Hoy me gustaría hablarte de un Caso de Éxito en atención al cliente que es un éxito aún mayor por los Casos de Mala Atención al Cliente que le rodean. En esta ocasión se trata de bar-restaurante con terraza, de esos que tanto nos gustan en este país.
Este establecimiento es de esos que son conocidos y frecuentados por clientes habituales, ambiente tipo Cheers, pero en cañí. Es el típico sitio donde te sientes a gusto.
Y eso que no cuenta con un espacio amplio, ni con unas instalaciones bonitas, ni con una terraza preciosa con plantas y vaporizadores de agua que refresquen el ambiente, ni con unos aperitivos de alta cocina....
Pero tiene lo que buscamos los clientes: un lugar agradable y de confianza, de esos donde te preguntan: ¿lo de siempre, chicos? Donde aunque los aperitivos no sean de jamón ibérico, son generosos en cantidad y en intención y cuidan las bebidas. Donde si te gusta el champiñón a ajillo que hace la dueña y ese día lo ha cocinado, te lo ofrecen según te sientas a la mesa. Donde el camarero y dueño a su vez, se ocupa de que la gente esté contenta, sin alharacas ni confianzas excesivas; con esa forma de hacer las cosas donde te encuentras como en casa, no de visita. Por si estáis en Madrid y lo queréis visitar: El Alcázar - Pº de las Acacias, 11 - Madrid... y pedid los champiñones, están riquísimos ;)
Y, además, cuenta con una competencia que no hace lo que debe: competir. En la misma calle, en aproximadamente 30 metros alrededor, hay otros 3 establecimientos que se dedican a lo mismo. Bueno, a lo mismo no, estos se dedican a perder clientes, no a conservarlos.
Uno de ellos, el que está más cerca del exitoso, viendo que su vecino tenía la terraza llena y sólo conseguía equilibrar algo las cosas cuando este libraba, decidió que tenía que hacer algo. Y lo hizo: puso la terraza más bonita, con pulverizadores de agua, con menús más elaborados, con más camareros... pero se lo olvidó lo fundamental: una buena atención al cliente. Muchos malos camareros no atienden mejor, se reparten más los clientes a los que atienden mal. Y algo ganó, desde luego, pero no todo lo que podía haber conseguido con una buena orientación al cliente.
Otro de ellos, en la misma acera pero un poco más retirado que el anterior, es de apertura reciente y de más reciente fracaso, tras haber invertido un buen dinero en una reforma. En este caso, no aciertan ni con el menú, ni con los aperitivos, ni con el servicio (desagradable, en el mejor de los casos; pésimo si somos realistas), ni con nada. Resultado: clientela poca y en descenso.
Y el tercero... el tercero lo he dejado para el final, porque este tiene su miga. Se trata de un bar con un buen restaurante y, por supuesto, con una bonita terraza. Es un establecimiento especializado en comida asturiana que ha tenido su fama en Madrid. Pues bien, cada vez tiene menos clientela. Es patético ver cómo todos los clientes están sentados en las terrazas que te he comentado (sobre todo en la exitosa, claro) y, en ésta, no hay nadie; especialmente patente en la primavera, época en la que todos estamos deseando que haya un día templado para llenar las terrazas y conversar con los amigos tomando una cerveza fresquita. Y eso que tiene unas ofertas interesantes, sobre todo tratándose de mariscos y vino. Y eso que se anuncia en carísimas cuñas y publi-reportajes de radio. Y eso que tiene una terraza muy bien puesta. Y eso que está rodeada de árboles y frente a un pequeño jardín. Y eso... lo que le falta es eso: una buena atención al cliente por parte de su personal. Son perfectamente capaces de, en el interior en invierno, tener todas las mesas del bar montadas para comer (sin nadie que esté esperando, ni en ese momento ni en un futuro a medio o largo plazo) y no permitir que un cliente se siente en una de ellas a tomar tranquilamente un aperitivo; si lo quiere, a la barra. Y se permiten que el cliente espere la cuenta en la terraza durante más de una hora, forzándole a tener que levantarse enfadado a pedirla él. Y, por supuesto, les encanta tener al cliente esperando para tomarle la comanda durante mucho tiempo, mientras los camareros se agazapan en el interior, no vaya a ser que tengan que atender a un cliente... Puede parecer cruel, pero es real. En dos o tres años este establecimiento habrá perdido el 70% de su clientela y parece que la cosa no va a quedar ahí.
¿No sería más eficiente y más rentable invertir en una formación y motivación adecuada del personal que atiende estos establecimientos hosteleros, en lugar de gastar dinero en instalaciones, ofertas o en publicidad? Y, lo peor de todo, es que estos establecimientos que no hacen lo que deben, se quejan de que no hacen caja por la crisis... Será por la crisis de visión empresarial, por la crisis de conocimiento de lo que es un servicio cara al público, por la crisis en la elección y formación de su personal... claro, por la crisis, pero no la económica. Y tampoco es por la prohibición de fumar en la hostelería, que no se engañen y busquen excusas. Porque el caso de éxito que os he contado en primer lugar no acusa ni la crisis ni la legislación antitabaco en esa medida, por algo será, digo yo.
Páginas
▼
miércoles, 28 de agosto de 2013
sábado, 24 de agosto de 2013
Evita la Disonancia Cognitiva en Tus Ventas (II)
En la primera parte de
Evita la Disonancia Cognitiva en Tus Ventas te hablé de qué era la
disonancia cognitiva cuando se trata de ventas y cuándo suele ocurrir.
En esta segunda parte os comentaré cómo evitarla para conseguir cerrar las ventas de manera correcta y segura, además de satisfacer y fidelizar a los clientes.
Vamos a ello...
Y, ¿cómo la evito?
La disonancia es difícil de eliminar, porque siempre estará presente en la mente del comprador, lo que debemos intentar es que sea un sentimiento pasajero, contrarrestándolo con:
Medidas estratégicas:
Formación y motivación
La formación del personal dedicado a la venta debe estar orientada hacia el cliente, es decir, la fuerza de ventas debe cubrir las necesidades reales del cliente y al precio que este puede pagar. Deben estar concienciados de que nunca se debe presionar al cliente para que compre y de que se le debe informar clara y escrupulosamente de todas las características y condiciones de compra. La motivación de la fuerza de ventas debe ser, por supuesto el cumplimiento de los objetivos económicos, aunque sin perder de vista el objetivo principal: la satisfacción del cliente.
La formación del personal post-venta (atención al cliente, logística, servicio técnico, repuestos, administración, reclamaciones, etc.) debe ir encaminada a apoyar la labor de los comerciales y a reforzar la satisfacción del cliente. El personal de post-venta nunca debe echar por tierra el trabajo comercial, porque el cliente comenzará a sentir (y pensar) que no ha realizado una buena compra, que ha sido engañado. Si hay alguna discrepancia entre lo que ha vendido el comercial y lo que ha recibido realmente el cliente, los implicados deben solucionarlo internamente antes de darle una respuesta única y eficiente. El comprador no tiene porqué conocer las desavenencias internas en la empresa, sólo tiene que conocer la solución a su problema.
Para terminar, te dejo un divertido vídeo sobre ventas irresponsables. ¿Crees que el cliente sentirá cierta disonancia entre lo que necesita y lo que le han vendido?
También te puede interesar:
Evita la Disonancia Cognitiva en Tus Ventas (I)
No Agobiarás a Tu Cliente Sobre Todas las Cosas (I)
No Agobiarás a Tu Cliente Sobre Todas las Cosas (II)
Para Conseguir una Venta, Olvídate de Vender
En esta segunda parte os comentaré cómo evitarla para conseguir cerrar las ventas de manera correcta y segura, además de satisfacer y fidelizar a los clientes.
Vamos a ello...
Y, ¿cómo la evito?
La disonancia es difícil de eliminar, porque siempre estará presente en la mente del comprador, lo que debemos intentar es que sea un sentimiento pasajero, contrarrestándolo con:
Medidas estratégicas:
- Cuanto más caro o más crucial sea el producto o el servicio, más información, acompañamiento y asesoramiento debe tener el cliente. Esto no quiere decir que los productos más económicos o triviales no requieran ese cuidado y seguimiento, es cuestión de adecuar nuestros recursos y esfuerzos a los beneficios que obtendremos.
No presiones a tu cliente...
- Jamás presiones a tu cliente para que realice la compra. Nuestra misión es ofrecer al cliente lo que realmente necesita y que encaja con sus posibilidades económicas, todo lo que salga de esa premisa es pan para hoy y hambre para mañana, créeme.
- Promete sólo lo que estás en disposición de cumplir. Si bien es verdad que para satisfacer a un cliente es necesario ofrecerle más de lo que espera, no debes garantizar algo que está fuera de tus posibilidades o de las de tu empresa, porque perderás al cliente y, posiblemente, la venta.
Tu cliente debe recibir más de lo que espera, pero nunca debe esperar más de lo que puedes dar |
- Informa al cliente de lo que realmente está adquiriendo y de lo que puede esperar sinceramente del producto o servicio. No sólo debes apoyarte en unas campañas de marketing atractivas, también debes contar con catálogos, folletos, condiciones y con cualquier otro soporte que facilite al comprador una información útil y veraz en el momento de la compra y durante la post-venta. Asegúrate siempre de que el cliente conoce y entiende lo que ha comprado. Por supuesto, el trabajo comercial y post-venta también es primordial en este sentido.
- Felicita al cliente por su decisión, tanto en el momento de la compra como después. Hay empresas que envían cartas o mensajes felicitando al cliente por haber comprado el producto X o por haber contratado el servicio. No hace falta que copies estas estrategias, diseña las tuyas según tu sector y tu tipo de clientes.
- Cuida de que haya coherencia entre lo que se promete durante la venta y lo que el cliente se encuentra durante la post-venta. Si quien le atiende tras la venta (facturación, atención al cliente, servicio técnico...) no tiene toda la información sobre el producto o el servicio que ha adquirido el cliente o no le ofrece una buena atención, la disonancia puede aparecer con mayor virulencia y llegarán los problemas.
- Utiliza a tu favor las redes sociales y las comunidades de compradores. Los clientes suelen acudir a estos medios para confirmar que han hecho una buena compra, así que ofrece información adicional sobre los productos, testimonios de clientes, etc.
Formación y motivación
La formación del personal dedicado a la venta debe estar orientada hacia el cliente, es decir, la fuerza de ventas debe cubrir las necesidades reales del cliente y al precio que este puede pagar. Deben estar concienciados de que nunca se debe presionar al cliente para que compre y de que se le debe informar clara y escrupulosamente de todas las características y condiciones de compra. La motivación de la fuerza de ventas debe ser, por supuesto el cumplimiento de los objetivos económicos, aunque sin perder de vista el objetivo principal: la satisfacción del cliente.
La formación del personal post-venta (atención al cliente, logística, servicio técnico, repuestos, administración, reclamaciones, etc.) debe ir encaminada a apoyar la labor de los comerciales y a reforzar la satisfacción del cliente. El personal de post-venta nunca debe echar por tierra el trabajo comercial, porque el cliente comenzará a sentir (y pensar) que no ha realizado una buena compra, que ha sido engañado. Si hay alguna discrepancia entre lo que ha vendido el comercial y lo que ha recibido realmente el cliente, los implicados deben solucionarlo internamente antes de darle una respuesta única y eficiente. El comprador no tiene porqué conocer las desavenencias internas en la empresa, sólo tiene que conocer la solución a su problema.
Para terminar, te dejo un divertido vídeo sobre ventas irresponsables. ¿Crees que el cliente sentirá cierta disonancia entre lo que necesita y lo que le han vendido?
Si no puedes visualizar el vídeo correctamente, por favor, pincha aquí.
También te puede interesar:
Evita la Disonancia Cognitiva en Tus Ventas (I)
No Agobiarás a Tu Cliente Sobre Todas las Cosas (I)
No Agobiarás a Tu Cliente Sobre Todas las Cosas (II)
Para Conseguir una Venta, Olvídate de Vender
martes, 20 de agosto de 2013
Evita la Disonancia Cognitiva en Tus Ventas (I)
Todos hemos sufrido alguna vez esa incómoda sensación tras realizar una compra, la disonancia cognitiva.
Una vez que hemos comprado el producto o contratado el servicio, nos invaden las dudas: ¿habremos hecho bien? ¿el producto es realmente lo que necesitamos? ¿es demasiado caro? ¿es demasiado complicado de usar? y así ad infinitum.
En esta primera parte del post te comentaré qué es la disonancia en ventas y cuándo la experimenta el cliente.
Comenzamos...
Pero, ¿qué es la disonancia?
La disonancia es un conflicto cognitivo que experimenta el cliente que, tras la compra, siente una cierta decepción o duda sobre la correspondencia entre el precio pagado y el producto recibido. Esta disonancia suele ocurrir:
Los clientes necesitan que este conflicto interno que están sufriendo se equilibre de alguna manera. En el mejor de los casos: autoconvenciéndose de que la compra ha sido acertada, justificando el gasto con argumentos reales o imaginarios, buscando refuerzo en la opinión de otras personas, etc. Y, cuando la sensación de incomodidad con la compra es muy acusada: devolviendo el producto, anulando el contrato, dejando de pagar o hablando mal de nuestro producto o nuestra empresa.
Te dejo un fantástico artículo sobre la disonancia de Directa&Mente que expresa perfectamente lo que es y cómo puede afectar a tu cliente, aunque no te des cuenta: "Disonancia, ¿qué?".
Y aquí finaliza la primera parte del post. En la segunda entrega te hablaré de cómo evitar que el cliente experimente disonancia cognitiva, lo que se traducirá en ventas cerradas correctamente y en clientes satisfechos.
¡Hasta el próximo post!
También te puede interesar:
Cómo Evitar la Disonancia Cognitiva en Tus Ventas (II)
Una vez que hemos comprado el producto o contratado el servicio, nos invaden las dudas: ¿habremos hecho bien? ¿el producto es realmente lo que necesitamos? ¿es demasiado caro? ¿es demasiado complicado de usar? y así ad infinitum.
En esta primera parte del post te comentaré qué es la disonancia en ventas y cuándo la experimenta el cliente.
Comenzamos...
Pero, ¿qué es la disonancia?
La disonancia es un conflicto cognitivo que experimenta el cliente que, tras la compra, siente una cierta decepción o duda sobre la correspondencia entre el precio pagado y el producto recibido. Esta disonancia suele ocurrir:
- Cuando adquiere un bien o un servicio con un precio muy alto, porque siente culpa.
- Cuando compra un producto o contrata un servicio que tiene mucha importancia en su vida, porque se siente inseguro con una decisión que puede tener consecuencias importantes para él.
- Cuando ha existido una gran presión para que realizase la compra, porque cuando llega a casa ya sin esa intimidación, se da cuenta de que ha adquirido algo que no quiere o no necesita.
- Cuando las expectativas del cliente eran muy elevadas y no se han visto cumplidas, tanto por promesas excesivas del proveedor como por los beneficios imaginarios que él mismo le atribuye al producto.
- Cuando el comprador no ha contado con la información necesaria. Tras la compra, si no cuenta con datos y argumentos que afiancen su decisión, será más fácil que sienta que se ha equivocado.
Los clientes necesitan que este conflicto interno que están sufriendo se equilibre de alguna manera. En el mejor de los casos: autoconvenciéndose de que la compra ha sido acertada, justificando el gasto con argumentos reales o imaginarios, buscando refuerzo en la opinión de otras personas, etc. Y, cuando la sensación de incomodidad con la compra es muy acusada: devolviendo el producto, anulando el contrato, dejando de pagar o hablando mal de nuestro producto o nuestra empresa.
Te dejo un fantástico artículo sobre la disonancia de Directa&Mente que expresa perfectamente lo que es y cómo puede afectar a tu cliente, aunque no te des cuenta: "Disonancia, ¿qué?".
Y aquí finaliza la primera parte del post. En la segunda entrega te hablaré de cómo evitar que el cliente experimente disonancia cognitiva, lo que se traducirá en ventas cerradas correctamente y en clientes satisfechos.
¡Hasta el próximo post!
También te puede interesar:
Cómo Evitar la Disonancia Cognitiva en Tus Ventas (II)
viernes, 16 de agosto de 2013
Muévete con Seguridad en Internet (III)
Esta es la tercera y última parte de
Muévete con Seguridad en Internet. Veremos cómo navegar de forma segura
tomando unas precauciones básicas y también algunos consejos extras que
os ayudarán a protegeros en la Red.
Comenzamos...
A la hora de navegar...
Se cauto con las páginas que visitas. Si al entrar en una página te redirige a otra con una dirección distinta, desconfía, salvo que sea ya la conozcas. Determinados sectores son peligrosos para tu seguridad (descargas gratuitas de aplicaciones, páginas para adultos, sitios donde evitar licencias legales, etc.), hablo de seguridad, la moral es cosa tuya.
Utiliza filtros anti-spam. Incluye todas las palabras clave que consideres necesarias.
No abras archivos adjuntos de remitentes desconocidos. Especialmente cuando hagan referencia a temas golosos o de rabiosa actualidad, son el cebo perfecto para que los abras.
Si el remitente es conocido pero hay algo que te resulta raro en el e-mail, no lo dudes, pide al remitente real que te confirme si te ha enviado realmente ese correo. Las direcciones de correo electrónico se pueden suplantar y es la forma ideal de enviarte mensajes maliciosos.
Estate atento para detectar el phishing. Te pueden atacar por teléfono (llamadas y sms), aunque lo habitual es que te envíen un correo electrónico o abran una ventana emergente (cuando usas la banca electrónica) para suplantar a tu banco. Así conseguirán tus datos y claves bancarias para desvalijarte desde la comodidad de su sillón.
Tus alarmas deben saltar si: tu banco te pide en un e-mail que verifiques tus datos, incluida la clave de acceso; tu banco te envía algún mensaje que no concuerda con el diseño o con el contenido habituales pidiéndote que realices alguna acción, la que sea; aparece una ventana emergente con un aspecto ligeramente distinto al que tiene el portal de tu banco; detectas una redacción u ortografía deficientes (muchos de estos correos vienen de otros países y, como son muy cómodos, utilizan los traductores automáticos) y siempre que haya algo que te parece extraño. Es mejor que llames a tu banco para preguntar, aunque no haya motivo real para preocuparse; mejor prevenir que lamentar.
Otros consejos útiles...
Tapa la webcam de tu ordenador. Ya sé que suena a teoría conspiranoica, pero hay virus que consiguen conectarse a tu cámara y controlarla, tomando imágenes cuando lo desean. Un trocito de papel o de cinta aislante es más que suficiente. Cuando necesites usarla, lo retiras y ya está.
Si tienes hijos, no dudes en utilizar sistemas de control parental para preservar su seguridad en Internet. No se trata de espiar, se trata de proteger y educar en el uso responsable de la Red a los más pequeños.
Lee atentamente la política de privacidad y condiciones de uso cuando entres en un sitio. Ya sé que no es lo más entretenido que hay, pero es importante que seas consciente de qué estás aceptando al entrar y facilitar tus datos. Si hay alguna de las condiciones que no te gusta demasiado, desmárcala si tiene casilla de verificación; si la página no te lo permite, sal del sitio y no vuelvas, porque están vulnerando tus derechos.
Si te vas a descargar aplicaciones y programas gratuitos, no vayas a los portales genéricos, acude a su página oficial. Seguro que tus padres te decían que no aceptases caramelos de desconocidos, aunque sí te permitían que tomases el chicle que te regalaba el panadero cuando ibas a comprar el pan con tu abuela, ¿verdad?
Espero que este artículo, aunque largo, te haya sido de ayuda para mejorar tu seguridad y la de los tuyos en Internet. ¿Echas de menos algún consejo útil? ¿Tienes alguna recomendación personal o experiencia personal que quieras compartir?
También te puede interesar:
Muévete con Seguridad en Internet (I)
Muévete con Seguridad en Internet (II)
Compra Online Responsable: Seguridad
Compra Online Responsable: El Proceso de Compra
Tarjetas de Crédito: Recomendaciones de Uso y Disfrute Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación, INTECO.
Oficina de Seguridad del Internauta, OSI Menores
Comenzamos...
A la hora de navegar...
Se cauto con las páginas que visitas. Si al entrar en una página te redirige a otra con una dirección distinta, desconfía, salvo que sea ya la conozcas. Determinados sectores son peligrosos para tu seguridad (descargas gratuitas de aplicaciones, páginas para adultos, sitios donde evitar licencias legales, etc.), hablo de seguridad, la moral es cosa tuya.
Utiliza filtros anti-spam. Incluye todas las palabras clave que consideres necesarias.
No abras archivos adjuntos de remitentes desconocidos. Especialmente cuando hagan referencia a temas golosos o de rabiosa actualidad, son el cebo perfecto para que los abras.
Si el remitente es conocido pero hay algo que te resulta raro en el e-mail, no lo dudes, pide al remitente real que te confirme si te ha enviado realmente ese correo. Las direcciones de correo electrónico se pueden suplantar y es la forma ideal de enviarte mensajes maliciosos.
Estate atento para detectar el phishing. Te pueden atacar por teléfono (llamadas y sms), aunque lo habitual es que te envíen un correo electrónico o abran una ventana emergente (cuando usas la banca electrónica) para suplantar a tu banco. Así conseguirán tus datos y claves bancarias para desvalijarte desde la comodidad de su sillón.
Tus alarmas deben saltar si: tu banco te pide en un e-mail que verifiques tus datos, incluida la clave de acceso; tu banco te envía algún mensaje que no concuerda con el diseño o con el contenido habituales pidiéndote que realices alguna acción, la que sea; aparece una ventana emergente con un aspecto ligeramente distinto al que tiene el portal de tu banco; detectas una redacción u ortografía deficientes (muchos de estos correos vienen de otros países y, como son muy cómodos, utilizan los traductores automáticos) y siempre que haya algo que te parece extraño. Es mejor que llames a tu banco para preguntar, aunque no haya motivo real para preocuparse; mejor prevenir que lamentar.
Otros consejos útiles...
Tapa la webcam de tu ordenador. Ya sé que suena a teoría conspiranoica, pero hay virus que consiguen conectarse a tu cámara y controlarla, tomando imágenes cuando lo desean. Un trocito de papel o de cinta aislante es más que suficiente. Cuando necesites usarla, lo retiras y ya está.
Si tienes hijos, no dudes en utilizar sistemas de control parental para preservar su seguridad en Internet. No se trata de espiar, se trata de proteger y educar en el uso responsable de la Red a los más pequeños.
Lee atentamente la política de privacidad y condiciones de uso cuando entres en un sitio. Ya sé que no es lo más entretenido que hay, pero es importante que seas consciente de qué estás aceptando al entrar y facilitar tus datos. Si hay alguna de las condiciones que no te gusta demasiado, desmárcala si tiene casilla de verificación; si la página no te lo permite, sal del sitio y no vuelvas, porque están vulnerando tus derechos.
Si te vas a descargar aplicaciones y programas gratuitos, no vayas a los portales genéricos, acude a su página oficial. Seguro que tus padres te decían que no aceptases caramelos de desconocidos, aunque sí te permitían que tomases el chicle que te regalaba el panadero cuando ibas a comprar el pan con tu abuela, ¿verdad?
Espero que este artículo, aunque largo, te haya sido de ayuda para mejorar tu seguridad y la de los tuyos en Internet. ¿Echas de menos algún consejo útil? ¿Tienes alguna recomendación personal o experiencia personal que quieras compartir?
También te puede interesar:
Muévete con Seguridad en Internet (I)
Muévete con Seguridad en Internet (II)
Compra Online Responsable: Seguridad
Compra Online Responsable: El Proceso de Compra
Tarjetas de Crédito: Recomendaciones de Uso y Disfrute Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación, INTECO.
Oficina de Seguridad del Internauta, OSI Menores
lunes, 12 de agosto de 2013
Muévete con Seguridad en Internet (II)
Esta es la segunda parte de Muévete con Seguridad en Internet.
En esta entrega del artículo me quiero centrar en la seguridad en Internet fuera de casa o del trabajo, lo que también es importante y también cómo moverse con seguridad en las compras on-line.
Vamos a ello...
Seguridad fuera de casa
Ten mucho cuidado cuando uses conexiones Wi-Fi de acceso público. Verifica antes su seguridad y ten mucho cuidado a la hora de navegar e introducir tus datos. Evita entrar en servicios como banca electrónica, servicios telemáticos de las Administraciones Públicas o realizar cualquier transacción donde tengas que introducir tus datos personales y bancarios.
Si utilizas un ordenador de acceso público (locutorios, puestos gratuitos en hoteles, etc.) cerciórate de que no tienen conectados a los puertos USB elementos que no deberían estar allí (dongles USB, elementos o conectores que te resulten extraños, etc.) Pueden servir para acceder a la información que estés manejando mientras lo usas (números de cuenta, direcciones, fotos...). Revisa también que el teclado está conectado directamente a la CPU y que no hay ningún aparato intermedio, podría ser un dispositivo que está registrando todo lo que tecleas... imagínate.
Seguridad en dispositivos móviles
Ten precaución con las aplicaciones que te descargas para tu dispositivo móvil. Especialmente con las gratuitas. Asegúrate de que proceden de un desarrollador de confianza. La mayor parte de los virus que atacarán tu dispositivo vienen de esa fuente. Pueden ser regalos envenenados.
Instala un antivirus también en tu dispositivo móvil. Y actualízalo, ya se que me repito, pero es muy, muy importante.
Desconecta los geolocalizadores y metadatos para que no aparezca información tuya que no deseas.
Ten cuidado con los cargadores no oficiales. Pueden dar acceso fácil a tu teléfono a personas con malas intenciones. No es ciencia-ficción, es pura realidad.
No dejes ningún dispositivo móvil sin vigilancia, aunque sea por un instante. Unos minutos de acceso para un ciber-delincuente a tu ordenador o a tu teléfono pueden ser fatales para ti.
Compras online
Cuando tengas que realizar alguna compra online, cerciórate de que el sitio en el que compras emplea un protocolo seguro para el intercambio de información. Para ello, comprueba que en la barra de direcciones aparece un candado cerrado y un https://.
También respecto a las compras online, si puedes, evita introducir el número real de tu tarjeta de crédito. Sistemas de pago como PayPal o Vini entre otros, te ayudarán a ello.
El buscar el sello de Confianza Online también es una garantía de fiabilidad.
Aquí finaliza la segunda parte del post. En la tercera y última, os hablaré de la seguridad en la navegación y os daré algunos consejos extras que os pueden ser útiles a la hora de moveros por Internet.
También te puede interesar:
Muévete con Seguridad en Internet (I)
Muévete con Seguridad en Internet (III)
En esta entrega del artículo me quiero centrar en la seguridad en Internet fuera de casa o del trabajo, lo que también es importante y también cómo moverse con seguridad en las compras on-line.
Vamos a ello...
Seguridad fuera de casa
Ten mucho cuidado cuando uses conexiones Wi-Fi de acceso público. Verifica antes su seguridad y ten mucho cuidado a la hora de navegar e introducir tus datos. Evita entrar en servicios como banca electrónica, servicios telemáticos de las Administraciones Públicas o realizar cualquier transacción donde tengas que introducir tus datos personales y bancarios.
Si utilizas un ordenador de acceso público (locutorios, puestos gratuitos en hoteles, etc.) cerciórate de que no tienen conectados a los puertos USB elementos que no deberían estar allí (dongles USB, elementos o conectores que te resulten extraños, etc.) Pueden servir para acceder a la información que estés manejando mientras lo usas (números de cuenta, direcciones, fotos...). Revisa también que el teclado está conectado directamente a la CPU y que no hay ningún aparato intermedio, podría ser un dispositivo que está registrando todo lo que tecleas... imagínate.
Seguridad en dispositivos móviles
Ten precaución con las aplicaciones que te descargas para tu dispositivo móvil. Especialmente con las gratuitas. Asegúrate de que proceden de un desarrollador de confianza. La mayor parte de los virus que atacarán tu dispositivo vienen de esa fuente. Pueden ser regalos envenenados.
Instala un antivirus también en tu dispositivo móvil. Y actualízalo, ya se que me repito, pero es muy, muy importante.
Desconecta los geolocalizadores y metadatos para que no aparezca información tuya que no deseas.
Ten cuidado con los cargadores no oficiales. Pueden dar acceso fácil a tu teléfono a personas con malas intenciones. No es ciencia-ficción, es pura realidad.
No dejes ningún dispositivo móvil sin vigilancia, aunque sea por un instante. Unos minutos de acceso para un ciber-delincuente a tu ordenador o a tu teléfono pueden ser fatales para ti.
Compras online
Cuando tengas que realizar alguna compra online, cerciórate de que el sitio en el que compras emplea un protocolo seguro para el intercambio de información. Para ello, comprueba que en la barra de direcciones aparece un candado cerrado y un https://.
También respecto a las compras online, si puedes, evita introducir el número real de tu tarjeta de crédito. Sistemas de pago como PayPal o Vini entre otros, te ayudarán a ello.
El buscar el sello de Confianza Online también es una garantía de fiabilidad.
Aquí finaliza la segunda parte del post. En la tercera y última, os hablaré de la seguridad en la navegación y os daré algunos consejos extras que os pueden ser útiles a la hora de moveros por Internet.
También te puede interesar:
Muévete con Seguridad en Internet (I)
Muévete con Seguridad en Internet (III)
jueves, 8 de agosto de 2013
Casos de Mala Atención: Empresa de Seguridad
En esta serie de Casos de Mala Atención al Cliente hoy os voy a relatar una de mis últimas malas experiencias con la atención al cliente que ofrecen algunas empresas a sus clientes.
Como la mala atención, por desgracia, se extiende a todos los sectores en este caso os hablaré de una empresa de seguridad. Os cuento:
Hace aproximadamente un año, me cambié de empresa de seguridad (la omnipresente en todos los anuncios de radio y TV, sí, sí, esa en la que estás pensando) porque estaba descontenta hasta cotas insospechadas. Las operadoras de telefonía me parecían el paradigma de buena atención al cliente en comparación, no digo más.
El comercial de esta nueva compañía (la otra súper conocida, la del logo que recuerda al color de los patitos de goma) me atendió y me vendió el servicio de forma inmejorable. Tanto fue así, que decidí contratar con ellos. ¡Ay, si llego a saber lo que vendría a continuación!
El cambio de compañía coincidió con la búsqueda de una nueva empresa de seguridad por parte de mi comunidad de vecinos. Y yo, de buena fe, pedí presupuesto para ello. El comercial, de repente, se convirtió en una especie de acosador busca-ventas que no hacía más que llamarme para saber cómo iban las gestiones con la comunidad y para pedirme que intercediese en su favor. Evidentemente, yo no podía (ni quería) hacer más que recomendar en las juntas de vecinos lo que yo consideraba adecuado para el bien común. Como el comercial veía que la cosa no iba para adelante, me ofreció una bonificación si el contrato se firmaba. Yo la rechacé en principio, porque sólo quería lo mejor para todos, sin ningún interés económico. Como el agente siguió molestándome de forma totalmente inadecuada meses y meses, cuando la comunidad de vecinos finalmente firmó el contrato, acepté esa bonificación prometida como forma de resarcirme por las molestias ocasionadas.
Pues bien, iba pasando el tiempo y esa bonificación no se aplicaba en ninguna de las facturas. Llamé al comercial y, desentendiéndose, me comentó que la promoción ya no estaba en vigor y que ahora podía escoger un regalo de un catálogo. ¿Dónde estaba el interés mostrado antes?. No quería un regalo, quería mi descuento que era lo prometido.
Muy enfadada, me dirigí al departamento de gestionaba el programa de fidelización para reclamar. Rápidamente, me respondieron de que se aplicaría el descuento prometido a partir del siguiente mes. Eso nunca sucedió. La explicación fue un fallo informático que se subsanaría en menos de una semana. Tras reclamar hasta la saciedad, lo único que conseguí es un descuento un 50% menos que el pactado. Sí, todo un alarde profesionalidad.
Lo peor, es que me enteré de que al presidente de la comunidad de vecinos le regalaron una tablet como deferencia por su gestión. Os podéis imaginar mi indignación.
Si a todo esto le sumamos diversas meteduras de pata a nivel de seguridad (eso sí que es un problema) y una malísima atención telefónica, tenemos el cóctel perfecto: esta clienta se marcha.
¿Dónde se quedó lo prometido por el comercial: seriedad, fiabilidad, puntualidad, buena atención al cliente, buen servicio post-venta... y las famosas bonificaciones?
Es importante dar al cliente más de lo que espera y, para ello, es necesario crear unas expectativas que estén a nuestro alcance; si no, el cliente se sentirá más que insatisfecho, se sentirá traicionado.
Me pregunto por qué el 99,9% de las compañías mastodónticas de cualquier sector maltratan a sus clientes. Con el cambio de tendencia que la crisis y las nuevas formas de hacer están creando, estas empresas tendrán que aprender una cosa: si no se ocupan del cliente, se tendrán que preocupar por él.
domingo, 4 de agosto de 2013
Muévete con Seguridad en Internet (I)
La seguridad en Internet no es un asunto sin importancia. Cada vez hay más información nuestra que puede ser accesible a través de la Red y, esta información, cada vez es más sensible: datos bancarios, documentos médicos, fotos, etc. Antes nos bastaba con tener todo guardado en un archivador con llave (sí, sí, de esos que se abrían con una horquilla del pelo cuando la perdías... que era siempre) para sentirnos seguros. Total, la información estaba en casa y no había más extraños con acceso a ella que la asistenta. Pero ahora es distinto, Internet ha globalizado todo, incluidos nuestros datos más privados.
Por ello es necesario tomar precauciones para que la Red sea una herramienta, no un enemigo.
A continuación te daré unas cuantas sugerencias que te ayudarán a mejorar tu ciber-seguridad. Para ello he contado con la inestimable ayuda de Manuel Martínez, Director General de As de Guía Ingeniería y Jefe de Proyectos de Telson.
Como el tema es importante y la información mucha, he dividido el post en tres partes. Aquí comienza la primera:
Contraseñas
Se cuidadoso con tus contraseñas son la llave maestra para acceder a tu información. Algunos puntos a tener en cuenta:
Equipamiento seguro
Utiliza un navegador fiable. Aunque habrá quien piense lo contrario, navegadores como Firefox y Chrome son más seguros que otros. Y son gratuitos. Es cierto que son más "incómodos", porque te pondrán difícil entrar en ciertos sitios, pero esa misma "incomodidad" es la que va a protegerte.
Usa un buen antivirus y, por supuesto, actualízalo cada vez que sea necesario. No hace falta que te gastes mucho dinero en ello, los hay gratuitos que te ofrecen una buena protección. Te recomiendo Avast y AVG.
También ten instalados un firewall y un spyware de cierta calidad. Y actualízalo. Si no lo haces no te servirán para nada. ZoneAlarm está bien y tiene versión gratuita.
Si tienes Wi-Fi, tenla protegida. Ni que decir tiene que debes cambiar la contraseña que el instalador te ha puesto por defecto. No sólo te podrán robar la conexión, también pueden acceder a toda tu información. Se de personas que no sólo se ahorran la conexión a internet, también se entretienen husmeando en el currículum y las fotos de sus vecinos. Y esto es sólo cotilleo más o menos inofensivo, imaginaos lo que puede ocurrir si las intenciones son más aviesas.
Desconecta el Bluetooth mientras que no lo utilices. Es un agujero perfecto para que se te cuelen visitas indeseadas. La puerta de tu casa sirve para que tú y los tuyos entréis y salgáis, pero nunca la dejarías abierta para que entre cualquiera, ¿verdad? Pues el Bluetooth es como la puerta de tu casa, mejor cerrada.
Hasta aquí hemos visto la seguridad básica que debemos contemplar: contraseñas y herramientas.
En la segunda parte, veremos las precauciones que debemos tomar fuera de casa y en nuestras compras online.
Hasta el próximo post!
También te puede interesar:
Muévete con Seguridad en Internet (II)
Muévete con Seguridad en Internet (III)
Por ello es necesario tomar precauciones para que la Red sea una herramienta, no un enemigo.
A continuación te daré unas cuantas sugerencias que te ayudarán a mejorar tu ciber-seguridad. Para ello he contado con la inestimable ayuda de Manuel Martínez, Director General de As de Guía Ingeniería y Jefe de Proyectos de Telson.
Como el tema es importante y la información mucha, he dividido el post en tres partes. Aquí comienza la primera:
Contraseñas
Se cuidadoso con tus contraseñas son la llave maestra para acceder a tu información. Algunos puntos a tener en cuenta:
- Intenta combinar en ellas letras (mayúsculas y minúsculas), números y signos de puntuación (*¿?¡!/%&...). Serán siempre más seguras.
- Intenta que tenga más de 8 caracteres, aunque no siempre te será posible porque algunos sistemas están diseñados para passwords más cortos.
- No busques contraseñas obvias que puedan ser deducidas de tu información pública (redes sociales, buzón, etc.). Es decir, olvídate de fechas importantes para ti (tu cumpleaños o el de tu familia) o nombres de familia o mascotas. También evita contraseñas cómodas: 1234, 1111, 0000, la palabra "contraseña" y similares.
- Utiliza distintas contraseñas para cada servicio.
- Cambia la contraseña de forma periódica. Ya se que es pesado, pero es más seguro. Si no te acuerdas de hacerlo, ponte una alerta que te lo recuerde.
- No reveles tus contraseñas a nadie y, por supuesto, no las dejes escritas en ningún lugar; menos aún pegadas en un post-it en la pantalla del ordenador.
- Para que te resulte más sencillo, puedes utilizar un generador de contraseñas seguras como LastPass.
Equipamiento seguro
Utiliza un navegador fiable. Aunque habrá quien piense lo contrario, navegadores como Firefox y Chrome son más seguros que otros. Y son gratuitos. Es cierto que son más "incómodos", porque te pondrán difícil entrar en ciertos sitios, pero esa misma "incomodidad" es la que va a protegerte.
Usa un buen antivirus y, por supuesto, actualízalo cada vez que sea necesario. No hace falta que te gastes mucho dinero en ello, los hay gratuitos que te ofrecen una buena protección. Te recomiendo Avast y AVG.
También ten instalados un firewall y un spyware de cierta calidad. Y actualízalo. Si no lo haces no te servirán para nada. ZoneAlarm está bien y tiene versión gratuita.
Si tienes Wi-Fi, tenla protegida. Ni que decir tiene que debes cambiar la contraseña que el instalador te ha puesto por defecto. No sólo te podrán robar la conexión, también pueden acceder a toda tu información. Se de personas que no sólo se ahorran la conexión a internet, también se entretienen husmeando en el currículum y las fotos de sus vecinos. Y esto es sólo cotilleo más o menos inofensivo, imaginaos lo que puede ocurrir si las intenciones son más aviesas.
Desconecta el Bluetooth mientras que no lo utilices. Es un agujero perfecto para que se te cuelen visitas indeseadas. La puerta de tu casa sirve para que tú y los tuyos entréis y salgáis, pero nunca la dejarías abierta para que entre cualquiera, ¿verdad? Pues el Bluetooth es como la puerta de tu casa, mejor cerrada.
Hasta aquí hemos visto la seguridad básica que debemos contemplar: contraseñas y herramientas.
En la segunda parte, veremos las precauciones que debemos tomar fuera de casa y en nuestras compras online.
Hasta el próximo post!
También te puede interesar:
Muévete con Seguridad en Internet (II)
Muévete con Seguridad en Internet (III)