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viernes, 31 de enero de 2014

Casos de Mala Atención: ¿Tarjeta de Fidelidad?

cosmetico
Hoy te traigo una nueva muestra de mala atención al cliente, vivida en primera persona. En este caso se trata de una gran firma de cosmética, con sede en París y bonito logo en blanco y rojo, que se toma muy a la ligera las campañas de fidelización que nos ofrece a sus clientes.


Vamos al caso:


Hace varios meses en la caja de un producto cosmético de esta marca encontré una tarjeta de fidelización con un título potente: "Tarjeta Cómplice". Esta tarjeta ofrecía un producto gratis a elegir dentro de su catálogo si se completaba con 14 códigos de barras correspondientes a sus productos, de los cuales uno de esos códigos era regalo de la marca. 


Pues bien, me decidí a completar esa Tarjeta Cómplice, porque soy (era) fiel consumidora de la marca y, por qué no decirlo, porque me encanta eso de rellenar cupones y tarjetas de fidelidad.


Una vez cumplimentada la tarjeta, la envié a la dirección postal que indicaba la marca con el producto de mi elección, el cual pertenecía al catálogo habitual de esta empresa cosmética; de hecho, muchos de los códigos de barras eran precisamente de ese producto. Y, por supuesto, escaneé la tarjeta (mujer prevenida, vale por dos).


Pasadas unas dos semanas, recibí en mi domicilio un paquete de esta marca y, cuál no fue mi sorpresa, al comprobar que el producto enviado no era el solicitado. Pensando que quizás había sido error mío por no haber escrito correctamente el nombre del cosmético, busqué rauda y veloz la copia escaneada de la tarjeta y pude comprobar que el error no había sido mío. El nombre de la crema estaba perfectamente escrito, tanto que me había preocupado de poner los signos de acentuación propios del francés, idioma en el que se denomina el producto.


angelito mandando callar
El silencio no es rentable
He de decir que la crema que me enviaron era más cara que la que había solicitado yo, pero yo quería esa, no otra que hubiesen decidido por mí. 


Ni corta ni perezosa, envié un correo electrónico al departamento de atención al cliente de la firma, comentándoles lo ocurrido y adjuntando una copia de la famosa Tarjeta Cómplice, para que pudiesen comprobarlo... y han pasado ya tres semanas y aún no he recibido respuesta, ni en forma de e-mail ni de envío del regalo correcto. Y el correo llegó a su destino, dicho sea de paso.


Eso es inadmisible en una firma de prestigio. Y no me estoy refiriendo sólo al error en el envío, que también, sobre todo me gustaría hacer hincapié en la falta de respuesta por parte de la marca. ¿Cómo se puede despreciar a una compradora fiel, que lo ha demostrado comprando 13 productos de una firma de cosmética de lujo? ¿Cómo se puede desentender una gran compañía de un error cometido por ellos, especialmente cuando se ha tenido a una clienta recortando y guardando códigos de barras lealmente, cual abuelita con los cupones del periódico? ¿Cómo se puede terminar de ofender a esa clienta enviándole una nueva Tarjeta Cómplice con el envío incorrecto?


crema
Las campañas de fidelización no se lanzan y se olvidan, como una botella con un mensaje en el océano. Se deben diseñar, implementar, analizar y hacer un correcto seguimiento para asegurarse de que consiguen su objetivo: fidelizar. Si esto además se agrava con la falta de comunicación con el cliente, la cosa comienza a ser preocupante.


En este caso, la firma ha perdido a una clienta habitual... que tiene un blog en el que habla (entre otras cosas) de cosmética. Por mucho que me gusten sus productos, considero que la atención al cliente es parte inseparable de ellos; por lo que, para mí, han dejado de ser excelentes


Para estos resultados, es mejor no iniciar una campaña de fidelización...


P.S.: si algo me caracteriza es ser persistente (me están diciendo por aquí que no me quite mérito: terca), así que seguiré insistiendo (sí o sí) con mi reclamación ante su servicio de atención al cliente. Prometo mantenerte informado de cualquier cambio en esta situación.




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Fidelizar al Cliente: Todos son Ventajas



lunes, 27 de enero de 2014

14 Consejos para Contratar una Asesoría con Acierto (II)

En la primera parte de 14 Consejos para Contratar una Asesoría con Acierto vimos las 7 primeras recomendaciones para encontrar al asesor que necesitas. En esta encontrarás los 7 restantes.


Vamos a ello...


8.- Valora la distancia a la que se encuentra la asesoría, porque el tiempo es dinero. Aunque suelen contarte que ellos se acercarán de forma periódica para retirarte y entregarte documentación, a la hora de la verdad, cuanto más lejos está la asesoría, menos aparecerán por tu negocio. Y más tendrás que desplazarte tú si necesitas algo.


9.- Pide un contrato de prestación de servicios donde se especifique claramente qué incluye su tarifa y que está excluido. Y, por supuesto, también te debe proporcionar un listado con los precios de los servicios extraordinarios que podrías necesitar. Si los términos del acuerdo no están perfectamente delimitados, podrías tener problemas en el futuro.


10.- Busca un buen precio, pero no te guíes sólo por él. Si al tarifa es muy baja, las prestaciones y/o la calidad también serán mínimas. Si es muy alto, puede ser porque te ofrezcan un cierto valor añadido... o porque sean malos profesionales intentando aparentar lo que no son. Lo mejor es centrarse en los que tengan precio en el término medio y que te generen confianza. Hasta la fecha mi experiencia es que, el más caro, es siempre el peor.


personas trabajando en el despacho
¿Trabajan para ti o tú para ellos?
11.- Un punto que debes tener muy claro es que el asesor trabaja para ti, no tú para él. Es frecuente que te exijan una gran cantidad de documentación innecesaria o que te pongan plazos ridículos para que les entregues información, cuando no es necesario. Entiendo que haya asesorías que pidan las facturas de forma mensual para que no se les acumule el trabajo cuando venza el trimestre, pero debe ser eso, una petición, no una imposición. Quizás haya meses en los que te sea imposible cumplir con esa periodicidad y ellos deben entenderlo


12.- Debes pactar con el asesor que te mantenga informado periódicamente de la marcha de tu negocio. Contar con balances mensuales o trimestrales, te dará una idea de cómo van las cosas y te dará un cierto margen de maniobra para tomar decisiones: inversiones, aplazamientos, financiación, etc.


tomando notas
Fórmate para poder supervisar su trabajo
13.- Y, hablando de información, ninguna asesoría debe tener los originales de tus documentos. Te aconsejo que digitalices toda tu información y se la envíes escaneada. Así evitarás la pérdida de documentación importante o de que pueda usarse de forma indebida. Además, te será más cómodo porque podrás enviarles la información a través de correo electrónico y te evitarás desplazamientos.


14.- Y un consejo final: aunque tu asesor debe quitarte trabajo que no puedes hacer, eso no significa que no tengas que supervisarle. Apúntate a cursos de formación sobre contabilidad, finanzas para no financieros, temas laborales, etc. Eso te dará una pequeña base para poder entender qué hace y si lo está haciendo correctamente.


Espero que estos consejos te hayan ayudado. Si tienes alguna recomendación o idea sobre este tema, me encantaría que la compartieses, este también es tu blog.


Nos vemos en cuatro días con un nuevo tema. 




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14 Consejos para Contratar una Asesoría con Acierto (I)






jueves, 23 de enero de 2014

14 Consejos para Contratar una Asesoría con Acierto (I)

hombre haciendo cuentasSi estás pensando crear tu propio negocio, te daré un consejo: busca una buena asesoría que se encargue de todos los trámites fiscales, laborales y administrativos con los que te enfrentarás en tu día a día. 


Es un consejo que a algunos nuevos emprendedores puede sorprenderles porque, por una parte desean recortar los gastos al mínimo y, por otra, porque tienen un cierto complejo de superhéroes ;) y piensan que pueden con todo. Pues bien, nada más lejos de la realidad. Si no tenemos conocimientos profundos (y actualizados) de contabilidad, finanzas, fiscalidad, derecho laboral o trámites administrativos; llevar nosotros mismos ese tipo de asuntos no sólo no supondrá un ahorro, si no que puede acarrearnos muchos gastos: multas, sanciones, recargos, demandas, etc. Y, por otro lado, dedicar tiempo y esfuerzo a esos asuntos nos impide hacer lo que de verdad importa: producir.


Pero, ojo, una mala asesoría puede ocasionarnos aún más problemas que hacerlo por nuestra cuenta. Y aquí habla la voz de la experiencia.


Para ayudarte a elegir una buena asesoría, en este post encontrarás 14 consejos que te pueden ser útiles. En esta primera parte veremos los 7 primeros:


equipo trabajando
Pide opinión a tus amigos y conocidos
1.- Pide a tus amigos y conocidos que te recomienden a alguien es una buena idea pero, cuidado, no siempre funciona. Quizás la persona que te da el contacto no tenga tus necesidades, expectativas o no tiene demasiada base para juzgar correctamente al profesional. Todavía recuerdo a una conocida que nos recomendó a un asesor (porque le conocía de toda la vida y era una persona muy profesional y honesta)... y acabó incurriendo hasta en falsificación documental; estaba claro que no entendíamos el término honesto de la misma forma.


2.- Con la misma precaución y por los mismos motivos, es conveniente tomar en cuenta las referencias que podáis pedir del asesor. Por supuesto, es mejor pedir opinión y referencias que ir a ciegas.


3.- La empresa y las personas con las que vayas a trabajar te deben inspirar confianza, porque vas a dejar asuntos importantes en sus manos. Y eso no quiere decir que te deban caer simpáticos, te deben parecer honestos, profesionales y correctos en el trato. Si además conectáis a nivel personal, miel sobre hojuelas. Una sugerencia: fíate de tu intuición. La intuición no es un término metafísico, es una forma de registrar ciertos datos y detalles de manera subconsciente y que son capaces de alertarnos sobre algo (en sentido positivo o negativo); aunque también hay que utilizar la razón, por supuesto.


4.- Algo que también debes tener en consideración es si tenéis la misma forma de ver las cosas o, al menos, si será capaz de respetar la tuya. Hace un tiempo me entrevisté con un asesor (estaba seleccionando uno en aquel momento) que casi me llamó descerebrada porque quería cumplir escrupulosamente con mis obligaciones fiscales. Por supuesto, no le contraté... y sigo durmiendo tranquila.


asesor trabajando
¿Ofrece calidad en su atención al cliente?
5.- Te aconsejo que te fijes en la calidad de la atención al cliente cuando tengas los primeros contactos: cómo atienden el teléfono, cómo actúa su personal auxiliar, cómo están organizadas sus oficinas, etc. Eso te dará una idea muy precisa de cómo será el trato que recibirás mientras trabajes con ellos.


6.- Exige que el personal tenga la titulación y experiencia necesaria para el servicio que requieres. Un becario tiene que aprender, claro, pero no haciéndose responsable de tu negocio.


7.- Desconfía si la asesoría tiene otras actividades paralelas, porque siempre irá en perjuicio tuyo. He visto ya de todo: asesoría + inmobiliaria, asesoría + grupos de networking (piramidal), asesoría + empresa de software... y todas, todas, traen problemas para el cliente. Por una parte, los esfuerzos y atención se dispersan y se resta calidad en el servicio; por otra, se intenta aprovechar al cliente, vendiéndole sí o sí la actividad paralela.


Y hasta aquí los 7 primeros consejos, nos vemos en la próxima entrega.



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domingo, 19 de enero de 2014

Cómo Recibir en el Despacho (III)

En las dos primeras partes de Cómo Recibir en el Despacho te di algunos consejos para actuar como un perfecto anfitrión, aunque para completar el tema hace falta hablar del otro lado, de cómo comportarse cuando somos nosotros los que hacemos la visita

 
Veamos cómo ser el perfecto visitante:


    trabajando en el despacho
  • No te presentes nunca sin previo aviso. Es una falta de cortesía inadmisible, además que conseguir enfadar a la persona a la que visitamos.

  • No llegues muy temprano a la cita. También es una muestra de malos modales, porque descabalarás la agenda de la otra persona y le incomodarás. Tómate un café o date un paseo, te serenarán y de darán el tiempo extra para acudir a la cita a tu hora.

  • No llegues tarde, por el mismo motivo que en el caso anterior. Si no vas a poder evitarlo, al menos llama para informar de tu retraso y pregunta si te podrán atender o es mejor concertar una nueva entrevista.

  • Saluda cordialmente a tu anfitrión cuando llegues y, te hago la misma recomendación que a el: sonríe.

  • No te sientes hasta que no te lo ofrezcan. Si ves que no lo hacen (ya sabes, lo olvidos...), pregunta si te puedes sentar. Sólo si la otra persona es tan descortés como para no hacerlo, siéntate.

  • Da las gracias por atenderte y por el tiempo que te va dedicar.

  • No seas demasiado curioso. Es lógico que mires el despacho y a tu anfitrión, pero no peques de indiscreto. Si tienes que hacer algún elogio, hazlo pero con mesura (evita parecer un pelota). Y, por supuesto, no critiques.

    entrevista
    Pregunta antes de sacar tu arsenal
  • No invadas la mesa de tu anfitrión con papeles, portátiles, maletines, móviles, etc. Es algo que molesta siempre, muchas veces a nivel inconsciente, porque se considera una intromisión en nuestro territorio.

  • Si vas a sacar el portátil, pide permiso para hacerlo

  • No seas demasiado pedigüeño. Deberías ser autosuficiente, por lo que tendrías que poder conectarte a internet sin contar con tu anfitrión, llevar todas las copias que vayas a necesitar, etc. Hay muchas personas a las que les incomoda este tipo de peticiones, porque las consideran poco profesionales.

    botella de agua
  • Por lo mismo, no pidas bebidas a no ser que te las ofrezcan. Única excepción: si necesitas agua porque estás tosiendo o se te seca la boca.

  • Al igual que en el caso del anfitrión: no atiendas llamadas telefónicas, no fumes, no comas chicle, no te repantingues en la silla... ¡Uy, parezco una madre en plena acción!

  • No hagas comentarios o apreciaciones desagradables. La otra persona te está brindando su hospitalidad y su atención, así que no seas grosero. Sería el equivalente a estar invitado a una casa y ponerse a gritar y a insultar a sus anfitriones.

  • No alargues la entrevista de una forma excesiva. El tiempo de tu interlocutor es tan importante como el tuyo, así que no le obligues a desperdiciarlo. Se lo más breve y conciso que puedas, te prestarán más atención... y te lo agradecerán.

Recuerda que:


"Te reciben según te presentas. Te despiden según de comportas".
Francisco de Quevedo


Estos consejos son sólo eso, consejos, a ti te corresponde decidir cuáles, cómo y cuándo aplicarlos.



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Cómo Recibir en el Despacho (II)


miércoles, 15 de enero de 2014

Cómo Recibir en el Despacho (II)

En la primera parte de Cómo Recibir en el Despacho te conté qué tener en cuenta a la hora de la recepción de la visita, antes de comenzar la entrevista y cómo recibirla. En esta podrás encontrar qué hacer durante la reunión y la despedida.


Vamos a ello...

 
Durante la reunión

 
ejecutivo hablando por telefono
¿Llamadas durante la reunión? No
Lo correcto durante una reunión en el despacho es no atender llamadas telefónicas, tanto por no incomodar al invitado como por mantener la confidencialidad de la conversación. Si estás esperando una llamada urgente o no tienes a nadie que atienda tu teléfono mientras estás reunido, comunícaselo al invitado y discúlpate de antemano. Por desgracia, atender llamadas telefónicas mientras se tiene a una visita en el despacho, es algo más que frecuente. Todavía recuerdo una visita a nuestra abogada, donde respondió a todas las llamadas que le hicieron durante la hora que estuvimos con ella... y fueron muchas.

 
Y, por supuesto, no dejes abandonado a tu invitado en el despacho mientras vas a atender otro asunto en la oficina. Si eres un buen profesional, organizarás tus tareas para que no te suceda esto. Como anécdota, os contaré que hace poco me encontré con una persona que no tenía muy claro este concepto. Estaba manteniendo conmigo una entrevista para ofrecerme sus servicios como asesor y, ni corto ni perezoso, me dejó esperando en su despacho "porque había llegado un cliente que iba a pagar, y el dinero era el dinero", tal cual. Una vez pasados los primeros 15 minutos, me levanté y me fui. Por supuesto, no estamos trabajando con él. 


No utilices un tono o expresiones desagradables. Puedes decir cualquier cosa, pero de forma educada. Si eres el anfitrión, deberías mantener la compostura con tu invitado en cualquier situación, precisamente porque tu despacho es tu territorio.


Aunque es de lógica: no fumes durante la entrevista, aunque pidas permiso a la visita para hacerlo. Además de estar incumpliendo la normativa de espacios sin humo, tu invitado se verá en la obligación de darte su aprobación... aunque le moleste. Recuerdo a una proveedora que, tras haberle indicado que nos molestaba mucho el humo (por motivos de salud), decidió tras unos primeros instantes de contención que iba a fumar sí o sí porque se encontraba algo nerviosa. Tampoco trabajamos ahora con ella, claro.

 
juego de cafeSi lo consideras adecuado por el tipo de visita o por la duración de la entrevista, ofrece agua, refrescos o café a tu invitado.


Si llega otra persona a la reunión, especialmente si va a participar en ella de algún modo, debes levantarte y saludar. Después del recibimiento, presenta al recién llegado con su nombre, apellidos y cargo.


Si hay varias personas en la reunión, no te olvides de mirar y hablar a todas por igual. No te centres en un solo visitante y te olvides de los demás, porque conseguirás incomodar a todo el mundo; el primero porque se sentirá demasiado atendido, los otros porque se sentirán ignorados.


Si la entrevista se alarga, lo más apropiado es posponer los temas pendientes para una próxima ocasión. Las reuniones que se alargan indefinidamente, son tediosas y poco productivas


La despedida


Tu recibes, tu despides; esa es la norma. Si tu invitado es importante (por afecto, interés o jerarquía), acompáñale hasta la puerta o, al menos, hasta la zona de recepción.


Da siempre las gracias por haberte visitado y por el tiempo que te han dedicado


Aquí finaliza esta segunda parte. En la tercera y última (ya, ya se que parecen las obras completas de Tolstói), te hablaré de la otra cara de la moneda: de cómo comportarse en el despacho de otro.


Hasta la próxima entrega. 



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sábado, 11 de enero de 2014

Cómo Recibir en el Despacho (I)

despacho
Si tienes despacho profesional, seguro que recibirás muchas visitas, tanto de clientes como de compañeros de trabajo. Y atenderles correctamente es parte tus obligaciones y, como no, reflejo de tu imagen personal


Tu despacho es, a todos los efectos, como tu casa. Por lo tanto, debes actuar como un perfecto anfitrión en ambos, atendiendo a tu invitado con esmero. Y el protocolo ayuda mucho en este aspecto, aunque muchos no lo crean necesario.


"Sólo los tontos se burlan de protocolo. Simplifica la vida".
Charles Maurice de Talleyrand


Para recibir correctamente a tus visitas en el despacho, en este post (está dividido en tres partes) encontrarás algunos consejos de protocolo empresarial y sentido común que te pueden ser útiles.


Aquí comienza la primera parte:

 
La recepción

 
La recepción de la visita se puede hacer:


  • Por parte de la recepcionista.
  • Por parte de tu secretaria/o.
  • Por parte de tu asistente o de tu segundo de a bordo.
  • Por ti mismo.

Evidentemente, quién va a recibir al visitante dependerá de la organización de tu empresa y de la importancia de la persona a la que recibimos. Por ejemplo: si no cuentas con una secretaria, está claro que ésta no podrá recibir a tu visita y tendrás que buscar otra fórmula. Y si tu cita es un personaje relevante, lo lógico es que le recibas tú mismo en la puerta o en la zona de recepción.

 
La espera

 
Si el visitante llega y no puedes atenderle de inmediato, deberá aguardar en la sala de espera o en la de reuniones. Mi consejo es que no le hagas esperar en exceso, porque es una muestra de malos modales. Aunque hay personas que creen que hacerse de rogar es una forma de darse más importancia, lo cierto es que es la mejor manera de predisponer negativamente a la persona a la que vamos a recibir. Si vemos que nos vamos a retrasar (por algún motivo urgente) más de 15 minutos, lo adecuado es comunicárselo a la visita y preguntarle si desea seguir esperando o prefiere fijar la entrevista para otro día. Si no le importa esperar, lo más apropiado es ofrecerle agua u otra bebida.

 
Antes de recibir

 
mesa de despacho despejada
La mesa, lo más despejada posible
Algo que debemos tener en cuenta a la hora de recibir en nuestros dominios, es despejar la mesa todo lo posible antes de que llegue. No sólo porque la imagen que se ofrece es más pulcra y profesional, también porque dejamos espacio disponible para toda la documentación que necesitemos en el desarrollo de la entrevista. Y, por otra parte, estaremos cumpliendo con la LOPD y con la más elemental discreción, porque ningún documento con datos sensibles estará a la vista de la otra persona.

 
hombre en mangas de camisa
Evita recibir en mangas de camisa.
Si tienes varias zonas diferenciadas en tu despacho: mesa tradicional, zona con sillones y mesa baja, etc. Decide antes de que entre la visita dónde os sentaréis. Si te interesa marcar las distancias con la persona a la que recibes, ni lo dudes, utiliza tu mesa (y pon las sillas ligeramente alejadas de la mesa, si quieres ser realmente maquiavélico); también si la reunión va a requerir de consulta de documentos y de la utilización de portátiles u otros dispositivos (es más cómodo). Si lo que deseas es crear un ambiente distendido y amigable, lo mejor es que os sentéis en los sillones acompañados de un café.

 
Ponte la chaqueta (seas chico o chica) para recibir a tu visita... y los zapatos. Tengo referencias de una directora de comunicación que se quita los zapatos según llega al despacho y así recibe :(

 
Cuando llega el visitante


estrechando la manoDebes al menos levantarte de tu asiento para ofrecer la mano a tu invitado, aunque lo más adecuado es salir de detrás de la mesa para saludar. Recuerda que debes ser tú quién inicie el saludo, porque eres el anfitrión.


Sonríe. Aunque el tema que vayáis a tratar sea incómodo, la recepción de tu visitante debe ser agradable. Ya hablaréis del asunto delicado después. De hecho, una sonrisa (que no se confunda con mofa o ironía, claro) antes de discutir algo importante, es una forma de aflojar la tensión y encarar la conversación con mejor talante


"Más batallas se han ganado con la sonrisa que con la espada".
William Shakespeare

 
Ofrece asiento a la visita según os hayáis saludado. Así evitarás que tu invitado se sienta como un pasmarote de pie, mientras tú ya te has acomodado. Hay quien se escuda en que se le olvida. ¿Cómo no se va a olvidar de ofrecerle asiento a su invitado, si no le está prestando la menor atención?

 
Te aconsejo que sigas la norma básica de protocolo de ofrecer el asiento de tu derecha. Se considera que el lugar de mayor honor es el puesto de la derecha según se mira desde la mesa presidencial (o la entrada del edificio, según el caso). Si ese lugar no es el más afortunado, porque está la pantalla de tu ordenador o cualquier otro objeto que impida la visión, evidentemente, obvia esta recomendación.


Y hasta aquí llega la primera parte de este post. En la segunda podrás encontrar consejos para ser el perfecto anfitrión durante la reunión y la despedida


Nos vemos en la siguiente entrega.




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martes, 7 de enero de 2014

Las Malas Prácticas en el Networking (II)

En la primera parte de Las Malas Prácticas en el Networking os hablé de lo que había que evitar en general a la hora de establecer y gestionar nuestras redes de contactos, así como errores frecuentes en nuestras relaciones con esos contactos y sus tipos.


En ésta, me gustaría centrarme en el tiempo que se dedica a las redes, en la participación en ellas y en los errores más habituales en las reuniones de networking. 


Comenzamos esta segunda parte...


El tiempo

    reunion
  • No dedicarle tiempo, o dedicarle demasiado. Si no invertimos tiempo en nuestra red de contactos, ésta se marchitará y morirá lentamente; si sólo nos ocupamos de nuestra red de networking, daremos la impresión de que no hacemos otra cosa... y a nadie le interesa un contacto que no es productivo.

  • Dejar que el networking te quite demasiado tiempo de lo realmente importante. Hay círculos de networking que exigen a sus miembros tanto esfuerzo y trabajo para mantener el propio círculo, que roban un tiempo precioso a lo que realmente es lo nuestro: producir. Conozco alguno que tiene reuniones semanales con sus miembros que duran dos horas, exigen que se aporte un número determinado de nuevos contactos (que hay que buscar), que se consigan oportunidades de negocio para otros miembros y que los miembros se visiten de forma periódica para mantener el contacto y comunicarse las novedades; todo ello de forma obligatoria. Si estas acciones fluyesen de forma natural entre los miembros, sería perfecto, al ser imprescindibles y tasadas, se convierten en un verdadero ladrón de tiempo (y de dinero).


La participación


    diana
  • No participar en ninguna reunión de networking. Si no se participa en ninguna acción, ¿para qué queremos estar en un círculo en concreto? No sirve sólo con figurar, también hay que participar.

  • Acudir de forma indiscriminada a cualquier tipo de acciones de networking, tanto on-line como off-line. Este sería el caso contrario al anterior, una presencia excesiva, puede quemar nuestra imagen. Mejor pocos actos, pero escogidos.


En las reuniones


    ejecutivo con traje y corbata
  • No vestir adecuadamente en las reuniones. Y eso no significa ir vestido con traje y corbata siempre, quiere decir que debemos adecuar nuestra ropa al evento y al sector. Si la reunión de networking es entre diseñadores gráficos, programadores de videojuegos o creativos de marketing, creedme, se estará fuera de lugar con un Armani gris marengo, gemelos de oro y una corbata en azul celeste con su correspondiente alfiler.

    entregando tarjeta de visita
  • No llevar un número suficiente de tarjetas de visita a cada reunión. Es imprescindible contar con tarjetas suficientes para entregar a las personas que nos puedan interesar; de lo contrario es fácil dar la imagen de descuidado.
 
  • Improvisar. A la hora de acudir a una reunión lo recomendable es preparar cuidadosamente la presentación que vayamos a realizar acerca de nuestra empresa o de nuestro producto. Más aún teniendo en cuenta el tiempo del que se suele disponer (unos 30 seg.).
 
  • No respetar el tiempo ajeno. Al ser muchas personas las que deben exponer su presentación y poco el tiempo disponible para cada uno, es necesario respetar el tiempo de los demás, tanto como desearíamos que respetasen el nuestro.

  • Lanzarse sobre el catering como si no se hubiese comida en varios días. Hay veces que surge la duda de si se va a las reuniones de networking a hacer contactos o a comer (y beber). Para esta enfermedad sólo hay una receta: buenos modales y discreción.


¿Se os ocurre alguna otra mala práctica en el networking? ¿Habéis tenido alguna buena o mala experiencia con las redes de contactos on-line u off-line?


Nos encantaría conocerlas.




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viernes, 3 de enero de 2014

Las Malas Prácticas en el Networking (I)

networkingNetworking: un término muy conocido, pero que no se practica tan bien como se debiera. Establecer una red o círculo de contactos acudiendo a acciones del famoso networking o a través de las redes sociales, parece de lo más sencillo. Pero no lo es, a tenor de las malas prácticas que rodean a estas redes de contactos. 


En este post doble, os comentaré algunas de las malas prácticas que considero que se deberían desterrar de nuestras círculos de networking.


En esta primera parte, veremos algunas prácticas a desterrar en general y respecto a la relación con los contactos.


Comenzamos...


En general


  • No tener un conocimiento profundo de quiénes somos, qué hacemos y cómo lo hacemos, porque nos será muy difícil comunicar lo que desconocemos a nuestros contactos. Y este consejo no sólo es válido para el networking, lo es también para cualquier faceta de nuestra vida profesional o personal.

sin salida
El mal uso del networking = camino sin salida
  • Pensar que el networking sirve sólo para recabar una inmensa base de datos de contactos de los que nos podemos aprovechar; bien para venderles, bien para exprimir sus conocimientos o relaciones.

  • Creer que el networking es la excusa perfecta para dedicarse al spam en cuerpo y alma. Agobiar a tus nuevos contactos con información sobre lo bueno que eres, las cosas tan interesantes que vendes y los servicios tan increíbles y económicos que vendes, es la forma más sencilla de que tus contactos sean como algunas relaciones sentimentales: de usar y tirar.
 
  • Hacerse la falsa idea de que la única finalidad de establecer una red de contactos es conseguir un empleo. El networking no te encuentra trabajo, es la forma de comenzar a sembrar para encontrarlo.

  • Considerar que hacer networking consiste en intercambiar cromos (tarjetas de visita) y nada más.


Las relaciones con los contactos


  • Pedir mucho y no dar nada a cambio a nuestros contactos. Es la manera más rápida de minar esas relaciones de forma irreversible. En el networking la meta es el win-win.

    grupo charlando
  • No ofrecer nuestra ayuda primero, especialmente si el contacto lo hemos iniciado nosotros. Lo lógico es dar una muestra de nuestro interés, no pedirla, puesto que la otra persona (y su empresa) podía vivir tranquilamente sin nosotros hasta el momento en el que hemos decidido establecer contacto.

  • Ir demasiado al grano cuando contactamos con alguien. Aunque hay quien piensa que es una forma de demostrar que se es muy asertivo y eficiente, toda relación, necesita su tiempo y mantener unas ciertas formas. La descortesía y avasallamiento suele terminar en un contacto fallido, siempre.
 
calculadora
Cobrar deudas de forma implacable...
  • Cobrar cada deuda implacablemente. Si cada vez que hacemos un favor o facilitamos una información, exigimos que se nos pague puntualmente, acabaremos quemando todos nuestros contactos. Si bien es cierto que el networking debería ser un do ut des, no deberíamos considerarlo como un debe y un haber que siempre debe tener un saldo cero.
 
  • Dar información continuamente y sin medida. Como hemos dicho anteriormente, la relación debe ser equilibrada, por lo que igual de negativo es no dar que dar demasiado. Si siempre estamos saturando de información y favores a nuestros contactos, dejarán de respetarnos.
 
  • No ganarse la confianza día a día. La relación con nuestros contactos debe basarse en la honestidad y la lealtad, si no es así, acabará terminando. Y es un trabajo que hay que realizar todos los días, porque la confianza tarda mucho tiempo en ganarse y apenas un instante en perderse.

direccion web
Imprescindible: cuidar las redes, on y off-line
  • No gestionar adecuadamente nuestros contactos. Mantenerlos vivos, cuidarlos y respetarlos es la mejor forma de conservarlos y sacarles todo el partido.

  • No agradecer la ayuda ni los consejos de nuestros contactos. Las personas que están en nuestra red de contactos no tienen la obligación de brindarnos su apoyo ni de facilitarnos información, así que es imprescindible agradecérselos... y hacerlo sinceramente.


El tipo de contactos


    puzzle
  • No establecer contactos de calidad. Para evitarlo es conveniente buscar relacionarnos con personas (y empresas) con objetivos comunes y personalidades afines a las nuestras; con las que realmente podamos colaborar y enriquecernos mutuamente. Quizás nos pueda interesar de vez en cuando hacer contactos que no cumplan estos requisitos, pero tenderán a ser relaciones poco duraderas y que siempre estarán en la cuerda floja.

  • Apuntar demasiado alto... o demasiado bajo. Nuestra red de contactos debe estar en sintonía con nosotros y servirnos a ambas partes para colaborar y crecer juntos; si son muy dispares, jamás nos encontraremos en un punto común.

  • Dedicarse a un sólo círculo de networking y no salir jamás de él. Lo deseable es contar con distintos círculos en los que relacionarse, esto nos enriquecerá a nosostros y a todos nuestros contactos. Cuanto más amplio sea nuestro horizonte, más interesantes seremos para los demás. Por no hablar que una cierta variedad de círculos ampliará nuestra perspectiva sobre nuestro sector y sobre el mercado.


Y hasta aquí llega esta primera parte. En la segunda, os comentaré algunas acciones y actitudes a evitar respecto al tiempo que se le dedica al networking, a la participación en los círculos  y a las propias reuniones.


Nos vemos dentro de 4 días, como siempre.