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miércoles, 8 de febrero de 2017

Consejos para Contratar el Desarrollo de Tu Web

Empresas y profesionales cada vez son más conscientes de que deben tener presencia en Internet. Casi nadie duda ya que si no está en la Red, es casi como si no existiese.


La mayoría de los clientes buscan a sus posibles proveedores primero on-line y luego los visitan of-line. De hecho, es muy habitual desconfiar si en los buscadores aparece un teléfono, pero no hay rastro de página web o redes sociales. Enseguida se piensa en que la empresa o el profesional es de segunda o tiene algo que esconder.


Pero que haya que estar, no significa que se haga de cualquier manera. Precisamente esta demanda de páginas web, ha generado una oferta de profesionales que no siempre ofrecen un mínimo de calidad. Y cuando una página web es deficiente, es incluso peor que no tenerla.


Por eso en este post quiero darte unos consejos básicos para que aciertes a la hora de contratar el desarrollo y diseño de tu sitio web


Consejos para contratar el desarrollo de tu web


Antes de nada


Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de contratar una página web, es que lo barato sale caro. Los precios muy bajos esconden sorpresas desagradables como las siguientes:


  • Cantidades extras por conceptos como el hosting o el SEO, que acaban inflando el presupuesto inicial hasta llegar a los precios normales, o incluso los superan.

  • Desarrollo que no incluye mantenimiento y que, en caso de contratarse aparte, tiene un coste más elevado de lo recomendable. 

  • Diseños a granel que perjudican la imagen de la empresa o el profesional. Si tu web es igual que la de otras 100 más, tu empresa también parecerá igual. Y que no te engañen, el hecho de que puedas elegir el color o la tipografía, no influye demasiado cuando se utilizan plantillas. 

  • Contenidos sin personalizar o de mala calidad. Hay empresas que se dedican al diseño y desarrollo web que utilizan plantillas de contenidos para los distintos sectores, y que no se preocupan por personalizarlos, incluso si el cliente facilita información para ello. 


Antes de encargar el desarrollo y diseño de tu web debes tener claro qué quieres conseguir con ella, qué quieres transmitir, cuál es el público al que va dirigida... Esto es imprescindible, puesto que deberás comunicárselo a quien se vaya a encargar de crear de tu página. Si quien va a trabajar para ti no tiene claro lo que quieres, es difícil que pueda dártelo. Lo máximo que puedes conseguir es que haga lo que crea que necesitas... o lo que le de la gana.


Cómo elegir al desarrollador


Recurre a profesionales y evita la amiguitis. Ni te imaginas la cantidad de clientes que nos llegan tras haber sufrido los experimentos fallidos de amigos o familiares que saben de eso de Internet y a los que se ha recurrido en primera instancia para ahorrar unos eurillos. Nadie le dice a su sobrino que le opere una hernia discal, porque es muy bueno con el juego de mesa infantil Operación, salvo que tenga un doctorado en medicina y experiencia quirúrgica. Lo único que se consiguen son trabajos mal realizados o sin terminar.


Revisa la experiencia de la empresa que se vaya a encargar del desarrollo de tu web. Debe ser seria y solvente, tener un buen portafolio y contar con un buen equipo de trabajo, tanto interno como externo. Desconfía de todo aquel que no tiene identificación fiscal, que no tiene una dirección física a la que recurrir, que no tiene apartado de política de privacidad y condiciones de uso en su sitio web o que no tiene presencia en Internet.


Desarrollo web


El desarrollador debería ser capaz de implementar las medidas de seguridad necesarias, tanto las generales como atendiendo al tipo de datos personales que vayas a manejar.


Asegúrate de que será capaz de garantizarte unos mínimos de escalabilidad, evitando que tu página pueda caerse en caso de que la visiten más personas de las esperadas en un principio.


La empresa debería contar con un jefe de proyecto, con programadores, con personas que se encarguen del soporte técnico, diseñadores gráficos, copywriters y expertos SEO. Pueden pertenecer a la plantilla de la empresa o estar externalizados, lo importante es que cada uno de ellos tenga formación, experiencia y profesionalidad.


Una cosa es que un desarrollador web tenga subcontratadas otras actividades profesionales relacionadas con la creación de un sitio, y otra muy diferente que una empresa que se dedica a otro sector ofrezca la web como extra o gancho para su actividad principal. En el primer caso, la actividad y objetivo principal es la web; en el segundo será otra cosa: espacios publicitarios, guías profesionales... y la web será un complemento.


Fíjate en el estilo de las webs que han realizado y valora si te gusta el resultado en cuanto a usabilidad, diseño, etc.  


Lo ideal es que conozcas en persona al equipo que vaya a trabajar en tu proyecto, sobre todo al jefe del proyecto. No permitas que tu único contacto sea un comercial. Si no es posible una entrevista personal por distancia o por agenda, al menos procurad tener algún contacto por videoconferencia.


Valora si te escucha o sólo te apabulla con sus conocimientos y sus ideas. Si no te escucha, no te sirve. Aunque habrá cosas que tú quieras hacer y que no se pueden hacer con tu presupuesto y sus medios, al menos debe permitir que se las expliques.


Contrato y propiedad


Cuando hayas encontrado a la empresa o profesional que encaja con tus necesidades, te recomiendo (vivamente) que exijas un contrato escrito en el que se reflejen todos los aspectos del desarrollo de tu web. También sería conveniente que incluyas penalizaciones o la posibilidad de rescindir el contrato por tu parte sin coste en caso de que no se cumpla lo convenido, tanto en resultado final como en plazos.


Si el proyecto es grande, puedes dividirlo en partes, de esa forma podrás ir valorando el trabajo del desarrollador poco a poco, además de que podrás pagar según se vayan cumpliendo los hitos.


Exige que la propiedad y acceso al hosting sea tuya, eso te evitará muchos problemas en el futuro. Piensa que si en algún momento tienes algún problema o quieres cambiar de desarrollador, te lo podrán poner muy difícil. Pide que te faciliten las claves de acceso al servidor y al panel de control, así como de los plazos y precios de renovación del servicio.


Lo mismo ocurre con el dominio o dominios, deberían ser tuyos, no del desarrollador. Si luego quieres cambiar de proveedor, te encontrarás con que tienes que buscar un dominio nuevo, con el consiguiente perjuicio para tu empresa.


Y, por supuesto, el diseño también debe ser de tu propiedad, salvo que sea una plantilla y estés informado de que es lo que contratas. Al fin y al cabo, pagas para ello. 


Otro requisito que debería cumplir el desarrollador es facilitarte los códigos fuente de tu web. Al fin y al cabo has pagado por ello.


El proyecto


La web debe aunar la usabilidad con la estética. La una sin la otra no sirve para nada. Cuidado con los ases del diseño que no ven más allá de lo super cool, porque te encontrarás con un sitio precioso... que nadie sabrá usar.


Diseño web


Evita los diseños sin personalidad y las plantillas. Si tu web no tiene muchas pantallas, el diseño a medida tampoco supondrá una cantidad inasumible. Y el resultado, te lo puedo asegurar, no será el mismo.


En caso de que los contenidos no los vayas a facilitar tú, deberías exigir que el trabajo de copywriting sea de calidad. Fíjate en otros trabajos que haya hecho la empresa para valorar si encajan con tu criterio. En cualquier caso, aunque ellos se encarguen de los contenidos, tú deberás facilitarles información para que puedan trabajar.


Pide una cierta independencia. Esto significa que deberías poder añadir y actualizar contenidos tú mismo, sin necesidad de contar de forma obligada con el desarrollador. Lo ideal es que se pueda hacer a través de un editor de textos para que no tengas necesidad de acceder al código. Así podrás añadir y formatear textos o incluir enlaces, imágenes o vídeos sin ayuda.


El proyecto también debería incluir el SEO de tu sitio. Te aconsejo que tanto el desarrollo como el SEO se hagan al mismo tiempo y, si puede ser, coordinados por el mismo jefe de proyecto. Por experiencia propia, desarrollar la web y que el cliente te imponga el SEO (por amiguitis), siempre acaba implicando problemas, puesto que no ha habido una visión común desde el inicio del proyecto.


Si te es posible, contrata también el mantenimiento. Aunque te va a suponer una cantidad periódica, te aportará seguridad y tranquilidad. Además, si lo contratas con el mismo desarrollador, los precios suelen ser más económicos. Si llamas a tu desarrollador o a otro profesional distinto por un problema puntual, te costará bastante más caro.


Pide que te informen de la procedencia de las imágenes que te incluyan en la web y que no les hayas proporcionado tú. Es importante conocer si proceden de bancos gratuitos, de si tienen derechos de uso, etc.


Si tienes redes sociales, que deberías, el desarrollador debería integrarlas en la página web. Comprueba que funcionan correctamente cuando te la entreguen. Fíjate en que no aparecen iconos de redes sociales que no usas o que no dirigen a tus perfiles oficiales. No será la primera vez que algún genio incluye un enlace a un perfil no oficial de una empresa, que alguna persona malintencionada ha abierto para atacar al negocio. ¿Te imaginas, dirigir desde tu propia web a los clientes a un perfil en el que se te difama? Pues sucede, créeme, lo he visto con mis propios ojos.


Valora si te interesa tener un blog integrado en tu web. Ten presente que si lo haces, tendrás que crear contenidos con cierta frecuencia o pagar por ello. Un blog supone un mantenimiento constante, si no vas a poder asumirlo con compromiso, mejor que no lo tengas.


Deberían facilitarte servicios de analíticas y estadísticas de tu web. Y, muy importante, estas analíticas deberían ser accesibles para ti de forma sencilla. Así podrás valorar el funcionamiento y accciones que hayas emprendido, así como tomar decisiones sobre tu página.


Y, por último, ten presente que desarrollar una web completa y de calidad lleva un cierto tiempo. Según la dificultad del sitio puede oscilar entre 15 días y 3-4 meses, en caso de ser muy compleja. Si van a tardar más, o es muy especial... o te están engañando.




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La primera vez que apareció el post Consejos para Contratar el Desarrollo de Tu Web fue en el blog de Todos Somos Clientes.


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