no te responden, puedes recurrir a las Juntas Arbitrales de Consumo o a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI).
Penalizaciones
Si en tu contrato había permanencia y te das de baja antes de que finalice el plazo, la empresa puede penalizarte (y lo hará). Esta penalización no debe ser completa, sino que debe ser proporcional a la cantidad de días que falten para cumplir la permanencia. Por cierto, no te pueden aplicar el IVA en la penalización, ya que no se trata ni de un producto ni un servicio.
¿Me pueden incluir en un registro de morosos?
Sólo pueden hacerlo en caso de que exista una deuda real, vencida y exigible que no haya sido pagada. En caso de que tengas pruebas documentales que contradigan que esa deuda existe, no podrán incluirte en los registros de impagados. Tendrán que notificarte el registro de cada deuda concreta, por separado. Y no podrán incluir datos que tengan más de 6 años de antigüedad. Por supuesto, tienes derecho a ejercitar tu derecho de cancelación o rectificación sobre tus datos personales. Para hacerlo únicamente tienes que solicitárselo directamente a la compañía. Deben responderte en 10 días. Si no lo hacen o la contestación no te satisface, puedes denunciarlos en la Agencia Española de Protección de Datos.
Y si soy usuario de tarjeta prepago, ¿qué derechos tengo?
Si tienes una web el dominio de Internet es uno de los activos más importantes de tu negocio. Es la forma en la que tus clientes te encuentran, es parte de tu marca y de tu reputación. Ya de por sí es complicado encontrar un dominio que esté libre y que encaje con el nombre que hemos pensado para nuestra empresa o nuestro proyecto, y mucho más asociarlo de forma inequívoca a nuestra marca a base de trabajo y tiempo, como para perderlo. Y sí, podemos dejar de ser sus propietarios, por lo que a continuación te doy las claves para recuperar un dominio si ha expirado o te lo han robado.
Por qué se puede perder un dominio
Porque haya llegado la fecha de expiración y no hayamos renovado el dominio, por despiste.
Porque hayamos sido víctimas de un ataque y nos lo hayan robado.
Porque seamos víctima de alguien que nos quiera extorsionar o dañar nuestra reputación, y que esté utilizando una dirección idéntica a la nuestra o tan similar que sea fácil confundir la legítima con la otra.
Cómo evitarlo Te aconsejo que registres el dominio al mismo tiempo que la marca o nombre comercial. También es conveniente no airear demasiado el nombre elegido, para evitar maniobras de los oportunistas. Ten en cuenta que el hecho de tener una marca registrada te da mayores derechos a la hora de reclamar tu dominio si alguien se te ha adelantado o está actuando de mala fe. Cerciórate de que el dominio está a tu nombre y no del proveedor al que le has contratado el servicio. Tu debes ser el titular, ellos deben prestarse el servicio.
Para que no caduque porque llega el momento de la renovación y no te des cuenta, lo ideal es utilizar una herramienta que te avise de ello y que te ayude a renovar automáticamente. Nosotros te ayudamos a ello. En el caso de la ciberocupación la única prevención es estar alerta para detectarlo y actuar lo antes posible. Esta ciberocupación puede ser de mala fe, por parte de alguien que quiera extorsionarnos para que recuperemos el dominio. Incluso puede darse el caso de que haya quien registra un dominio con un
nombre similar que pueda confundirse con el legítimo, para aprovechar
el tirón de la marca o para pedirle dinero como "rescate". En otros casos puede darse porque el registrador no se haya dado cuenta de que el dominio ha sido ya registrado.
Fases hasta llegar a la cancelación del nombre Un dominio no expira y te quedas sin él sin más. Tiene unas fases hasta llegar a ese punto: Período de gracia (registrar-hold) Es un plazo en el que puedes renovar el dominio, incluso aunque haya expirado el oficial. Durante este período la web y los contenidos pueden seguir accesibles, aunque suele aparecer un aviso que indica que debes renovar. La cantidad de días y condiciones dependerá del proveedor, aunque puede llegar a 45 días. Te aconsejo que consultes las condiciones de contratación para saber si lo hay y cómo es este período de gracia. Período de rescate ( de castigo o redemption period) Una vez finalizado el período de gracia, entraría en vigor el período de rescate. Aquí la cosa ya se complica, porque la web y los contenidos ya no funcionan. Te darán un plazo (unos 30 días) para solicitar la renovación y pagarla. Ojo, que al llevar implícita una penalización de la Autoridad de Registro, el proveedor te la repercutirá a ti, por lo que te saldrá más cara que una renovación normal. Pendiente de cancelación (de eliminación o pending delete) Cuando llega esta fase tu dominio ya está en serio peligro, puesto que ya se ha iniciado el trámite de cancelación y ya no es recuperable. Este período suele ser de 5 días, y una vez finalizado el dominio queda liberado para que sea registrado por quien lo desee. Qué ocurre si el dominio expira Si el dominio expira, nuestra web dejará de estar accesible. E incluso aunque podamos recuperar el nombre no se puede garantizar que tanto la web como los contenidos estén en el mismo estado que cuando dejó de estar accesible. Y por otra parte, el titular anterior no tiene prioridad sobre otros posibles candidatos y no puede reservar previamente el registro, por lo que hay la posibilidad de no poder recuperar el nombre que ya teníamos. Así que estaremos supeditados a ser los primeros al solicitarlo cuando vuelva a estar accesible para la compra, algo que no tenemos seguro. Cómo los recupero si ya lo tiene otro Puedes intentar comprarlo al nuevo propietario, lo que implicará una negociación y un precio mayor que si lo hubieses renovado. Puedes saber quién lo tiene ahora utilizando herramientas como Whois del ICANN (para .com) o de dominios.es (para .es). Lo ideal es primero intentar negociar de forma amistosa e informal. Si esto no da resultado, te aconsejo que envíes un requerimiento formal, que le indique a la otra parte que vas en serio a la hora de recuperar tu dominio. Y, por supuesto, comunícale el hecho al tu proveedor de hosting y a tu agente registrador, por si pueden ayudarte con este asunto.
Puedes intentar recuperarlo recurriendo al procedimiento administrativo, interponiendo un recurso ante el organismo de resolución de disputas. La resolución de la demanda se tiene en 60 días, y eso implica que estarás 2 meses al menos sin tu dominio. En caso de que tengas un dominio .es puedes hacerlo a través del procedimiento de la Entidad pública Red.es. Ten en cuenta que según el procedimiento puede ser gratuito o tener costes. Si el dominio es .es o .com puedes recurrir al procedimiento de Solución de controversias en materia de nombres de dominio internacional (UDPR), en este caso tiene coste sí o sí. Y en último extremo puedes recurrir a la vía legal, aunque es la forma más lenta y cara de conseguirlo. Esto es útil en casos en los que el procedimiento administrativo no es suficente o no ha dado resultado. Suele ser la vía para resolver casos en los que haya usurpación de identidad, ciberocupación o manifiesta mala fe. Hace falta abogado y procurador y se dirime en los Juzgados de lo Mercantil. Tiene los correspondientes costes derivados del procedimiento judicial y el proceso puede durar una media de 2 años. Post relacionados:
