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martes, 28 de mayo de 2013

Cómo Presentar Correctamente en la Empresa

nice to meet youTodos los días nos vemos en la necesidad de presentar y presentarnos, tanto en nuestra vida personal como profesional.


Y, si en nuestro círculo más cercano las presentaciones son sencillas, en el mundo profesional necesitan de más cuidado, puesto que dicen mucho de nosotros y de nuestra empresa.


Saber presentar a otros y presentarnos nosotros mismos es imprescindible para nuestras relaciones con los clientes, tanto internos como externos


A continuación os dejo algunos consejos que os pueden ayudar en reuniones y eventos:


¿Cómo presentar a otras personas?


Antes de nada hay que recordar la siguiente regla, que también se aplica al protocolo fuera del ambiente laboral:

  • El hombre es presentado a la mujer.
  • El más joven es presentado a la persona de más edad.
  • La persona con menor rango jerárquico es presentada a la de mayor rango.
  • Excepción: el rango prevalece sobre la edad o el género. Y a igual rango, la edad está antes que el genero.


sala de reunionesEjemplo a: un directivo tiene una reunión con otro con igual rango jerárquico y va acompañado de su secretaria; según la norma, el directivo sería presentado a la secretaria pero, al prevalecer el rango sobre el género, será ella la presentada.


Ejemplo b: imaginemos el caso anterior con otro participante, el secretario del directivo al que visitan es hombre pero mucho más mayor que la secretaria del directivo visitante. En este caso, ella será la presentada al secretario, por razón de edad.


Si hay varias personas a las que debemos presentar, seguiremos las normas y excepciones anteriores a la hora de presentarles. Al principio puede parecer complicado, pero con una cierta práctica y atención resulta una acto automático.


Cuando presentemos a una persona, es imprescindible decir su nombre, apellidos y cargo dentro de la empresa


Ejemplo 3: "Sr. Martínez, permítame que le presente a Francisco Sánchez Ágreda, gerente de ventas de nuestra empresa"


Si por lo que sea, a la hora de ir a presentar no nos acordamos del nombre o del cargo, la actitud ideal es reconocerlo y disculparse. Una frase del estilo de "discúlpeme, tengo una memoria terrible, su nombre era...". También se puede recurrir (no en todos los casos) al viejo truco del "ustedes ya se conocían, ¿verdad?" lo que automáticamente lleva a que se autopresenten porque, evidentemente, no se conocían ;)


Las frases más adecuadas a la hora de presentar a alguien son: "permítame que le presente a ...", "me gustaría presentarle a ...", "tengo el gusto de presentarle a ...", "discúlpeme, ¿conoce usted a ...?", "Sr. XXX, le presento a ..." y otras similares.


conferenciaNormalmente presenta el anfitrión (organizador del evento o la reunión) aunque, si la asistencia es muy numerosa, lo habitual es delegar en una o varias personas para que realicen las presentaciones correspondientes entre los asistentes.


Un gesto de buen anfitrión es añadir algún dato extra que facilite la conversación entre las dos personas si vamos a seguir presentando a más gente. Hacer una referencia a un proyecto exitoso por parte del presentado o de un hobby común, puede ser muy útil para romper el hielo entre dos personas que no se conocen. 


Ejemplo 4: "Sra. Ramos, le presento a Carolina López Salinas, directora de comunicación. Carolina está preparando nuestro nuevo Manual de Protocolo y Comunicación y está realizando una labor excelente".


¿Cómo autopresentarnos?


Cuando no es posible que nos presenten en una reunión, lo más adecuado es elegir un grupo o persona y autopresentarse en un momento que se considere apropiado; es decir, cuando la persona o el grupo hagan una pausa en la conversación o si demuestran con su lenguaje gestual que se han percatado de nuestra presencia y somos bienvenidos.


Debemos presentarnos con nuestro nombre, apellidos y cargo, igual que si nos presentase otra persona. Como somos los que nos autopresentamos, debemos iniciar el saludo, extendiendo la mano hacia nuestro interlocutor.


Ejemplo 5: "Buenos días, permitidme presentarme, soy María Romero Colmenar, asesora legal de la empresa XXX".


Normas de cortesía básicas durante las presentaciones


Si somos invitados la reunión, debemos esperar a que el anfitrión o las personas que le representen, se dirijan a nosotros. Es su terreno y prima la cortesía, no la impetuosidad.


La persona de mayor rango jerárquico es la que inicia el saludo, así que el presentado debe esperar el gesto.


apretón de manosNunca se debe rechazar la mano que nos ofrezcan durante las presentaciones.


Es imprescindible estar atento al lenguaje corporal para saber si, tras la presentación, la otra persona nos estrechará la mano o se decidirá por uno o dos besos en la mejilla. 


Importante: los hombres deben llevar la chaqueta abrochada (no todos los botones, por supuesto) y las manos fuera de los bolsillos.


Si estamos sentados y se acerca alguien para presentar a otra persona o para autopresentarse, debemos levantarnos. Según el protocolo social, las señoras pueden permanecer sentadas aunque, mi consejo, es que hombres y mujeres se levanten como gesto de cortesía.


Cuando nos presentan a otra persona, las frases más oportunas son: "encantado/a de conocerle", "es un placer conocerle", "encantado/a de conocerle, Sr. XXX" y similares. Si la otra persona es de especial relevancia, podríamos optar por: "es un honor saludarle, Sr. XXX" o "me siento muy honrado de conocerle" o alguna frase equivalente; claro, que la ocasión debe merecerlo o parecerás un adulador irredento.


¿Se os ocurre algún consejo más que pueda ser útil a la hora de las presentaciones?



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viernes, 24 de mayo de 2013

¿Realmente Eres Emprendedor?


Desde la Administración y los medios de comunicación se nos manda un mensaje machacón y constante con el que no termino de estar de acuerdo: hay que ser emprendedor. Y con esa cantinela nos bombardean constantemente; tanto, que muchos se terminan creyendo que todo el mundo tiene que emprender, así, por narices.


empleado trabajandoY según mi criterio es un tremendo error. Hay muchas personas que son emprendedores natos y que para ofrecer todo su potencial a la sociedad deben emprender, claro que sí. Pero hay otras que no cuentan con las cualidades necesarias para poner en marcha un proyecto emprendedor que, llevadas por la emprendemoda, serán conscientes de que no valían (ni querían) para ello de la forma más dura: fracasando. Y eso no significa, ni mucho menos, que la personas que no están hechas para emprender sean inferiores; su camino es otro; la forma de demostrar su valía es otra.
Gráfica

 
Mi opinión sincera es que cada uno debe de dedicarse a lo que sabe y para lo que vale, esa es la única forma de ser feliz, exitoso y útil para la comunidad

 
Es cierto que hay una tremenda escasez de empleo y que hay que buscar soluciones para ello, pero la respuesta no es generar una multitud emprendetriz que salga al ruedo empresarial para que pierdan sus ahorros (si tienen la suerte de tenerlos), su tiempo y su esperanza. Lo lógico es que si hay falta de empleo, se cree empleo. Y que también se ayude a los empresarios, especialmente a los autónomos y pymes; para que puedan generar trabajo. Pero si sólo nos centramos en el emprendimiento, en este barco sólo habrá capataces y ningún remero.

 
Si llevado por este emprendimiento para todos, estás pensándotelo, te dejo un listado con las cualidades que debe tener un emprendedor. Te invito a que hagas un pequeño test y marques cuántas de ellas las puedes hacer tuyas:


1.- Energía y entusiasmo inagotables (Sin ambos no se puede emprender).

2.- Optimismo incombustible (pero realista).
poker 
3.- Capacidad de asumir riesgos (sin ser un jugador). 

4.- Tolerancia al riesgo (Si no tienes claro que fracasar puede ser una opción, déjalo; el mérito no está en no caer, está en levantarse... de una pieza).

5.- Capacidad casi ilimitada de trabajo (para el emprendedor no hay hora del café, ni fines de semana, ni festivos...).

6.- Determinación (quien dice eso, dice cabezonería si es necesario). 

7.- Coraje (hay que echarle h...os, docenas, sobre todo cuando lo que está en riesgo suele ser el propio patrimonio).

8.- Iniciativa (imprescindible, cómo si no).

9.- Compromiso (con el proyecto no valen medias tintas, la implicación es al 100%; te acuestas con él en la cabeza, te duchas con él, comes con él...).

10.- Paciencia (los resultados no suelen -ni deben- ser inmediatos, así que hay que tener calma y serenidad durante la espera).

11.- Autoestima (si no crees en ti, ¿quién lo va a hacer?).

12.- Asertividad (esta cualidad es primordial, la necesitarás a espuertas).

13.- Capacidad de decisión (créeme, necesitarás tomar tantas decisiones, que perderás pronto la cuenta).

14.- Proactividad (era de esperar, ¿no?).

15.- Mente abierta (sólo con una perspectiva amplia se pueden llevar a la práctica proyectos ganadores; el "siempre se ha hecho así" no sirve para emprender. ¿Os imagináis a Isaac Peral diciendo -"¡Uy, no voy a diseñar un submarino porque mi madre me ha dicho que tenga cuidado con el agua").
bombilla 
16.- Creatividad (pues claro, a montones).

17.- Capacidad de aprender de los errores propios (y ajenos. Un error en el emprendimiento puede costar muy caro, literalmente).

18.- Capacidad de planificación (emprendimiento e improvisación hacen tan mala pareja como los de la canción de Pimpinela).

19.- Capacidad de organización (y no sólo organización material, también mental).
 
20.- Capacidad de adaptación a los cambios (habrá momentos en que la tierra se abra bajo tus pies... y tienes que saber saltar, ya me entiendes).

21.- Capacidad para detectar y resolver problemas (no se puede pecar de ingenuo cuándo lo que está en juego es tu negocio, o tu casa hipotecada).

22.- Pasión por la idea de negocio (pasión y, además, inagotable; nada de tibieza). 

secretaria23.- Visión (y clara, por cierto).

24.- Sentido de la oportunidad (hay que saber estar en el lugar adecuado, en el momento oportuno y con los recursos suficientes). 

25.- Búsqueda constante de formación y conocimientos (el reciclaje deber ser constante y adecuado a tus necesidades). 

26.- Habilidades administrativas y financieras (aunque deberías contratar profesionales que te llevasen ciertos temas, debes tener unos conocimientos mínimos de cómo se hacen las cosas; por si acaso). 

objetivos27.- Conocimiento del producto (aunque parezca una obviedad, si no sabes todo acerca de lo que vas a producir o a vender estás perdido).

28.- Conocimiento del sector (es necesario que conozcas cómo funciona el sector donde te vas a mover: cómo se opera, competencia, etc.). 

29.- Conocimiento del mercado (necesitarás unos conocimientos mínimos de economía y de cómo funciona el mercado, es el tablero donde vas a jugar).

30.- Y, por supuesto, estar un poco loco.

 
Y éstas son sólo algunas de las cualidades y formación que necesitas para ser un emprendedor, porque aún podemos encontrar más. Si no has reconocido en tí una tercera parte de estas condiciones, la cosa va floja; si no te ves reflejado en las 10 primeras, mejor deja estar la aventura de emprender porque son imprescindibles.


casco
Cada uno ha de mirar dentro de sí y ver si puede ser un buen emprendedor o un excelente trabajador por cuenta ajena. Y que conste que un buen empleado requiere tantas o más habilidades que en el caso del emprendedor, algunas serán comunes, pero la mayoría son muy distintas.


Y todo esto te lo cuento desde la experiencia como emprendedora desde hace ya varios años, que unas veces ha ganado y otras ha perdido... y que no ha sucumbido al desánimo ni aún en esta crisis que nos azota y que siempre, siempre, está poniendo en marcha nuevos proyectos con la misma ilusión que el primero.


Y, tú, ¿eres emprendedor o empleado?


lunes, 20 de mayo de 2013

Cómo Tratar al Cliente con Problemas de Visión


parking discapacitadosAhora que tanto se habla de accesibilidad e integración de las personas con discapacidad y que, por suerte, la sociedad está tomando conciencia de que ambas no son sólo palabras bonitas, sino una obligación real, es cuando nos damos cuenta de que hay un problema de base: en general no se sabe tratar correctamente a las personas con discapacidad.


Unas veces por exceso de celo y otras por lo contrario, tratamos a los discapacitados como bichos raros. Y es la misma insensatez que tratar de forma diferente a una persona que tiene una nariz grande o una voz melodiosa, las dos características forman parte de la persona, igual que la discapacidad, punto pelota


Debemos tratar a las personas con discapacidad igual que a las que no la tienen, con el mismo respeto y la misma cortesía. Simplemente, debemos seguir unas pautas según sea su discapacidad, para poder comunicarnos correctamente con ellos y facilitarles las cosas. Y eso es algo que deberíamos hacer con todas las personas, ¿no creéis?


Esto que os comento casi parece de sentido común, pues bien, me he encontrado con muchos trabajadores (y sus jefes) que no saben cómo atender correctamente a sus clientes discapacitados. 


Por ello, en este post y en otros posteriores me gustaría daros unas pautas para tratar con clientes con discapacidades.


En este caso aquí tenéis algunos tips para tratar con personas con discapacidad visual:


1.- Como norma general para tratar con personas con cualquier tipo de discapacidad, preguntad antes de ayudar. Algunas personas bienintencionadas, llegan a sobreproteger y humillar al discapacitado imponiéndole su ayuda. De hecho, algunas veces, esos apoyos se convierten en accidentes.


lupa
No todas las discapacidades son iguales...
2.- También es importante que no generalicéis comportamientos. No todas las discapacidades visuales ni todos los caracteres son iguales. Esto nos lleva al punto anterior: preguntad antes de ayudar.


3.- Algo que no podéis olvidar cuanto tratéis con clientes ciegos: no se toca el bastón y no se toca al perro guía. El bastón y el perro guía son extensiones de la persona, así que no debéis tocar ninguno. Y tampoco debéis tomar por el brazo sin avisar a una persona con bastón o con perro, podéis causar un accidente.


perro guía4.- Hablando de perros guía: cuando el lazarillo está conduciendo a la persona con discapacidad visual, está trabajando y no debéis molestarlo. Ante la duda, preguntad a su dueño. Si camináis junto a un discapacitado y su perro, hacedlo por el lado contrario al can. Y, por supuesto, el perro puede entrar con la persona a cualquier estancia del establecimiento o de la empresa, son sus ojos perrunos. Si le vais a ofrecer asiento, no os olvidéis de que el perro debe tener espacio para situarse a sus pies.


5.- Presentaos al cliente con nombre, cargo y departamento. La persona no os ve y no sabe ni quiénes sois ni qué posición ocupáis en la empresa. 


6.- Cuando estéis realizando alguna gestión delante del cliente discapacitado visual, informadle de qué estáis haciendo: consultar una guía, llamar por teléfono, envolver el paquete... En caso de que haya algún tipo de información escrita, ofreceos a leérsela.


7.- Tanto si abandonáis al cliente momentáneamente como si ha finalizado la atención, informadle verbalmente del hecho. A nadie le gusta quedarse hablando sólo, vea o no. Pura cortesía. 


8.- Hablad a la persona a la cara, independientemente de si nos ve o no. Además de indicarle que estáis allí y que os estáis dirigiendo a él, estaréis demostrando el mismo respeto que se debería tener con cualquier otro.


invidente con baston9.- No le gritéis. Tiene dificultades con la visión, no con el oído. Vamos el "no me chilles que no te veo". Tampoco es un bebé, así que evitad los tonos ñoños o paternalistas.


10.- Si estáis atendiendo a la persona con discapacidad visual y aunque lleve acompañante, debéis dirigiros directamente a él, no al acompañante. 


11.- Evitad las palabras con un significado que necesita de la visión para ser preciso: aquí, allí, al fondo, etc. Buscad los términos más descriptivos posibles y que no necesiten referencia visual para que el cliente ciego se pueda orientar. Esto también sirve para avisar de un peligro. Los !ay, madre, que se va a caer! u otras exclamaciones histriónicas no sirven de nada, porque la persona no ve lo que va a pasar y no puede evitarlo; mejor ofrecer instrucciones claras: ¡alto! ¡agáchese! y otras similares son más útiles. Y, por supuesto, nada de explicarse mediante gestos, no pueden verlos. 


12.- Hablad con naturalidad. Evitar forzadamente expresiones relacionadas con ver o mirar, por ejemplo, no tiene sentido. Vuestro cliente seguro que las utiliza sin mayor problema y no se va a sentir herido por que las uséis.


perro guia13.- En caso de que debáis acompañar a la persona con discapacidad visual, poneos un paso por delante de él y a su lado, indicándole con palabras o mediante un toque suave en el brazo que se puede agarrar al vuestro. Si hay escaleras, sólo tendréis que indicarle verbalmente si son de subida o de bajada e ir un escalón por delante de él. Y si llegáis a un pasillo estrecho, sólo debéis echar el brazo hacia atrás, así el cliente sabrá que sólo hay espacio para uno e irá detrás de vosotros, cuando lleguéis a una zona más amplia, podéis seguir uno al lado del otro.


14.- Tendréis que adecuar la velocidad y coordinación del paso al cliente, para evitar tropezones y situaciones embarazosas. Sólo tenéis que recordar cómo camináis con un amigo o con vuestra pareja cuando vais paseando por la calle: al mismo ritmo y dando el paso con el mismo pie. Sencillo.


15.- Si debéis llevar al cliente ciego a un asiento, podéis conducirle hasta la silla, situaros por detrás y llevarle la mano hasta el respaldo (explicándoselo verbalmente); también podéis ir con él hacia la parte delantera y llevarle hasta que las rodillas toquen el asiento.


16.- Y, por último, intentad que el espacio esté siempre lo más diáfano y limpio posible, para facilitar el paso de todo el mundo. No sólo de los ciegos, también de personas con otras discapacidades, mamás con carritos, personas mayores o con problemas de movilidad... sentido común.


Próximamente os comentaré algunas pautas para tratar correctamente a personas con otro tipo de discapacidades.


jueves, 16 de mayo de 2013

Un Conflicto es una Oportunidad

caballeros luchandoTanto en nuestra vida personal como en la profesional, nos encontraremos inmersos a diario en conflictos. Y, aunque parezca lo contrario, un conflicto puede ser positivo, todo depende de cómo nos enfrentemos a él. Nos puede ayudar a aprender, a desarrollarnos y a innovar, vamos, lo que se dice una verdadera oportunidad.


De hecho, las sociedades y los individuos progresan y evolucionan gracias a los conflictos. Sin ellos no podríamos progresar, porque nos quedaríamos anclados en una comodidad que, si bien es confortable, es poco productiva.


Los conflictos surgen porque existe un problema. Aunque no todos los problemas son iguales, según su base, podemos encontrárnoslos:


Sustantivos: se da cuando el problema tiene una base real que se da por desacuerdos o diferencias entre las partes. La solución en este caso viene de un esfuerzo entre las partes y de la puesta en marcha de medidas correctivas reales. Eso sí, un problema sustantivo mal gestionado, puede desembocar en un problema emocional.


Emocionales: aparecen cuando existe un pensamiento negativo que genera una emoción y, esta emoción, genera un sentimiento negativo en una o en ambas partes. En este caso, habría que identificar y modificar el pensamiento que ha generado la emoción y el sentimiento posterior para poder solucionar el conflicto.


Y la forma de resolver estos conflictos puede ser:



Resolución del conflicto

Tú ganas
Tú pierdes

Yo gano

Cooperación (*)
Competición

Yo pierdo

Acomodación
Evasión


(*) Cuando no se puede conseguir una cooperación total por las partes, el conflicto se resuelve con la Negociación.


Cada situación requerirá una forma de resolución diferente, porque todas ellas son válidas según el caso. Aunque la forma ideal de resolución y la que más beneficios aporta a las partes es la cooperación, en algunas ocasiones, nos será más rentable emplear otras estrategias que, en primera instancia, nos pueden parecer más negativas. Por ejemplo, si un cliente nos presenta una queja con una base real, la estrategia más apropiada sería la acomodación. O si hay un conflicto importante entre empresario y trabajadores en el que las partes no van a ceder en sus aspiraciones, lo más certero sería negociar; eso sí, tendiendo en la medida de lo posible hacia la cooperación.
 

Os dejo algunos tips para enfrentaros positivamente a los conflictos:


    apretón de manos
  • Analizad y observad el problema con perspectiva.
  • Buscad el origen del conflicto y estableced si su origen es sustantivo o emocional y actuad en consecuencia.
  • Planteaos si merece la pena la confrontación.
  • Definid una estrategia a seguir ante el problema.
  • Afrontad el problema sin adoptar actitudes hostiles ni defensivas.
  • Recordad que: "lo inadecuado es el problema, no la persona".
  • Buscad soluciones sólidas y prácticas
  • Consensuad las medidas a tomar con la otra parte.
  • Planificad la implantación de la solución.
  • Evaluad si la solución ha sido eficiente.


Y, para ilustrar las ventajas de una buena resolución de conflictos, os dejo estos dos interesantes vídeos. Sólo ocupan unos pocos minutos pero dan para reflexionar durante horas.


Si no podéis ver el vídeo correctamente, por favor, pinchad aquí.


Si no podéis ver el vídeo, pinchad en este enlace.


¿Qué opináis vosotros acerca de los conflictos? ¿Tenéis alguna técnica infalible para resolverlos airosamente y de forma beneficiosa para ambas partes?

domingo, 12 de mayo de 2013

Cosas de las que No Hablar con tu Cliente

conversacionCuando tratamos con un cliente nuestra principal arma de trabajo es la palabra, eso es bien sabido. Pero algo que también es importante saber es qué temas son adecuados y cuáles no lo son.

 
Todavía es habitual encontrar a personas que venden productos o que prestan un servicio a los clientes que no se dan cuenta de que hay temas de los que no conviene hablar, porque es fácil herir susceptibilidades ajenas. Ayer, sin ir más lejos, estaba en la peluquería y uno de los empleados comenzó a hablar con las clientas de política municipal desde su punto de vista, con mucha, mucha soltura. Esa persona podía haber molestado (y lo hizo) a las clientas con sus arengas, porque no todo el mundo tiene porqué pensar del mismo modo. Un cliente no es un amigo, por mucho que algunos se empeñen en plantearlo así, y no se debe tomar la confianza que se tiene al amparo de la amistad más estrecha.


A continuación os dejo los temas tabú en nuestras relaciones con los clientes, tanto desde el punto de vista social como profesional.

 
Los clásicos

 
Estos son los temás que el protocolo tradicionalmente recomienda no tocar en las conversaciones sociales. Y, como la relación con tu cliente también es social, no debes ni mencionarlos:


  • Política y corrupción. No todas las personas tienen la misma orientación política e, incluso dentro de unas mismas simpatías ideológicas, hay tantas opiniones como personas. ¿Para qué hablar de política si nadie va a convencer al otro de que está equivocado?
  • Religión. Si se han fraguado guerras por este motivo, imagináos los conflictos a nivel personal que puede crear. 
  • Dinero. Con el cliente debemos hablar de dinero, pero sólo del relativo a la relación comercial. El resto de temas pecuniarios es de muy mal gusto. Hay quien habla con el cliente del sueldo o las comisiones que gana...
    el futbol es un tema delicado
  • Fútbol. Otro de los tradicionales generadores de discusiones agrias. ¿Para qué tocar este tema si no se va a llegar a ninguna parte? Incluso siendo del mismo equipo, cada uno ve los partidos o los jugadores de una forma.
  • Sexo. Una actividad ciertamente agradable, pero que no interesa a ninguna de las partes. No sólo es un tema que puede incomodar a muchas personas, es que además es un tema que puede traer disgustos. Un comentario desacertado sobre las proezas propias delante de un cliente, puede llegar rápidamente a quien tenga facultades despedidoras sobre ti.
  • Desgracias personales y sociales. Comentar desgracias propias o generales crea malestar en una conversación y no es eso lo que queremos cuando el cliente está a punto de firmar un contrato importante.
  • Aspecto físico de las personas. Valorar despectivamente el físico de las personas denota mala educación, inmadurez y peor sensibilidad; algo imperdonable en la vida social, irreparable en la vida profesional.
  • Edad. Sobran las palabras. La edad (propia o ajena) es un dato que no tiene ninguna importancia en tu relación comercial. ¿Para qué mencionarla entonces?


Los puramente profesionales


    ajedrez
  • Competencia. Criticar a la competencia es un gesto burdo y que el cliente no perdona. A nadie le gusta que le vendan un producto echando abajo a la competencia en lugar de haciendo hincapié en las ventajas del propio producto. Cuando se tiene una buena formación e información, se cuenta con todas las herramientas necesarias para no tener que contar con el descrédito ajeno para vender. Por el contrario, hablar bien de la competencia, nos hace subir enteros en nuestra cotización ante el cliente. Un comercial que habla bien del enemigo; demuestra mucha confianza en su producto, en su empresa y en él mismo.
  • Otros clientes. Muchos comerciales hablan de sus otros clientes para apoyar la venta, sin darse cuenta de que dan tantos datos que esos clientes acaban siendo identificables. A nadie le gustaría convertirse en el siguiente monito de feria del comercial para demostrar sus capacidades.
hablar de ciertos temas puede ser todo un patinazo
Algunos temas aseguran el "patinazo"
  • El propio trabajo. Si nuestro trabajo es sacrificado o cómodo, si está bien o mal pagado, no interesa al cliente. Eso sí, es totalmente apropiado hablar acerca de nuestra pasión por la labor de desarrollamos o por cualquier otro dato que aporte un valor positivo para el cliente.
  • La propia empresa. Ocurre lo mismo que en el caso anterior: demasiados datos pueden crear desconfianza en el cliente. Saber que la empresa es líder en sector es importante para el cliente; saber que hay rumores de que el director financiero y el de operaciones se llevan a matar, no lo es. Discreción.
  • La crisis. Hablar de la crisis económica sólo consigue que el cliente sea más reacio a comprar o que se apoye en ella para pedirnos más descuentos.


Ya sabéis, por la boca muere el pez...


¿Se os ocurre algún tema más que pueda ser conflictivo a la hora de tratar con los clientes?


miércoles, 8 de mayo de 2013

Si No Queda Satisfecho, Le Devolvemos su Dinero

centro comercial"Si no queda satisfecho, le devolvemos su dinero". Una de las frases insignia de los grandes almacenes con más solera de España y que, por ser tantas veces repetida, se ha hecho extensiva en el imaginario popular al resto de comercios. Parece que, en lugar de ser una garantía comercial que esta cadena (y otras, dicho sea de paso) ofrece a sus compradores con el fin de hacer hincapié en su orientación al cliente; se trata de una normativa que todo comercio debe cumplir. Y no, no es una norma, es una elección.


La devolución del dinero, el cambio por otro artículo o la entrega de un vale en caso de no querer el producto que hemos comprado es una decisión por parte del establecimiento. No hay ninguna normativa que obligue a la tienda a cambiarnos esa blusa que hemos comprado sin probárnosla por otra de una talla distinta. Tampoco hay ley alguna que dicte que el establecimiento debe hacer un vale por un regalo desafortunado o devolver el dinero por ese marco de fotos que, una vez en casa, ya nos gusta tanto.


Para ampliar este tema, aquí tienes más información acerca de las devoluciones de compras.


Excepciones


Existen una serie casos en los que la tienda sí que debe devolvernos el dinero o cambiarnos el artículo por otro.

  • Cuando el artículo presenta defectos o taras.
  • Cuando el producto no responde a lo anunciado.
  • Cuando el establecimiento indica la aceptación de devoluciones en el propio producto, en el establecimiento o en su publicidad.

Plazos

  • Si el comercio acepta devoluciones, también deberá indicar el plazo y condiciones en que se aceptarán las mismas. 
  • Si la tienda entrega algún producto a cliente con un período de prueba, el plazo para devolverlo es de 7 días, salvo indicación en contra.
  • Si la compra ha sido fuera del establecimiento (internet, correo electrónico, fax, catálogo, domicilio, etc.) el plazo de devolución es de 7 días y, salvo que el vendedor indique otras condiciones, los gastos de devolución serán por parte del cliente.

Condiciones


El establecimiento debe indicar las condiciones en que se producirá la devolución:


    tarjeta de credito
  • Si reintegra el dinero, cómo lo hará: efectivo o reintegro en cuenta, en el caso de los pagos con tarjeta.
  • Si acepta devoluciones durante el período de rebajas.
  • Si en lugar del dinero, entrega vales. En este caso debe indicar su plazo de validez.
  • Los artículos que quedan excluidos de la devolución: ropa interior, bañadores, discos, dvd's, libros, bolsos de fiesta, etc. Siendo siempre elección del establecimiento aunque, eso sí, debe indicarlo expresamente.
no debes aceptar que te obliguen a entregar los embalajes intactos
Nota: una de las condiciones que no debes aceptar bajo ningún concepto, es que te obliguen a entregar el artículo con el embalaje original intacto en caso de que el producto sea defectuoso, se trata de una cláusula abusiva. ¿Cómo si no podrás acceder al producto para comprobar si está en buen estado y corresponde con lo publicitado? El único motivo por el que te lo pedirán es porque, después de reparado, lo quieren volver a comercializar como nuevo, cuando la normativa no se lo permite.


Indemnizaciones


Si has probado el producto y no ha existido ninguna alteración del mismo, el vendedor no te puede pedir ningún tipo de indemnización por desgaste.


Mis consejos

  • Guarda siempre el ticket de compra, te será imprescindible en el caso de devolución.
  • Infórmate acerca de la posibilidad de devolución y sus condiciones, sobre todo en caso de que vayas a adquirir un regalo para otra persona.
  • No des por hecho que te devolverán en dinero, no están obligados salvo que así lo anuncien.
  • Si la tienda no te devuelve el dinero, aunque el producto esté defectuoso o lo indica expresamente en su publicidad, pide la hoja de reclamaciones y quéjate sin dudarlo.


Sinceramente, espero que hayas quedado satisfech@ con el artículo...  :)


También te puede interesar:

Devolución de un producto. Portal del Consumidor de la Comunidad de Madrid.